El aislamiento social para prevenir la propagación del covid-19 ha causado aumento drástico en los niveles de ansiedad y estrés en las personas. Muchas incluso han caído en depresión. Ante las cifras de contagiados, que superan los 1,3 millones en el mundo, son muchos los que necesitan herramientas para enfrentar esa difícil situación: la pandemia del covid-19 ha modificado por completo el estilo de vida de miles de personas en el mundo.
Al estar aislados para cumplir con el distanciamiento social es más fácil ceder a la desesperación causada por la incertidumbre de no saber cuándo acabará esta crisis. Por ello han surgido iniciativas en las redes sociales para mantener a las personas en sus casas, lejos de la propagación del virus.
Ya sea con conciertos virtuales, rutinas de ejercicios o recomendaciones de películas, series o libros, las propuestas buscan que el aislamiento sea más llevadero y ameno. Es así como el yoga y la meditación se han vuelto tan populares en tiempos de cuarentena. Estas prácticas milenarias, originarias de la corriente hindú, son las mejores aliadas para combatir la ansiedad causada por el encierro. Instructores y expertos de esas disciplinas señalan sus beneficios y motivan a las personas a practicarlas para desconectarse de lo negativo.
Calmar la mente
Alexandra Knafo, directora y fundadora del centro ARA Yoga, que tiene sedes en Caracas y Miami, señala que el yoga y la meditación se complementan. “En el caso del Yoga Clásico, o Yoga de Patanjali, se presenta una propuesta de un sistema de ocho pasos en el que uno de ellos es la meditación. El objetivo de este camino es calmar la agitación mental”, explica.
Para recorrer ete camino se debe comenzar a evaluar y modificar códigos de conducta hacia uno mismo y hacia los demás. A eso se le suma la práctica de posturas físicas o “asanas”, ejercicios de respiración o Pranayama. “El simple hecho de vigilar nuestros patrones de conducta, reacciones, hábitos nos hace ser más conscientes y esto desencadena un cambio de actitud”, señala.
La instructora considera que el yoga como aliado puede lograr que el ambiente en la cuarentena sea más balanceado y saludable en todo sentido. Eso incluye la calidad de los pensamientos, alimento y reacciones.
En cuanto a la meditación, Knafo señala que esta no es más que un estado prolongado de concentración. “Esta concentración puede lograrse con visualizaciones, sonidos, repetición de mantras, observación de la respiración, etc. La meditación es increíblemente positiva para calmar el sistema nervioso. Se comienza con 5 minutos y luego agregando 5 más hasta llegar a 20. Es un buen punto de inicio”.
Los ejercicios o posturas que se realizan durante las sesiones de yoga dependen de cada individuo, señala, pues existente muchos tipos.
Y añade: “El estilo predominante en nuestros estudios es el Vinyasa, o ‘flow’. En esta práctica nos enfocamos en movernos al ritmo de la respiración, es como una meditación en movimiento. Es el estilo más popular, ya que es accesible para todo tipo de nivel”.
A los principiantes les recomienda comenzar con las clases de Vinyasa Básico, práctica dinámica con la que se retan los músculos, la respiración y la mente. Knafo recomienda que se escuche al cuerpo y se establezca una conexión con él para evitar lesiones. Es esta conexión la que genera el espacio ideal para practicar yoga y meditación: los ejercicios deben comenzar desde la mente.
”Podrías meditar en la cocina si quisieras. Realmente el espacio debe crearse desde adentro”, explica.
Knafo, que ha recibido un feedback positivo de sus clases virtuales, indica que el libro Luz sobre el Yoga del maestro B.K.S Iyengar es su lectura predilecta y la que más recomienda sobre el tema. También aconseja el libro El Yoga del Éxito, del yogi venezolano Pedro Luis Otero.
ARA Yoga se mantiene en la modalidad online con clases de lunes a domingo. Está planteado incluir clases especiales o talleres los fines de semana para mantener a las personas entretenidas y motivadas durante el aislamiento.
Conectarse con el interior
Beatriz López, que tiene 20 años de experiencia y ha dado clases en Venezuela, Miami y Colombia, comparte la opinión de Knafo: la meditación ayuda a desconectarse del mundo exterior e invita a ver hacia adentro. La instructora señala que el yoga trabaja la mente y el cuerpo, dependiendo del estilo que se realice. En su caso, practica y enseña el Yoga Rush by Bea, su estilo personal. “En él involucro la respiración consciente, la intención o conexión a través de la ofrenda y una secuencia lógica de posturas enfocadas en el beneficio de adentro hacia afuera”, señala.
El yoga y la meditación ayudan en gran medida a conseguir equilibrio emocional durante la cuarentena. Estas disciplinas, de acuerdo con la experta, enseñan a través de la visualización cómo el pensamiento positivo y la respiración pueden calmar la mente.
