Starbucks
Foto Facebook/Amber Lynn Gilles

Lenin Gutiérrez, un empleado de un local de Starbucks ubicado en San Diego, California, conocido como el héroe de la mascarilla, ganó 100.000 dólares luego de la controversia que tuvo con Amber Lynn Gilles, una consumidora que se negó a usar mascarillas cuando iba a ser atendida en el establecimiento donde él labora.

Todo empezó cuando a finales de junio Gilles difundió en Facebook una queja en contra de Gutiérrez porque dijo que no iba a atenderla debido a que no estaba usando tapabocas.

«Conozcan a Lenin de Starbucks, que se negó a servirme porque no estoy usando una mascarilla. La próxima vez esperaré a la policía y presentaré una exención médica», escribió la enojada mujer en su Facebook junto a la foto del empleado.

Ella creyó que encontraría aliados en Facebook, pero lejos de obtener el consuelo de los internautas logró que el joven se volviera el «héroe de la mascarilla».

De esta forma, Gilles no solo fue criticada por este trabajador, sino también por miles de personas que se aliaron en Internet para recaudar propinas para el joven hispano. Esto sucedió gracias a que un hombre llamado Matt Cowan inició una campaña en Gofundme a favor de Gutiérrez.

La campaña fue sumamente exitosa. Llegó a acumular 100.000 dólares. El dinero ya fue entregado al joven barista de Starbucks, quien informó que tiene la intención de usarlo para cumplir su sueño de estudiar para ser bailarín profesional.

Ante tal éxito, Gilles quiere cobrar la mitad de lo obtenido. «Fue discriminación y todos están de acuerdo con eso. Permiten y recompensan este tipo de comportamiento», dijo la joven acusadora a la televisora KGTV durante una entrevista el pasado martes.

De acuerdo con Gilles, ella tiene problemas de salud que le impiden el uso normal de mascarillas. La mujer compartió dos documentos en KGTV para probar sus supuestos problemas médicos. El primero fue un examen pélvico de 2015 en el que se podía apreciar que los resultados señalan que se halló un «probable fibroma exofítico que surge de la pared anterior del útero que mide un tamaño de 2,9 cm» y «un quiste ovárico izquierdo simple de 2,5 centrímetros».

El segundo papel que Gilles compartió era una nota a mano hecha por un quiropráctico. Conforme al especialista en columnas vertebrales, la mujer tiene «condiciones respiratorias subyacentes que le impiden usar una máscara o cualquier tipo de cobertura facial. Por favor, contáctenme en caso de preguntas».

Tras esta aparente prueba, Gilles fue cuestionada respecto al hecho de que un quiropráctico se ocupara de problemas respiratorios. «Porque están dedicados a brindar atención y tratamiento personalizado no invasivo. Ellos son verdaderos doctores», respondió la mujer.

«Tengo dificultad para respirar, mareos y el latido de mi corazón se desordena. También tengo asma y me provoca acné», detalló Guilles sobre sus aparentes síntomas por el uso de mascarillas.

Añadió que no se disculpará con el joven hispano debido a que considera que fue  discriminada. «Yo soy la que necesita la disculpa. He sido discriminada, soy la que está enferma», dijo Gilles, y advirtió que piensa demandar a Cowan, el hombre que impulsó la recolecta de propinas para Gutiérrez.


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