Cocinar hamburguesas no es una broma. Es uno de esos platos difíciles de ejecutar porque hay mil y una maneras de cocinarlos y presentarlos. Y eso lo saben en Mangansónicas.

Pero solo en unas pocas se alcanza un éxito rotundo. Con la carne en su punto, pan de papa crujiente y los complementos justos y necesarios para realzar el sabor.

La premisa de Mangansónicas nació hace 12 años, cuando complacer paladares exigentes de amigos y familiares se volvió una tarea obligada para el industriólogo, convertido en “hamburguesólogo”, Ernesto Martínez.

Manga’s Burger Company es la empresa de catering que vio nacer la marca del también golfista profesional, y desde El Nacional tenemos el gusto de contarles su historia.

Nació una estrella

Conquistar el apetito de un público riguroso y alegrar corazones en el proceso no siempre resulta una tarea sencilla. Sin embargo, Martínez lo logró “sin querer queriendo” cuando un fin de semana entre amigos les cambió la vida a él y a su esposa, Carolina.

“Soy entusiasta de preparar hamburguesas desde hace más de 20 años. Todos mis fines de semana están plagados de recuerdos donde las parrillas siempre han sido las protagonistas, pero jamás pensé que a esto me dedicaría”, señaló el emprendedor.

Sacarle provecho a su sapiencia hamburguesera siempre fue algo obvio para sus allegados, pero él nunca se lo tomó en serio.

Su receta no tenía nombre ni apellido; era una simple hamburguesa hecha con los ingredientes que a él más le gustaban en su cocina: lechuga, queso americano y tomate. Pero esta aparente simplicidad resultó un tanto engañosa porque recibió, desde el primer momento, más elogios de los que pudo aceptar.

En plena vorágine de las ‘burger gourmet’ es fácil olvidar que una clásica siempre tendrá más fanáticos. ¿Su concepto? Simple y directo: “Lo que sientes al llegar a casa de un amigo a comerte una deliciosa hamburguesa hecha en casa”.

Así nació Mangasónicas, emprendimiento que comenzó como un servicio de catering pero que, sí o sí, estuvo obligado -casi desde sus inicios- a transformarse rápidamente en un negocio mucho más amplio.

Manga-catering de Mangansónicas

“Tener un emprendimiento, y mucho más si es en un país como Venezuela, siempre es difícil”, resaltó. “Sin embargo, gracias a la valentía de mi esposa -quien decidió cobrarle a uno de nuestros amigos por hacer una gran cantidad de hamburguesas- todo esto pudo hacerse realidad”, dijo.

“En primera instancia, utilizábamos las parrilleras de las casas a las que íbamos; todo era relativamente sencillo hasta que un día nos contrató una persona totalmente desconocida en nuestro círculo y ahí caímos en cuenta de que este negocio estaba siendo más rentable de lo que imaginábamos. Eso nos hizo decir: sí, podemos crecer y lo haremos”, recordó.

Luego de tal experiencia, todos los fines de semana para él y su media naranja estuvieron copados de pedidos en los que, a pesar de la difícil logística, resultaron un éxito rotundo entre sus conocidos. Todo esto los obligó a replantearse metas y objetivos más ambiciosos.

Expandirse o no, esa era la duda de Mangansónicas

“Todo fue gracias a la gente; de verdad”, repitió sin cesar. Y es que quienes los veían trabajando, queriendo probar las hamburguesas por unidad y no por servicio, tuvieron una gran fuerza en la decisión de expandir su negocio.

“No podíamos venderle 48 hamburguesas a una sola persona, y esa era nuestra modalidad con el catering. Por eso decidimos empezar el pick up”, señaló.

Comenzaron en La Castellana, sin tener idea de que “todo se nos iba a salir de las manos” gracias a la popularidad que obtuvieron el mismo día que comenzaron a venderlas para llevar.

“Todo fue muy rudimentario; teníamos hasta una cava con hielo para refrescos y vendíamos nuestra Manga Clásica solita y sin papas”. Pero esa locura fue el bautizo de este negocio en el que apostaron todo. “Pero principalmente fueron las ganas de hacer una hamburguesa con la que todo el mundo se pudiese identificar; que se sintieran como en casa por su sencillez, pero con ingredientes de calidad superior”, destacó Martínez.

Formato americano con sello hecho en casa

Hoy en día hay hamburguesas para todos los gustos. “No voy a decir que somos los mejores, pero tenemos un yo no sé qué que ha calado muchísimo en la gente”, manifestó.

En el menú, Mangansónicas ofrece piezas al carbón como la Manga Clásica, hecha con pan de papa (el mejor de EE UU), mayospicy, lechuga, tomate, doble carne y doble queso americano. También está disponible la Queena, “una oda al cuarto de libra con queso del McDonald’s, nuestra favorita. La llamamos hamburguesa de contingencia”. Fue la ‘reina del momento’ durante la pandemia porque, literal, sacó a flote el negocio.

Además, está la Dueña, hamburguesa de pollo con un toque picante en el empanizado “que terminó siendo la dueña de nuestro corazón después de pasar casi 2 meses comiéndola a diario mientras terminábamos de construir el local”.

Cabe destacar que su menú ofrece la Manga vegetariana, cuya proteína es vegana (de la reconocida marca norteamericana Beyond Meat). “Y aunque le colocamos queso y el pan contiene huevo, se puede armar con lechuga y tenemos una hamburguesa completamente vegana”, señaló Martínez.

Construir país

Decidieron comercializar hace 3 años. Hoy en día cuentan con 3 locales con la dicha de poder crecer en plena pandemia. Tienen 17 puestos de trabajo directos con su estructura de negocio, cosa de la que se sienten absolutamente orgullosos.

«Nosotros formalizamos nuestro emprendimiento porque queremos construir país. Es así de sencillo. Es importante tener claro lo complicado que puede ser el escenario, pero todo en esta vida tiene sus riesgos. Nos quedamos en Venezuela porque creemos en ella… y en nosotros», expresó.

¿Y la pandemia qué?

Siguen vendiendo y siguen creciendo. “Nuestro centro de distribución en La Castellana nos quedó pequeño y decidimos que ya era hora de tener un espacio con las comodidades de un buen local de comida rápida”.

Lo lograron en pleno año pandémico. “Y ahora estamos ocupando los espacios del antiguo Café Olé de Las Mercedes”, destacó.

Además, hace un par de semanas abrieron sus puertas en El Hatillo, justo frente a la plaza.

Las hamburguesas son de los bocados más internacionales que existen en el planeta, y quizás por ello uno de los que más pasión despierta. Por eso es uno de los íconos gastronómicos por excelencia, y en Mangansónicas lo saben.

Para encantar a todo aquel que las coma, hacen hamburguesas a base de ingredientes sabrosos que se transforman en un producto final de calidad. «Es la hamburguesa que nos gusta y, por suerte, le ha gustado a todos los demás», dice Ernesto Martínez.


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