“Cuando haces yoga no puedes pensar en nada más, debes conectarte en el momento presente, en el instante. Eso hace que te olvides del resto del mundo por una hora. Al finalizar te mantienes en un estado de paz y tranquilidad, lo que te ayudará a sobrellevar el momento que estamos viviendo”, dice.
A los interesados en comenzar con esa disciplina durante la cuarentena, López recomienda buscar yoga para principiantes. “Yo recomiendo comenzar haciendo el saludo al sol A y B y las posturas básicas de la práctica. Empezar con calma para aprender desde cero y no sufrir lesiones”, señala.
También, explica, hay muchos libros que se pueden utilizar para aprender acerca de la filosofía y los beneficios de esta disciplina. Todo depende del estilo que el estudiante desee practicar. En relación con lectura espiritual, recomienda a Paramahansa Yogananda. Para afrontar el aislamiento y lograr la paz mental aconseja Meditaciones metafísicas.
A Beatriz López la modalidad online le ha resultado sencilla. Sus clases, en las que se han conectado hasta 540 personas, son gratuitas y las imparte todos los miércoles, a las 11:45 am, por Instagram.
Un estilo de vida
La instructora venezolana Lupe Maes, egresada de Synergy Yoga en Florida, Estados Unidos, considera el yoga un estilo de vida. Sus ramas forman un conjunto de prácticas variadas. Entre ellas, las más conocidas son el yoga físico o “asanas” y la meditación. Ambas brindan beneficios físicos y espirituales.
La experta destaca que entre los beneficios físicos están el aumento de la flexibilidad, la fuerza muscular, una mejora notable en la respiración o capacidad cardiopulmonar, más energía y vitalidad. También hay mejorías en la salud cardiovascular y ayuda a bajar tensión arterial. Como herramienta terapéutica, por otro lado, el yoga ayuda a recuperarse de alguna lesión muscular, dolor de espalda o algún dolor crónico como la artritis. “Los beneficios son muchos, ayuda con la migraña y el insomnio también”, señala.
Al igual que Knafo, Maes considera que el yoga y la meditación deben ir siempre de la mano, acompañados de lo que se denomina “Pranayama”, es decir, respirar con control. “Se debe sincronizar respiración y movimientos durante la práctica del yoga. Así se crea conciencia de esta respiración en la meditación y en el día a día”, explica.
Para Maes, durante estos días de incertidumbre, lo único que puede ayudar a las personas a conectar con el “aquí y el ahora” es la respiración consciente. Gracias a esta se logra entender que el momento actual es único e irrepetible. “Nos ayuda a poner los pies sobre la tierra y a abrirnos al momento presente para enfrentar mejor el futuro”, comenta.
La práctica del yoga, de acuerdo con Maes, se define por el nivel de experiencia. Y añade: “Si eres principiante en un nivel básico, puedes trabajar con posturas sencillas, con mucha alineación, tomando tu tiempo para sentir tu cuerpo, observarlo y entender la mecánica de la postura. Esto es válido también para un nivel avanzado. Siempre es bueno reconectar con las raíces y volver a lo básico”.
En palabras de la instructora una buena práctica, o una buena clase, comienzan siempre calentando el cuerpo, moviendo articulaciones, abriendo poco a poco el rango de movimientos. Esto se puede lograr con posturas o con saludos al sol “Surya namaskar”, su nombre en sánscrito. De allí se va elaborando la secuencia, dependiendo del nivel y de la experiencia, así como de las necesidades del día.
“Siempre es bueno ahondar en los conocimientos y ceder a la curiosidad con lecturas interesantes sobre el tema. Para mí los libros que me abrieron estas puertas son Luz en el Yoga y Luz en el Pranayama, Luz sobre la vida y El árbol del yoga de B.K.S. Iyengar”, indica.
Debido a la situación de confinamiento que afronta el mundo, se han abierto clases virtuales con valiosos profesores de yoga. “Esta es una buena oportunidad de acercarnos a ese conocimiento y a esa experiencia desde la comodidad de nuestro hogar, donde solo necesitamos un mat de yoga (esterilla) colocado en un espacio donde no choquemos con nada a los lados. Es bueno recordar que se debe siempre entrar a una práctica con mucha conciencia y respeto hacia nuestro cuerpo, sin forzarnos ni exigirnos. Se deben reconocer nuestros límites y habilidades”, afirma Maes.
La profesora, que ha trabajado con atletas y deportistas en gimnasios, así como dando clases personalizadas, siempre se enfoca en la conexión del cuerpo y la mente. Aunque por ahora no se ha planteado la posibilidad de ofrecer clases virtuales, Maes dice que se requiere el contacto personal para poder instruir. “Necesito poder ajustar manualmente una postura, incluso poder ver el progreso y celebrar un logro; esa soy yo. Sin embargo, en esta era digital las clases de yoga 2.0 son siempre bien recibidas y agradecidas”, concluye.