Alimentos
Foto: Referencial

En América Latina se pierden anualmente 127 millones de toneladas de alimentos, problema que se agudiza por la falta de capacitación, tecnificación y financiamiento de los productores, y por la poca conciencia de los consumidores, dijeron este jueves expertos reunidos en Bogotá.

“En las regiones menos desarrolladas del mundo, como América Latina, las pérdidas se sitúan en la primera parte de la cadena de valor. Corresponde a producción, procesamiento, almacenamiento y transporte de los alimentos”, indicó el coordinador de la plataforma Sin Desperdicio, del Banco Interamericano de Desarrollo, Germán Sturzenegger.

El experto, que participó este jueves en la Primera Cumbre Latinoamericana sobre Pérdidas y Desperdicios de Alimentos, precisó que el problema en la región se debe “a que los productores de frutas y verduras, que son las que más sufren, tienen poca información y tecnificación, así como complicaciones para acceder a financiamiento y tener acceso al mercado”.

El BID y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, aseguraron qie los 127 millones de toneladas de alimentos que se pierden en América Latina, equivalen a 34% del total producido y tienen un costo de 97.000 millones de dólares.

Las cifras de los desperdicios

Este desperdicio tiene un valor de la que forman parte producción (28%), procesamiento (6%), manejo y almacenamiento (21%), distribución y mercado (17%) y consumo (28%).

Por grupo de alimentos, las pérdidas o desperdicio en la región se dan en cereales (35%), raíces y tubérculos (40%), oleaginosas y legumbres (20%). Asimismo, frutas y hortalizas (55%), carnes (20%), lácteos (20%) y pescados y mariscos (33%).

En el mundo la cifra alcanza los 1.300 millones de toneladas de alimentos desperdiciados por año. Esta cantidad equivale a un tercio de los que se producen para el consumo humano.

Si bien la situación se extiende por todo el planeta, cambia en función de cada región.

En las zonas más desarrolladas como Estados Unidos o Europa, “el desperdicio se da al final de la cadena de valor, es decir, en la distribución, mercadeo y los consumidores”, aclaró Sturzenegger.

Sara Granados, especialista en sistemas de alimentos para América Latina y el Caribe de la FAO, dijo que “aunque en la región hay una pérdida inevitable, que asciende aproximadamente a 10%, es responsabilidad de todos, productores y consumidores, reducir esa cifra”.

El compromiso es urgente “si se tiene en cuenta que el impacto del fenómeno es social, económico y ambiental”, agregó.

El Departamento Nacional de Planeación de Colombia dijo que en ese país se desperdician anualmente 9,76 millones de toneladas de alimentos. Esta cantidad representa 34% de la producción total.

Granados considera que el indicador es lamentable, si se tiene en cuenta que las toneladas desechadas en Colombia podrían alimentar anualmente a 8 millones de personas.


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