oposición cubana
Foto EFE

Una batalla campal entre encapuchados y policías colombianos se desató este jueves en la plaza de Bolívar de Bogotá al cierre de las manifestaciones contra la política económica y social del gobierno del presidente Iván Duque.

Los encapuchados intentaron entrar a la fuerza en el Capitolio nacional, localizado en el costado sur de la plaza, y en el Palacio Liévano, sede de la alcaldía, en el lado oeste, lo que llevó a la reacción de la policía.

Los desórdenes comenzaron cuando la mayoría de los participantes en las manifestaciones, que transcurrieron pacíficas en su mayor parte, se retiraban del centro de la ciudad.

Los vándalos arrojaron piedras y cócteles molotov contra los policías. También arrancaron las mallas instaladas por las autoridades para proteger la fachada de edificios históricos del centro de la ciudad, así como la estatua del Libertador Simón Bolívar, que está ubicada en el centro de la plaza.

En la arremetida, algunos manifestantes intentaron detener a los vándalos, pero fueron superados por estos, que además atacaron comercios situados a lo largo de las carreras séptima y octava, en el centro de la ciudad.

«Algunas minorías han cometido numerosos actos vandálicos y agredido a nuestros policías», manifestó en su cuenta de Twitter el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, quien agregó que también hay disturbios en los alrededores de la Universidad Nacional y en el cruce de las avenidas Suba y Boyacá, en el norte de la capital.

Heridos policías

La respuesta policial impidió el ingreso de los encapuchados al Capitolio, la alcaldía y otros edificios públicos, mientras los manifestantes que quedaban en la plaza de Bolívar se retiraban del sector.

Según el director de la policía, general Óscar Atehortúa, hasta las 4:00 p. m. (hora local) (21.00 GMT) habían sido reportados 28 policías heridos en todo el país; tres de ellos en Bogotá, en donde también fue incendiada una motocicleta de la institución.

Más compleja es la situación en Cali, capital del departamento del Valle del Cauca, donde el alcalde Maurice Armitage declaró el toque de queda a partir de las 7:00 p. m. (hora local) de este jueves (00.00 GMT del viernes) por la ola de saqueos de comercios y destrucción de bienes públicos que siguió a las manifestaciones.

El toque de queda también fue decretado por motivos similares en Jamundí y Candelaria, ciudades cercanas a Cali.


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