FARC quemó un vehículo en Colombia en el que viajaban 18 militares
Foto: AFP FARC inició amenazas contra políticos en Colombia y hoy robó a un grupo de militares

El Ejército colombiano denunció que el frente Darío Gutiérrez, disidencia de las extintas FARC, quemó un vehículo en el que se transportaban 18 militares de desminado humanitario a los que les robaron detectores de minas y prendas de protección, en el departamento del Huila (suroeste).

El ataque contra los 16 soldados y 2 suboficiales ocurrió cuando el grupo se dirigía al caserío Río Blanco y hombres armados «bajo amenazas y de forma violenta, detuvieron el vehículo e hicieron descender al personal militar».

El comunicado del comando de la Brigada de Ingenieros de Desminado Humanitario del Ejército añadió que por su labor la tropa «no portaba armamento». Pero que sin embargo los atacantes robaron equipos de comunicaciones y de protección, detectores e «incineraron el vehículo en el que se movilizaban».

Para el Ejército, este tipo de hechos terroristas «violan los derechos humanos y las disposiciones del derecho internacional humanitario”.

Igualmente culpan del ataque al frente Darío Gutiérrez, que «delinque en esta región del país, y sus acciones criminales no solo ponen en peligro la vida e integridad de la población y los desminadores, sino que podría interrumpir la continuidad de las operaciones de desminado humanitario».

Amenazas tras ruptura del cese el fuego entre las FARC y gobierno

Las unidades militares que tienen jurisdicción en este departamento desplegaron operaciones con el propósito de garantizar la seguridad de los habitantes.

El frente Darío Gutiérrez forma parte presuntamente del Estado Mayor Central (EMC), la principal disidencia de las FARC, que el fin de semana amenazó a candidatos a las elecciones locales de octubre y a políticos, tras la ruptura del cese el fuego con el gobierno colombiano.

Las disidencias, comandadas por alias Iván Mordisco, consideran que la ruptura parcial en los departamentos de Caquetá, Meta, Guaviare y Putumayo, del cese el fuego bilateral vigente desde el 1 de enero que anunció el presidente colombiano, Gustavo Petro, en mayo, «deja inválido el protocolo de cese el fuego y los compromisos asumidos por las partes».

El gobierno colombiano suspendió de forma parcial el cese el fuego bilateral con el EMC, luego del asesinato de cuatro indígenas menores de edad que intentaron escapar tras ser reclutados a la fuerza por otro de los frentes del EMC, Carolina Ramírez.

A pesar de este rompimiento, el gobierno sigue dispuesto a instalar la mesa de diálogo con este grupo, liderado por personas que no firmaron el acuerdo con las FARC de 2016, aunque aún no hay fecha prevista, tampoco interlocutores.


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