Francia
Zakaria ABDELKAFI / AFP

Los disturbios nocturnos por la muerte de un joven baleado por la policía se extendieron en la madrugada del jueves en Francia, donde 150 personas fueron detenidas, una «violencia» que el presidente francés calificó de «injustificable».

«Las últimas horas han estado marcadas por escenas de violencia contra una comisaría, pero también contra escuelas, ayuntamientos y, por tanto, contra las instituciones (…) Son injustificables», dijo Enmanuel Macron al inicio de una reunión de crisis.

El martes, un policía mató de un disparo a Nahel, un joven de 17 años de edad, cuando éste se negó a obedecer las órdenes de dos agentes durante un control de tránsito en Nanterre, un ciudad al oeste de París conocida por su barrio de negocios de La Défense.

Desde entonces, la tensión es alta en los suburbios de la capital, donde las autoridades desplegaron en la noche 2.000 agentes para evitar más disturbios, pero estos también se extendieron a otras zonas como Lyon, Toulouse o Lille.

Zakaria ABDELKAFI / AFP

Además de autos e incluso un autobús en Grigny, al sureste de París, se incendiaron escuelas en varias ciudades como en Tourcoing o en Evreux, a unos 90 kilómetros al oeste de la capital y varias comisarias, como en Ruán.

«Estamos hartos de que nos traten así. Esto es por Nahel, somos Nahel», gritaban los jóvenes que durante la noche se enfrentaron esporádicamente en el noreste de París con la policía durante más de tres horas, constató un periodista de la AFP.

Ciento cincuenta personas fueron detenidas en la pasada noche, indicó el ministro del Interior, Gérald Darmanin, quien denunció violencias «insoportables contra símbolos de la República» y criticó a quienes no llamaron a la calma.

La nueva noche de disturbios se produce horas antes de una marcha en homenaje a Nahel convocada por su madre a las 14H00 (12H00 GMT) ante la prefectura de Nanterre, cerca de donde perdió la vida. «Es una revuelta por mi hijo», afirmó la víspera.

Zakaria ABDELKAFI / AFP

El recuerdo de 2005

La muerte de Nahel provocó una fuerte indignación, desde Macron, al capital de la selección francesa de fútbol Kylian Mbappé, y relanzó el recurrente debate sobre la violencia policial. Trece personas murieron en circunstancias similares en 2022.

Y trae de vuelta el recuerdo de los disturbios de 2005 en los suburbios de las grandes ciudades, después que dos adolescentes perdieran la vida electrocutados cuando huía de la policía en Clichy-sous-Bois, al noroeste de París.

El gobierno de Francia del entonces presidente conservador Jacques Chirac decretó el estado de emergencia, por primera vez en la Francia metropolitana desde el final de la guerra de independencia de Argelia. Los dos policías inculpados fueron absueltos en 2015.

El policía de 38 años sospechoso de haber disparado a Nahel se encuentra desde entonces en custodia policial, durante la cual fue interrogado en el marco de una investigación abierta por homicidio voluntario, según la fiscalía.

Inicialmente fuentes policiales dijeron que un agente abrió fuego cuando el conductor del vehículo trató de embestir a dos miembros de la policía motorizada cerca de la estación de un tren de cercanías.

Pero un video publicado en redes sociales, que AFP verificó, muestra que un agente retiene a punta de pistola al conductor y le dispara a quemarropa cuando arranca. En la grabación se escucha a alguien exclamar: «¡Vas a recibir una bala en la cabeza!», aunque no queda claro quién lo dice.

La fuga del joven terminó a unas decenas de metros, cuando el coche se estrelló contra un poste. La víctima falleció poco después tras haber sido alcanzado en el tórax.


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