Foto: Cortesía

El Ejército mexicano contó el momento exacto de la detención del narcotraficante Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “el Chapo” Guzmán, el pasado 17 de octubre en Culiacán, Sinaloa, en el noroeste de México.

“Sal, Ovidio, levanta las manos, muéstrame las manos”, dicen los funcionarios. Se escuchan disparos de fondo. El capo sale junto a una mujer que intenta calmar la situación.

Al integrante del Cártel de Sinaloa lo ponen contra la pared. Los funcionarios, integrantes del Grupo de Análisis de Información del Narcotráfico del Ejército mexicano, encargado de llevar a cabo el operativo para detener a Guzmán, verificaron que el joven no portara armas.

Ovidio toma el teléfono. “Ya paren todo, ya me entregué. Dígales. Ya no quiero problemas, que haya desmadre”, dice el capo.

A Guzmán lo detuvieron en un domicilio de la colonia Tres Ríos, de Culiacán.

El secretario de la Defensa Nacional, el general Luis Cresencio Sandoval, contó mediante una cronología los hechos que ocurrieron en el operativo tras el que integrantes del Cártel de Sinaloa crearon retenes y mantuvieron un enfrentamiento con fuerzas de seguridad.

Se trata de un informe con un nivel de detalle inédito para un acontecimiento sin precedentes en la historia de México. Eso fue lo que sucedió este martes 20 de octubre durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador y su gabinete de seguridad.

Una acción precipitada

Alfonso Durazo, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, señaló que la detención y posterior liberación de Ovidio Guzmán se realizó con el fin de no poner en peligro a la población civil, y ha sido el momento más criticado en lo que va del gobierno de López Obrador. Pero este “tropiezo táctico”, dijo, no invalida la estrategia de seguridad que empleó el gobierno.

“Esos violentos acontecimientos fueron (ocasionados) por una acción precipitada. Merece ciertamente, una crítica, pero no así la estrategia general de seguridad”, señaló Durazo.

El secretario no explicó a qué se refería exactamente con una “acción precipitada”.

“Sin afán de justificarnos, siempre hay probabilidades de que un operativo de esta naturaleza salga mal no obstante la extraordinaria experiencia de quienes lo llevaron a cabo, como es el caso de Culiacán”, afirmó el secretario de Seguridad al empezar el informe del gobierno mexicano sobre los hechos acaecidos en la capital sinaloense. Culiacán es la ciudad sede de una de las organizaciones criminales más importantes del mundo.

Explicó que “en materia de seguridad no es prudente sobredimensionar las circunstancias, un tropiezo táctico no invalida la estrategia de seguridad en su totalidad”.

Durazo señaló que, en un primer momento, el gabinete de seguridad informó que la detención de Ovidio Guzmán fue consecuencia de un “patrullaje de rutina” debido a que esa era la información con la que contaban en ese entonces.

“La primera versión equivocada que se difundió sobre este evento se hizo acerca de la información que en ese momento recibió el gabinete de seguridad”, señaló Durazo.

Sin embargo, el secretario de Defensa Nacional dio una detallada exposición con relación a los preparativos del operativo que detonarían una reacción nunca antes vista de los cárteles de la droga contra fuerzas de seguridad.

La preparación del operativo

El general Sandoval explicó que el trámite para la detención de Ovidio Guzmán comenzó por una solicitud de extradición que hizo el gobierno de Estados Unidos.

Sandoval afirmó que Guzmán es requerido por la justicia de Estados Unidos debido al tráfico de fentanilo, un analgésico opioide sintético “50 veces más potente que la heroína”, el cual tiene un precio de 400.000 dólares por kilogramo en el mercado negro.

Fue así como empezaron los preparativos del operativo para detener a Ovidio Guzmán.

Los ataques del Cártel de Sinaloa

Tras los preparativos, se puso en marcha el operativo para detener a Guzmán el 17 de octubre.

El general explicó que, durante el operativo, miembros de la Guardia Nacional y de la Defensa Nacional instalaron un círculo de seguridad, con cuatro puntos internos (46 funcionarios y 3 vehículos blindados) y cuatro externos (99 funcionarios y varios vehículos).

El secretario de la Defensa explicó que las fuerzas de seguridad no pudieron llegar a sus posiciones porque fueron agredidos por integrantes del crimen organizado que usaron armas de grueso calibre en distintos puntos de la ciudad. También presentó varios videos inéditos respecto a los ataques del crimen organizado.

Los narcotraficantes retuvieron a varios militares que acompañaban un convoy de combustible, con el objetivo de negociar e intercambiar a rehenes con el gobierno mexicano.

Fue en uno de estos lugares donde se grabó un video que muestra a militares entablando una conversación con delincuentes armados.

Comentó que la fotografía que el periódico La Jornada difundió con un militar encapuchado (señalando falsamente que se trataba de Ovidio Guzmán) se trató de uno de los soldados retenidos como rehenes por el crimen organizado en el ejido Costa Rica. Sicarios tomaron la fotografía que se difundió en redes y retomó el diario.

Mientras tanto, en el centro de Culiacán, los narcotraficantes bajaron de autobuses a civiles para bloquear calles con la ayuda de dichos vehículos.

Posteriormente, los sicarios se trasladaron a la unidad residencial donde vivían familiares de militares. Tirotearon los edificios e incluso arrojaron granadas, que no llegaron a explotar.

El general informó que pasaron tres horas entre la detención y la liberación de Ovidio Guzmán. Además, durante la captura se movilizaron en vehículos del Ejército con rumbo al aeropuerto, pero “nunca estuvo a disposición de ninguna autoridad judicial o ministerial”.

El respaldo de AMLO

El presidente López Obrador respaldó las decisiones y la labor de su gabinete, ya que, de haber ordenado repeler las agresiones de los narcotraficantes, se hubieran perdido vidas inocentes.

“Se iba a necesitar disparar las ametralladoras desde los helicópteros. Y teníamos toda la información de que ellos estaban dispuestos a disparar a civiles. Esto que hicieron de manera irresponsable de ir a las unidades habitacionales. Se actuó bien y por eso decidimos relatarlo, informar, y todo va a ser así, no se va a ocultar nada”, dijo el presidente.

Con respecto a las múltiples versiones del gabinete de seguridad en las horas posteriores a los incidentes de Culiacán, López Obrador respaldó a Durazo y señaló que “no había la información suficiente, pero aquí lo importante es que se rectificó”.

López Obrador arremetió contra la irresponsabilidad de algunos medios de comunicación que difundieron información falsa durante la crisis de seguridad que se vivió en Culiacán.


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