reina Isabel
Según un diario británico, habría sido la reina Isabel quien impidió a Meghan y Harry participar de un tradicional evento real. Foto: La Nación

A horas de que salga al aire la entrevista que el príncipe Harry y Meghan Markle le dieron a la conductora estadounidense Oprah Winfrey, fuentes cercanas a la reina Isabel II aseguraron que la monarca no va a ver el programa.

Lo que buscarán desde la corona del Reino Unido es bajar el tono a la polémica. Y mostrar que estos son tiempos de ocuparse de asuntos que sí valen la pena. Como la salud de Felipe, esposo de la reina, quien a sus 99 años está internado desde hace tres semanas. Así lo reseñó el diario Sunday Times.

Asimismo, el periódico aseguró que desde el entorno de la reina Isabel están dispuestos a tomar represalias si las revelaciones de los duques se entienden como un ataque a la monarquía.

Por su parte, oficiales del Palacio de Buckingham, cuyas identidades no fueron revelados, indicaron que tanto Harry, hijo de Carlos y Lady Di, como su pareja montaron “una guerra” contra la casa real. Indicaron que la Casa Real no se quedará callada ante posibles agresiones.

Se espera que esta noche millones de personas sintonicen el canal CBS para ver la conversación que Winfrey mantuvo con los duques a poco más de un año después de abandonar sus deberes como miembros de la realeza y mudarse al sur de California.

Adelantos de la entrevista

Los adelantos que salieron a la luz en los últimos días dan a entender que la charla será seria y tendrá momentos de tensión. Es uno de los videos para promocionar la entrevista Markle, embarazada de su segundo hijo, se refiere a la familia real como “la Firma”, un apodo interno que usó al acusarla de decir “falsedades” sobre la pareja.

La esposa de Harry, de 39 años, enfrenta una investigación interna del palacio sobre denuncias de que acosó al personal de la casa real durante su estadía en el Reino Unido. Según The Times, exempleados afirman que las acusaciones se remontan a octubre de 2018, unos meses después de la boda.

“Llamemos a esto como es: una campaña de desprestigio calculada basada en información engañosa y dañina”, respondió un portavoz de Harry y Meghan.

“No es una coincidencia que las acusaciones distorsionadas de hace varios años destinadas a socavar a la duquesa trasciendan a los medios británicos poco antes de que ella y el duque hablen abierta y honestamente sobre su experiencia de los últimos años”, añadió.

La monarquía británica decidió hacer frente a la amenaza de esta entrevista ofreciendo la imagen de una familia unida en las celebraciones anuales de la Commonwealth en un programa de televisión que se emitirá unas horas antes de la intervención de la pareja.

Las primeras imágenes de la entrevista del príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, con Oprah.

Como su madre y anuncio de retiro a la reina Isabel

“Mi mayor preocupación era que la historia se repitiera”, dijo Harry a Oprah Winfrey en otro anticipo de la entrevista.

Y es que la crisis que vive la pareja se parece a la sufrida por Lady Di tras su divorcio de Carlos. De hecho, con esa frase lo que el príncipe quiso remarca fue la muerte de su madre junto a su entonces pareja Dodi al Fayed en un accidente de auto en París en 1997, cuando el conductor de su coche intentaba escapar de la persecución de los paparazzi.

Después de confirmar a la reina Isabel que no reanudarían sus deberes reales tras un período de revisión de un año, los duques de Sussex perdieron el mes pasado sus últimos patrocinios reales y títulos militares.

Del Reino Unido se mudaron a Canadá y luego a California. Vivieron primero en Los Ángeles y desde julio radican en Montecito, una pequeña y próspera ciudad costera.

Desde su llegada a Estados Unidos, crearon una fundación benéfica llamada Archewell y firmaron un acuerdo con Netflix para producir documentales, largometrajes, programación infantil y otros contenidos. Además, se asociaron con Apple TV + en colaboración con Winfrey, reina de los programas de entrevistas que vendió la realizada a los duques de Sussex a CBS por entre 7 y 9 millones de dólares, según The Wall Street Journal.


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