La pandemia del coronavirus avanza con rapidez en el mundo. Cada segundo que pasa las cifras de casos confirmados y decesos aumenta: ya son más de 3.186.458 de contagiados y 225.521 los fallecidos. Los números son alarmantes. El confinamiento, que ha llevado a las personas ha mantenerse en sus casas para evitar la propagación del covid-19, ha hecho que la exposición al sol se haya reducido y, con ello, la posibilidad de obtener vitamina D de la manera más sencilla posible.
Esta sustancia orgánica es un nutriente importante en el cuerpo por los múltiples beneficios que ofrece. Tiene, además, un rol fundamental en la prevención y tratamiento de problemas y enfermedades a nivel inmunológico, de piel y cabello. A diferencia de otro tipo de vitaminas, esta puede producirse en el cuerpo con ayuda de la luz solar. Pero, ¿cómo mantener niveles adecuados de vitamina D cuando se debe cumplir con el confinamiento obligatorio?
Stella Franceschi, médica internista de la clínica Minnesota Community Care en Estados Unidos, señaló que, actualmente, muchas personas tienen déficit de vitamina D. Esta situación se ha agravado por la cuarentena y la poca exposición a la luz solar. Por ello, la especialista con 22 años de experiencia recomienda como una alternativa tomar suplementos vitamínicos para mantener sus niveles estables.
Con ella concuerda el médico internista y dermatólogo Jorge Luis Vera, miembro de la Sociedad Venezolana de Dermatología. El también médico cirujano egresado de la Universidad Central de Venezuela afirma que los suplementos vitamínicos pueden ser una buena opción para obtener vitamina D, siempre y cuando no se abuse de la dosis. Ambos expertos refieren que la cantidad de suplemento que se ingiera debe estar recetada por un médico..
“La dosis puede variar entre 600, 800 o 1000 mg por día. En las personas que tienen bajos niveles de vitamina D en la sangre se le puede recetar hasta 5000 mg diarios para subir los niveles lo más rápido posible”, señala Vera.
Otra fuente de vitamina D son los alimentos. Esta es una opción válida para aquellos que no puedan exponerse al sol o no pueden consumir suplementos vitamínicos. Los especialistas señalan que los pescados, en especial el salmón, pescados azules y las sardinas son las principales fuentes de este nutriente. Otros alimentos que también contienen vitamina D son los huevos, lácteos, cereales, semillas, nueces, avellanas, aguacate, champiñones, pollo, germen de trigo y aceite de hígado de bacalao.
Vera señala que, actualmente, el huevo, la yema en concreto, se ha convertido en la opción más viable para adquirir vitamina D en Venezuela. El internista opina que este alimento es una de las opciones más accesibles. Mientras que los pescados, aunque no son tan económicos, son alimentos que se pueden conseguir con frecuencia en el oriente del país.
Los beneficios
La importancia de mantener un buen índice de vitamina D radica en sus múltiples aportes para la salud. Franceschi y Vera concuerdan en esta vitamina, y particularmente la vitamina D3, es indispensable para que se pueda absorber de manera efectiva el calcio y el fósforo.
“La vitamina D3 es la que facilita que el calcio y fósforo se fijen en los huesos y se mantenga la estructura ósea indemne. Esta vitamina es muy importante en los primeros 20 años de vida y durante el crecimiento. Tener niveles adecuados puede incidir en una buena estructura ósea y permite un crecimiento óptimo”, explica Vera.
Entre los aportes de la vitamina D los especialista destacan:
- Disminuye el riesgo de cáncer colorrectal y otros tipos de cáncer.
- Fortalece el sistema inmunológico.
- Reduce el riesgo de enfermedad cardíaca y presión arterial alta.
- Disminuye el riesgo de esclerosis múltiple y artritis reumatoide.
- Fija el calcio en los huesos y mantiene la estructura ósea a cualquier edad, especialmente en los niños ayuda a evitar el raquitismo.
- En los adultos mayores retrasa o ayuda a prevenir la osteoporosis
Un estudio publicado en la revista American Journal of Dermatology determinó que los déficits de vitamina D se relacionan con problemas inmunológicos, caída de cabello y problemas de piel. “Las poblaciones afrodescendientes son los más propensos a sufrir déficits de vitamina D y por ende, a sufrir enfermedades como el cáncer. Esto ocurre porque su sistema inmunológico no los está protegiendo”, explica Vera.
Lo ideal es que se mantengan altos niveles de vitamina D, incluso en aislamiento, porque, actualmente, esta sustancia está interactuando constantemente en muchos procesos del cuerpo. Y añade: “Se ha determinado que las personas que tienen mayores tendencias al cansancio, trastornos del sueño, fatiga, alteraciones nerviosas, pueden tener niveles bajos de vitamina D. Esta actúa en el sistema nervioso central para que se pueda producir endorfinas y neurotransmisores que dan alegría, placer y ayudan a dormir mejor”.
Franceschi, por su parte, señala que la población más necesitada de vitamina D son los adultos mayores, personas con bypass gástrico y los bebés. En el grupo también incluye a las personas de piel oscura, pacientes con enfermedad de Crohn y los obesos. La internista señala que los pacientes que tomen medicamentos que afectan el metabolismo de la vitamina D también necesitan aumentar sus niveles. Esto ocurre porque medicamente como anticonvulsivos, algunos fármacos para el colesterol, los glucocorticoides, y los medicamentos contra el VIH, merman los niveles de la vitamina en el cuerpo.
Tomar el sol desde casa
A pesar de que los dermatólogos no siempre están de acuerdo con la continua exposición al sol, Vera y Franceschi aseguran que es una actividad necesaria si se hace de forma correcta. “Disfrutar de la luz del día activa una serie de mecanismos dentro del sistema nervioso y endocrinológico que nos ayudará a funcionar correctamente. Está demostrado que las personas que viven en países con inviernos sin sol, los índices de depresión, suicidio, ansiedad y trastornos del sueño aumentan”, explica Vera.
Los especialistas coinciden en que aún en el aislamiento se debe aprovechar el sol de la mañana, sobre todo entre las 8:00 y las 10:00 am. Vera señala que se debe exponer 15% o 20% de la superficie del cuerpo por diez o quince minutos. Y advierte: “Se debe cuidar mucho la cara con protector solar antes de activar la vitamina D con los rayos ultravioletas. Siempre se recomienda tomar el sol de la mañana o el de después de las 4 de la tarde, que tiene rayos más suaves y beneficiosos”.
Cuando una persona se expone al sol va a tener una sensación de placer, de mejoría y de alegría. Se recomienda 15 minutos de sol en la mañana o en la tarde, algo que se debe repetir mínimo 3 veces por semana. “El sol de mediodía es muy fuerte, con cinco minutos es suficiente si ese es el único sol que la persona puede recibir. No es necesario estar completamente desnudo para obtener los beneficios. Puede ser muslo y piernas o a nivel de los brazos”, detalla Vera.
Pero, todo en exceso es dañino. “Existe la toxicidad por vitamina D. Está caracterizada por las náuseas, vómitos, estreñimiento y la pérdida de peso. Su exceso puede también dañar los riñones y puede producir hipercalcemia, es decir, niveles elevados de calcio en sangre. Esto puede causar confusión, desorientación y problemas del ritmo cardiaco”, explica.
Por: @albafreitasg