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El peronista decidió excluir a Nicolás Maduro, a la presidente interina de Bolivia, Jeanine Áñez y al mandatario de Irán, Hasan Rohaní​, por razones ideológicas, políticas e institucionales. | Foto: AFP/Walter Díaz

Alberto Fernández está a tan solo unos pocos días de sentarse en la silla de la Casa Rosada. El 10 de diciembre asumirá como presidente de Argentina.

Sin embargo, la gran pregunta que ronda en la comunidad internacional es cómo será su política exterior, pues la izquierda regresa al poder tras cuatro años de ausencia. Durante ese tiempo, el presidente saliente, Mauricio Macri, mantuvo buenas relaciones con países de la región y el mundo. Aunque su gobierno se destacó por ser frontal con el régimen de Nicolás Maduro, debido a la crisis que afronta Venezuela.

El presidente saliente, Mauricio Macri, mantuvo buenas relaciones con países de la región y el mundo. | Foto: AFP

América Latina unida

En una conferencia que ofreció el 5 de noviembre en México, Alberto Fernández adelantó que quería unir a Latinoamérica en un solo continente.

«No miren al norte, miren a Europa, debemos estar unidos en economías regionales. Voy a trabajar incansablemente para unir a América Latina», destacó en ese entonces.

Fernández indicó que la desigualdad en la región durante gobiernos democráticos originó reacciones como las protestas en Ecuador y en Chile.

«En todos estos años, escuché decir que Chile era el ejemplo, y parecía que la macroeconomía funcionaba pero la desigualdad era muy grande. Todos me hablaban del ´milagro chileno´ y yo contestaba que el único milagro es que la gente no reacciona. Pero, un día reaccionaron y pusieron sobre la mesa todas las inequidades que estaban ocultas y silenciadas, y eran muchas más de las que creíamos. Así no se construye un buen continente», cuestionó.

Aseguró que el gran reto que afronta América Latina es quitarse la marca de ser un continente con la mayor desigualdad.

«Nadie puede estar feliz y tranquilo con esta realidad. Cuando me toque asumir la presidencia, 40% de los argentinos estará bajo la línea de pobreza, pero eso le pasa a todo el continente. Ha llegado a hora de alcanzar la igualdad«, dijo.

Recordó que en la época en la que gobernaban Lula da Silva, Evo Morales, Rafael Correa, Michelle Bachelet, Néstor y Cristina de Kirchner, reinaba el progreso en la región. Todos estos gobierno ubicados en la izquierda.

«En ese tiempo, toda América Latina entró en un ritmo de progreso muy grande, todos los países crecieron, y la sociedad se igualó porque todos los gobiernos trabajaron para igualar a la sociedad«, enfatizó Alberto Fernández.

El gobernante entrante señaló que la única forma de que la globalización no se consuma a América Latina, es que se construyan economías como las europeas.

«No reneguemos de la globalización, sino de nuestra incapacidad de estar unidos. Voy a trabajar incansablementepara unir a América Latina en un solo continente, eso es lo mismo que quiere Andrés Manuel López Obrador. Éramos una patria grande, pero inexplicablemente alguien nos dividió y se aprovechó de nosotros«, indicó.

El mandatario entrante daba claras señales de sus próximas relaciones diplomáticas al elegir a México como el primer país que visitaba tras ganar las elecciones del pasado 27 de octubre. | Foto: Andrés Manuel López Obrador/ @lopezobrador_

Grupo de Puebla

Con ello, el presidente electo daba claras señales de sus próximas relaciones diplomáticas al elegir a México como el primer país que visitaba tras ganar las elecciones del 27 de octubre con el más de 48% de los votos.

En ese viaje, el candidato que ganó por el partido político Frente de Todos se reunió con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y con el ex gobernante de Ecuador Rafael Correa. No obstante, lo que más llamó la atención fue la reunión del Grupo de Puebla.

El Grupo de Puebla nació en julio como una forma de contraataque al Grupo de Lima, que encabezó Macri y 13 Estados más de centroderecha en Latinoamérica para presionar al régimen de Nicolás Maduro.

El 4 de noviembre, el político argentino aclaraba que ese grupo no buscaría convertirse en un mecanismo para enfrentarse al presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Pero, sí mostraba su intención de utilizar ese medio para buscar una salida a la crisis en Venezuela consensuada con el oficialismo. Incluso, reviviendo antiguos organismos como la Celac o la Unasur.

“Los vínculos internacionales no están gobernados por las ideologías. No estamos hablando de generar una referencia ideológica que se enfrente a nadie. Es un conjunto de dirigentes de América Latina que plantean alternativas como las que se dieron en Argentina. Que busque la igualdad social perdida en América Latina”, expresó al referirse al Grupo de Puebla.

No obstante, Alberto Fernández destacó que adentrarse en el Grupo de Puebla no significará que abandonará el Grupo de Lima. Resaltó que desde ese organismo puede expresar y debatir lo que piensan, pues es necesario desideologizar las relaciones con el mundo.

La Celac podría ser un espacio para revitalizar a América Latina y resulta importante que vuelva Unasur, ya que es un tema central”, manifestó el presidente electo de Argentina, quien parece apostar por un plan regional para la expansión el progresismo en la región.

Brasil y el FMI

A Jair Bolsonaro no le gustó que la izquierda volviera al poder en Argentina, tanto que será la primera vez en casi dos décadas que un presidente de Brasil no asista al acto de asunción en ese país.

Eso sería una muestra de unas relaciones comerciales que podrían deteriorarse entre ambas naciones. Ya Bolsonaro se adelantó al habilitar una compra de 750.000 toneladas de trigo a Estados Unidos, en vez de hacerla a Argentina.

Aunque el presidente de Brasil no estará presente en la juramentación de Fernández por iniciativa propia, otros también estarán ausentes, pero no porque así lo deseen.

El peronista decidió excluir a Nicolás Maduro, a la presidente interina de Bolivia, Jeanine Áñez, y al mandatario de Irán, Hasan Rohaní​, por razones ideológicas, políticas e institucionales.

Una decisión que vaticinaba en octubre el internacionalista Luis Daniel Álvarez en una entrevista con El Nacional. En ese momento, aclaró que no creía que Alberto Fernández terminará retratándose abiertamente con el régimen de Maduro, porque ningún político que tenga sentido de crearse una imagen y fortalecerse, va a tomarse fotos con algo caduco, decadente, cuestionado, denunciado y mal visto por la comunidad internacional.

El presidente entrante de Argentina llegará de la mano de Cristina Fernández de Kirchner como su vicepresidente, quien tuvo fuerte alianzas con el socialismo en Venezuela y el régimen en Irán.

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El presidente entrante de Argentina llegará de la mano de Cristina Fernández de Kirchner como su vicepresidente. | Foto: AFP/ Alejandro Pagni

Yo creo que la influencia va a ser cada vez menor y si él es un hombre inteligente, va a tener su perfil propio. Si se deja amarrar por Cristina Fernández, no va a tener los mejores resultados”, explicó Álvarez en esa oportunidad sobre el poder que tendría la ex mandataria de Argentina.

Por otra parte, Fernández debe mantener buenas relaciones con los gobiernos de Estados Unidos y Francia, que tienen influencia en el Fondo Monetario Internacional. La deuda que dejó Macri con el FMI asciende a 56.000 millones de dólares. Un compromiso que sin duda el nuevo presidente tendrá que renegociar.

@esgabysaavedra


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