masonería
Logia Masónica. Foto: Pixabay

Numerosos episcopados de África se han pronunciado abiertamente para negar funerales católicos a masones y para explicar los motivos por los que la pertenencia a una logia es incompatible con la fe cristiana. Ante la expansión de la masonería en África, obispos de varios países del continente están multiplicando pronunciamientos y decisiones para mostrar de la manera más clara posible la incompatibilidad entre el catolicismo y la pertenencia a una logia. Algunos pastores incluso alertan ante los peligros de infiltración masónica en la misma Iglesia.

Uno de los últimos casos más sonados se ha vivido en Togo, donde monseñor Nicodème Anani Barrigah-Bénissan, arzobispo de Lomé, anunció en una carta, fechada el 13 de marzo, la imposibilidad para la Iglesia de celebrar los funerales de Ignace Anani Kokouvi Clomegah, conocido como el Gran Maestro de los masones del país, al tiempo que se consideraba como feligrés de la parroquia Cristo Resucitado de Hedzranawoé.

Este rechazo del funeral católico no es el primero que se da en Togo. En efecto, el antiguo ministro de Economía y Finanzas, Emile Elom Dadzie, quedó privado del derecho a un funeral en la Iglesia, en diciembre de 2019, como deseaba su familia, a causa de su abierta pertenencia a la masonería.

Los fieles que pertenezcan a asociaciones masónicas se hallan en estado de pecado grave

La masonería es incompatible con la fe cristiana

El arzobispo de Lomé explicaba estas decisiones citando el mensaje de la Conferencia Episcopal Togolesa, publicado el 25 de marzo de 2011, «sobre la masonería y otras sectas», en el que se declara la incompatibilidad entre la masonería y la fe católica.

El episcopado togolés recuerda que «desde el 28 de abril de 1738, cuando el Papa Clemente XII condenó la masonería, la posición de la Iglesia no ha cambiado».

Tras citar los cánones del Código de Derecho Canónico 1347, 1364 y 1374, el mensaje del episcopado se remite a la Declaración sobre la masonería, emitida el 26 de noviembre de 1983 por el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, aprobada personalmente por Juan Pablo II, en la que se explicitaba que «no ha cambiado el juicio negativo de la Iglesia sobre las asociaciones masónicas, porque sus principios siempre han sido considerados inconciliables con la doctrina de la Iglesia».

«En consecuencia, la afiliación a las mismas sigue prohibida por la Iglesia –subrayaba el pronunciamiento vaticano–. Los fieles que pertenezcan a asociaciones masónicas se hallan en estado de pecado grave y no pueden acercarse a la santa comunión».

Los obispos de Togo incluyen en estas sanciones la posibilidad de ser padrino o madrina de bautismo o confirmación, ser admitido como miembro de las estructuras parroquiales o diocesanas, recibir un funeral con el rito católico, a menos que el interesado haya dado muestras de arrepentimiento o penitencia antes de morir (canon 1184 del Código de Derecho Canónico).

Para los masones, Jesús no es Dios sino un ser dotado de todas las cualidades humanas posibles

Magisterio de los obispos marfileños

En Costa de Marfil, se planteó la misma cuestión en febrero de 2017, cuando el cardenal Jean-Pierre Kutwa, arzobispo de Abiyán, denegó un funeral católico a Magloire Clotaire Koffi, conocido públicamente como el Gran Maestre de los masones del país en aquel momento.

Al año siguiente, el viernes 25 de mayo, la Conferencia Episcopal de Costa de Marfil publicaba una carta pastoral de 53 páginas sobre la incompatibilidad entre la masonería y la fe católica, motivo por el cual se dirigen a los católicos que están inscritos a la masonería para pedirles que tomen una decisión clara: o con la Iglesia o con la masonería.

El documento de los obispos marfileños presenta en primer lugar la masonería como «una orden iniciática universal basada en la fraternidad y que pretende unir a los hombres más allá de sus diferencias». «Ahora bien, las prácticas masónicas se basan en métodos y conocimientos esotéricos», comienza constatando.

La carta pastoral del episcopado explica que los masones rechazan la posibilidad de una revelación divina en favor de un «postulado, una creencia mínima», llamada el «Gran Arquitecto». Para los masones, Jesús no es Dios sino un ser dotado de todas las cualidades humanas posibles. La posibilidad de salvación queda así excluida, porque «el hombre se construye a sí mismo».

El problema del carácter secreto de las logias y de las acciones rituales propias de la masonería, se considera además como un punto de incompatibilidad en esta carta pastoral. El movimiento masónico exige silencio a sus miembros, así como «adhesión total» y «pertenencia plena hasta la muerte».

En su reflexión, los obispos insisten, por último, en la importancia de acoger con los brazos abiertos a antiguos masones, que se han arrepentido.

Otros episcopados africanos

En noviembre de 2017, los obispos de Congo–Brazzaville adoptaron una actitud igualmente: «El obispo, sacerdote o cristiano católico que pertenezca o sea activo en asociaciones esotéricas se expone a la prohibición de recibir la Sagrada Comunión y los demás sacramentos», advertían.

Un pronunciamiento adoptado por la Iglesia también en Benín, en noviembre de 2017, con motivo de la muerte de José Dominique Loko, cónsul honorario de Costa de Marfil en Benín y dignatario de una logia masónica.

«La parroquia de San Miguel de Cotonú ha decidido no celebrar un funeral religioso por José Dominique Loko a causa de su pertenencia probada a una logia masónica», anunció lacónicamente, bajo la cobertura del anonimato, una fuente de la diócesis de Cotonú al diario La Croix.

¿Por qué crece la masonería en África?

El Debate ha consultado a representantes de estos episcopados africanos para comprender los motivos por los cuales la masonería está atrayendo en estos momentos a católicos africanos.

Fuentes del episcopado de Togo y Costa de Marfil coinciden en subrayar que para personas con formación profesional en África, en estos momentos, la masonería constituye una oportunidad para crear una red de contactos profesionales en África y con Europa.

En cierto sentido, se da un fenómeno parecido al de la «teología de la prosperidad», subrayan las dos fuentes, que se vive en algunas comunidades de origen protestante, donde el éxito económico es visto como una bendición divina y un reconocimiento social.

En la Iglesia católica, sin embargo, el éxito económico es visto en algunos ambientes como un peligro para el alma, incluso despreciado, motivo por el cual algunos de estos bautizados buscan nuevas oportunidades y reconocimiento en la masonería.

Como quiera que sea, este fenómeno constituye hoy para la Iglesia en África en un motivo para hacer examen de conciencia sobre cómo presentar a Cristo y su mensaje de salvación, subrayan ambas fuentes.

Por Jesús Colina, corresponsal en Roma y El Vaticano.


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