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La Organización Mundial de la Salud (OMS) calculó que las enfermedades cardiovasculares matan cerca de 20 millones de personas al año y, de esas muertes, más de la mitad se producen cuando se sufre hipertensión.

45% de los infartos y al menos la mitad de los accidentes cerebrovasculares  también tienen como responsable la hipertensión, por ello, es importante controlarla.

Todas las personas deben conocer sus cifras de presión. Estos números son una constante vital que al mantenerse dentro de unos rangos proyectan bienestar y al salirse de estos se deben tomar medidas.

La presión arterial se expresa en dos números: el mayor indica la fuerza que hace el corazón para mandar la sangre a todo el organismo. Esta cifra se conoce como presión sistólica y no puede superar los 120 milímetros. El menor indica la resistencia que ejercen las arterias para oponerse al paso de la sangre a través de ellas. Se conoce como presión diastólica y no puede ser superior a 85 y máximo 90.

Por encima de este rango se presenta la hipertensión arterial. Es importante tomar estas cifras en reposo varias veces, en las mismas condiciones y con el mismo equipo.

Adherencia y familia

Un estudio publicado por The Lancet encontró que los tratamientos y la participación de la familia en el estilo de vida saludable puede disminuir 40% el riesgo de un ataque.

El ensayo clínico encontró que tener a alguien cercano del paciente hipertenso para motivar y ayudarlo a apegarse a las recomendaciones de cambios en los hábitos de vida son claves.

Bajar de peso y cintura

La presión arterial aumenta con el sobrepeso. Por ello, mantenerse en el peso adecuado es una de las medidas más eficaces cuando se sufre hipertensión. También es importante controlar el diámetro de la cintura, los hombres no deben sobrepasar los 94 cm y las mujeres 90 cm.

Ejercicio

El ejercicio regular, 150 minutos a la semana o 30 minutos al menos 5 días, reduce la presión. Se recomienda realizar ejercicios como caminar, trotar, nadar, bailar y montar en bicicleta.

Frutas, verduras y pocas grasas

Disminuir las grasas animales, preferir los aceites de origen vegetal, suspender los azúcares y aumentar el consumo de cereales integrales son algunas de las recomendaciones.

Suprima la sal

No sobrepasar el consumo de sal diario del rango que dicta la OMS, entre 2 y 5 gramos, demostró incidir en una reducción de la presión arterial.

El contenido de sodio es un factor determinante en el aumento de la presión, razón por la cual hay que tomar medidas serias para mermar su ingesta. Para ello es necesario eliminar los alimentos procesados y la comida chatarra de la dieta.

Lejos del cigarrillo

El tabaco tiende a aumentar la presión arterial y se demostró que dejar de fumar es de gran ayuda para que esta vuelva a la normalidad.


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