Este sábado 23 de julio, el gremio gastronómico de Venezuela se vistió de orgullo para celebrar la llegada de un grande entre los grandes, Ricardo Chanenton, chef venezolano reconocido con una estrella Michelin.
Medios de comunicación, periodistas especializados en el área de cocina y gastronomía, allegados y marcas aliadas se congregaron en Moreno Restaurante, ubicado en el Altamira Village en Caracas, para recibir en rueda de prensa al laureado profesional. Un desayuno especialmente diseñado por el también chef venezolano Víctor Moreno recibió a los convocados, en punto, a las 9:30 de la mañana.
Cafés bien cargados, teteros, guayoyos, jugos naturales y mimosas iban y venían. Mientras tanto, las conversaciones se centraban en lo mismo: Chanenton y su llegada sorpresa a Venezuela.
Habló Moreno
«Estar aquí va mucho más allá de lo que quiero que se lleve el comensal (que se llevará una experiencia tremenda). Todo esto radica en lo que yo quiero que se lleven mis cocineros», declaró Víctor Moreno rompiendo el hielo cuando el reloj marcaba las 11:30 am.
«Esto es realmente una oportunidad de oro para todos nosotros», dijo mientras señalaba a su gente en cocina. «Que la brigada de Moreno pueda compartir con un chef venezolano que se formó fuera de aquí; que logró ser el primero en conseguir una estrella Michelin y que sea fuente de inspiración para tantos, significa todo», manifestó. «Eso, si me preguntan, es lo que busco: construir consciencia y contagiar de ganas. Sobre todo que tengamos experiencias que la gente recuerde por mucho tiempo», añadió en su presentación como vocero de la jornada.
Fue conciso pero motivador. Dejando de lado el protagonismo de su currículo y abriéndose camino entre el público como un admirador más del personaje al que todos fueron a celebrar. «En Moreno siempre nos hemos caracterizado por traer cocineros de envergadura. Nosotros aquí mostramos y aplaudimos el trabajo del otro, por eso Ricardo debía y tenía que estar aquí y ahora».
Finalizando su presentación, se apresuró a recordar y lamentar la partida física de dos de los más grandes exponentes gastronómicos en Venezuela.
«No quiero dar paso a lo siguiente sin antes hacer un minuto de silencio por este par que tanto sumó al país; ambos dejaron un legado invaluable para todos nosotros», manifestó. «Ese legado de empatía, del ejemplo y del hacer el bien fue parte de la periodista Rosanna Di Turi y Ernesto Chacín, uno de los mejores cocineros venezolanos», concluyó.
Chanenton con C de criollo
Intentó estudiar Medicina, Relaciones Industriales, Sociología y Turismo, pero nunca se sintió en su elemento. Su futuro estaba en otro lado y, gracias a la sugerencia de uno de sus mejores amigos, aquí está: disfrutando de un reconocimiento que muchos ansían poseer, pero de los que pocos pueden ostentar. Ricardo Chanenton hizo historia y su nombre será recordado por siempre en el mundo de la gastronomía.
Llegó a Hong Kong por una oportunidad de trabajo en el restaurante Petrus, en el cual estuvo durante 4 años. Supo que quería quedarse cuando su actual socia, Yen Won, le propuso abrir su propio local. Así nació Mono, su restaurante; un nombre que significa único y que refleja la esencia, experiencia y propuesta gastronómica que ofrece. Lo abrió a inicios de 2020 y hoy es considerado uno de los proyectos nuevos más interesantes por The World’s 50 Best Restaurants.
El logro es un testimonio del esfuerzo del equipo por presentar la rica herencia culinaria de la región a Hong Kong, pero con un toque inigualable de Venezuela en el proceso.
«Ver La Guaira desde las alturas hizo que se me estrujara el corazón», fue lo primero que señaló Chanenton al tomar el micrófono para dar inicio a la rueda de prensa. «Una cosa es verlo en videos y otra es ser protagonista de la visual. Definitivamente, no hay nada como Venezuela», rescató.
“Una cosa es ser humilde y otra cosa es ser guev*n”
Sobre su experiencia -hasta ahora- en el país, Ricardo Chanenton destacó que se siente como si nunca se hubiese ido. Tal vez, porque Venezuela significó tanto antes de partir a vivir su sueño, que volver se sintió natural. La primera pregunta a la que se enfrentó fue más bien una aclaratoria: la estrella Michelín se la ganó el restaurante; no el chef, ¿no es así?
«Yo siempre he sido muy humilde, pero seré bien claro en algo: esa estrella también me la gané yo», atajó.
«He trabajado muy duro desde que me fui; he mantenido mucho tiempo la cabeza abajo y he sido muy tonto al no reconocerme», señaló. «Ahora con una estrella Michelin gracias al restaurante del que soy copropietario, eso tiene más valor. Siempre lo diré: es mi estrella y la estrella de mi equipo también», manifestó. «Vuelvo y repito: una cosa es ser guev*n y otra cosa es ser humilde. Yo seguiré siendo humilde, pero no volveré a ser o sentirme como un guev*n jamás», argumentó.
