Barcelona
El Cristo de la Sangre retorna a la basílica del Pi bajo la llovizna | Dr. Guillermo Simón Castellví

Casi 80 años después, el Santo Cristo de la Sangre volvió a recorrer las calles del casco histórico de Barcelona, en una procesión para pedir la lluvia frente a la sequía que atenaza a Cataluña desde hace meses. Con este objetivo, la imagen salió este sábado de la Basílica de Santa María del Pi –cosa que no ocurría desde 1945– y recorrió las calles de Ciutat Vella: una rogativa para pedir la lluvia que acabó en diluvio.

Según el Servicio Meteorológico de Cataluña, de hecho, el sábado fue el día más lluvioso de los últimos seis meses, con casi 100 litros por metro cuadrado en la zona norte del Montseny. En Barcelona llovió todo el día, con una tregua que coincidió con el momento de la procesión, organizada por el Secretariado Diocesano de Cofradías y Hermandades y el Consejo General de Hermandades y Cofradías del arzobispado de Barcelona.

El Cristo, antes de salir en procesión | Dr. Guillermo Simón Castellví

En una entrevista con Ràdio Estel, el historiador y conservador de la basílica del Pi, Jordi Sacasas, explicaba que el Cristo de la Sangre es «una imagen muy importante en la ciudad», que se sacaba a la calle «en momentos de máxima necesidad, como por ejemplo cuando había tempestades, sequía o incluso un terremoto». En declaraciones recogidas por Cope, Sacasas se refería a la procesión como un «acto de contrición».

Cubriendo el Cristo por la lluvia | Dr. Guillermo Simón Castellví

El acto estuvo presidido por el arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, que cogió un paraguas, previsor. Estuvo acompañado por el obispo auxiliar Javier Vilanova. La procesión recorrió las calles de Cardenal Casañas, la Rambla, Hospital, la plaza del Pedró —donde tuvo lugar la oración—, el Carme, de nuevo la Rambla y Portaferrissa, hasta concluir de nuevo en la basílica.

La imagen del Santo Cristo de la Sangre se ha empleado históricamente en la capital catalana para pedir la lluvia, junto con la Santa Madrona de Montjuic. Según destaca Carme Munté en Catalunya Cristiana, hay documentadas rogativas con esta talla al menos desde el siglo XVI. El Santo Cristo solía subirse hasta la ermita de santa Madrona –tradicionalmente considerada patrona de los navegantes frente a las tormentas–, para buscar las reliquias de la santa y volverlas a bajar hasta la catedral, para celebrar los oficios religiosos.

La procesión del Santo Cristo de la Sangre | Dr. Guillermo Simón Castellví

Pidiendo la lluvia a Dios

La de Barcelona este fin de semana no ha sido la única procesión organizada por la Iglesia católica para pedir la lluvia en Cataluña. El pasado 25 de marzo, el obispo de Solsona, Francesc Conesa, presidió una misa y una procesión en la iglesia de la Mare de Déu dels Torrents, en Espunyola.

A principios de febrero, los obispos catalanes publicaron una nota en la que pedían a los fieles «orar en nuestras celebraciones para obtener del Señor, en breve, la lluvia necesaria, que alivie la falta de agua, tan necesaria para la vida y para la limpieza». Como respuesta, se han puesto en marcha iniciativas como el reparto de tarjetas ilustradas en la parroquia de la Mare de Déu del Roser, en Barcelona, con una oración inspirada en Pablo VI.


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