«Seven Reasons te ofrece mucho más que una cena». Así titula el crítico gastronómico de The Washington Post, Tom Sietsema, su experiencia en el restaurante del venezolano Enrique Limardo.
El local, del cual Limardo es copropietario y chef ejecutivo, fue seleccionado por el crítico como el número 1 para cenar en Washington DC.
Sietsema reconoce el trabajo del venezolano en el restaurante y elogia el ambiente del lugar: «Es una jungla. Con tres pisos, Seven Reasons está repleto de vegetación, a lo que el chef y propietario Enrique Limardo planea agregar más, posiblemente un gran árbol. ‘La naturaleza se hará cargo del lugar’, promete el mejor embajador de la gastronomía de América Latina en la ciudad».
A continuación, el crítico detalla la experiencia con algunos de los platos de Seven Reasons. «Las arepas doradas de un solo bocado y rellenas de queso llevan a la Venezuela natal de Limardo. Lo mismo pasa con los ravioles de plátano, un regreso a su pasado, a la cocina dominical de su abuela», escribe.
«Limardo estudió diseño arquitectónico e industrial antes de dedicarse al negocio de restaurantes. Ofrece un tentáculo de pulpo frito, espolvoreado con ceniza de cebolla carbonizada, muy de moda, y colocado sobre anillos amarillos entrelazados. O una tostada vestida con pliegues rosados de vientre de pez espada, un destello de arroz anaranjado y semillas de sésamo negro caramelizado, pero ocultando el mango verde en juliana debajo de la fiesta de sabores», continua.
Comida para todos
«El filete argentino marinado en ajo, ralladura de lima y salsa Worcestershire antes de ser empanizado y frito viene con puntos precisos de puré de aguacate con serrano. Otras milanesas lucen monótonas en comparación. Los vegetarianos son recibidos con el tartar de coliflor y una batata asada, espectacular y deliciosa, con puré de remolacha carmesí y una vinagreta de almendras y chipotle. Limardo promete algo más que una elección en la que pensar el próximo año: un menú vegano de un mes», indica sobre los platos especiales.
Para finalizar, Sietsema resume la experiencia con varias preguntas: «¿No es genial el espacio? ¿No son encantadores los mesoneros? ¿No todos parecen felices de estar aquí? Cuando lo pienso, hay docenas de razones para elegir este restaurante para su próxima aventura gastronómica».
Los precios varían de los 13 y hasta 120 dólares en Seven Reasons.