Ricardo Chanenton y Hong Kong
El chef señaló que ganar una estrella en el país asiático fue súper inesperado. «Realmente se siente como un premio; como la recompensa que llegaba después de tantos años de trabajo, de respetar valores y ser honesto conmigo mismo y mis raíces», añadió.
Relató que Hong Kong es un mercado increíblemente difícil. «Es de los más difíciles en el mundo. Es lo mismo que estar en Londres, New York, Tokio, París o Singapur. Son capitales gastronómicas y estar a la par de ellas es como flotar a través de tus sueños más anhelados», recalcó.
Añadió que nunca quiso o, mejor dicho, no quisiera solo tener una estrella Michelin gracias a la cocina francesa que prepara en Mono. «Yo quiero hacer una cocina que me corresponde: la venezolana y gracias a ella obtener otra estrella», subrayó.
Sobre el por qué es tan difícil que la gastronomía venezolana cale en el mundo, respondió con sinceridad que todos lo mercados, cuando son tan agresivos, son difíciles de enamorar. «Debemos entender que esto es un negocio. Uno nunca puede guiarse por la pasión o el amor a tus raíces –en este caso- sin pensar o meditar en qué te vas a meter», apuntó.
Por eso la comida venezolana no ha sido la principal protagonista de su menú en Hong Kong. «No puedes llegar a ser el venezolano que trae consigo su propuesta sin importarte lo que piense la gente», dijo. «La cuestión es dar para poder recibir. No puedes entrar de golpe sino ir granito a granito conquistándolos a todos».
Para Ricardo Chanenton es un tema de integración; que cada ángulo o matiz que se presente, mientras se trace la meta, encaje con el otro. «Hay que tener un objetivo. Yo me dije: quisiera ser un cocinero venezolano, con cocina venezolana, que ganase una estrella Michelin. Pero hay que ser realista. Y mi manera de serlo fue trazarme un plan: mi norte es ese, pero con un comienzo como el que estoy teniendo con Mono», despuntó.
Mono “venezolanizado”
Que sea difícil la entrada en el mercado asiático no quiere decir que sea imposible. Mientras eso pasa, entre problemas, críticas o reveses, Chanenton seguirá inventando excusas para venezolanizar sus famosos platos.
«La cocina venezolana, en ese lado del mundo, prácticamente no existe. No somos México ni Perú, por ejemplo. Nuestra comida es algo nuevo», rescató. «Sin embargo, y a pesar de que es difícil, yo estoy en el camino ya. Estoy bien avanzado porque en mi menú tengo 5 platos con sabor venezolano», destacó.
«Cuando uno quiere mucho algo, se puede hacer; pero inteligentemente. Yo apuesto por el éxito de nuestra comida porque es exquisita y fácil de entender», recalcó.
Usa parchitas, cacao, semillas deshidratadas, harinas y más. En colaboración con la marca Sabores aborígenes, tratan de llevar el sabor de cosechas naturales de frutas u otros productos a través de las fronteras,
«En Hong Kong todos son especialistas. Han crecido entre infinidad de sabores y poseen una sabiduría gastronómica importante e inigualable en el mundo», manifestó. «Su cultura está basada en la comida. Entonces verlos comiéndose un plato venezolanizado y que se entienda el trasfondo del mismo, ya es un gran avance para todos nosotros».
Chanenton exhorta a pensar esto como algo netamente educativo o pedagógico. «Nosotros no somos un colegio, pero compartimos nuestros conocimientos y eso ya de por sí es algo especial para ellos», añadió.
Chanenton, Mono y su «venezuelan kitchen power»
Chaneton tiene planteado realizar distintos encuentros para medios, personalidades y público en general, entre los que destacan un conversatorio y dos cenas especiales para disfrutar sus innovadoras creaciones.
Estas se llevarán a cabo en Moreno el viernes 29 y el sábado 30 de julio, a partir de las 7:30 pm.
«En el restaurante de Víctor se hará un menú inspirado en los sabores de Mono en Hong Kong, pero adaptado o latinizado. Con ingredientes diferentes, por su puesto, porque estamos en Venezuela», reseñó sin dar mucho detalle.
La preparación de una crème brûlée de morcilla carupanera será una de las sorpresas. «Sin embargo, la gente puede esperar llenarse de ese mensaje que tanto buscamos transmitir: sentirse en Hong Kong», destacó.
Los comensales, dice, se montarán en avión con él y lo acompañarán en su viaje gastronómico por Mono, en Hong Kong, a través de sus platos. «Ahí es cuando lograrán entender qué hacemos allá, no son los mismos platos, pero es el mismo mensaje».
Este encuentro en Venezuela es posible gracias al apoyo de reconocidas marcas como: P.A.N., Bodegas Pomar, Café San Salvador, Ron Santa Teresa, McCormick, Solera y San Pellegrino. «Marcas que se suman a todo lo que está pasando pues ellas mismas son Venezuela y, a través de lo que son, han construido al país», cerró Víctor Moreno este encuentro de más de 4 horas que dejó un dulce sabor de boca entre los asistentes.
Los sibaritas, food lovers e interesados podrán realizar su reservación a través de los números de contacto del restaurante: 0424.3683589 y 04242586697.