La cuarentena ha sido, sin duda, un reto para todos, pero para los niños ha sido especialmente complicado debido al cambio radical de rutina diaria, y las restricciones en aquellos espacios en los cuales se sentían libres para correr, jugar y ser ellos mismos.
Los niños se encuentran en una etapa del desarrollo psicoevolutivo en la cual poseen una alta energía, por lo que no es de extrañar que tengan deseos de jugar todo el tiempo, y mantenerse involucrados en actividades que incluyan algún tipo de movimiento físico.
El confinamiento en casa le ha puesto un parado a los niños, especialmente aquellos que viven en apartamentos pequeños o en casas sin espacios exteriores. Ya no hay parques, escuela, paseos o diversión en esos lugares entretenidos que tanto les gustaban. Tomando esto en cuenta, no es de extrañar que algunos niños puedan experimentar ansiedad infantil.
Existen ciertas conductas y síntomas que se pueden malinterpretar como un berrinche solamente, cuando en realidad, son indicios de ansiedad y malestar en el niño. Existen tres tipos de manifestaciones de ansiedad: conductuales (llanto, golpes, gritos, aislamiento, etc.), fisiológicas (palpitaciones, fatiga, inapetencia, dolor de cabeza, etc.) y psicológicas (pensamientos catastróficos, dificultad para concentrarse, cambios de humor, entre otras).
Una vez que notamos varias manifestaciones de ansiedad, siendo estas frecuentes y de alta intensidad, entonces es momento de actuar. A continuación se presentan cuatro herramientas indispensables a la hora de manejar la ansiedad infantil:
Aceptación y normalización de la emoción
Buena parte de la reacción emocional de alta intensidad en los niños, viene dada por una falta de comprensión de lo que están sintiendo. Es necesario que los padres o representantes expliquen al niño que sentir ira, tristeza, frustración, en fin, cualquier emoción, es completamente normal y es parte de los seres humanos. De esta forma el niño tendrá una mejor noción de lo que está experimentando en el momento.
Placer vs displacer y relajación vs tensión
El displacer y la tensión muscular son parte fundamental de la ansiedad infantil, es por esto que se deben incorporar actividades en la rutina del niño que fomenten la relajación muscular, así como también incorporar actividades que logren el entretenimiento del infante de manera saludable. Algunos ejemplos son: yoga infantil, ejercicios acordes a la edad, bailoterapia, entre otros.
Modelado
Un padre o una madre que grita constantemente, no puede pedirle a un niño que no grite cuando sienta incomodidad o cuando necesite pedir algo. Las reacciones emocionales también se modelan a través del ejemplo parental. Una buena idea es crear juegos interactivos con los niños, en los cuales, a través de roles, los padres muestren cómo se pueden gestionar las emociones en diferentes escenarios aversivos. Se trata de ser creativos a la hora de enseñar.
Productividad
Al igual que los adultos, los niños también tienen necesidad de sentirse activos y productivos, es por esto que, si el niño está en edad de ir al colegio, es necesario que se inviertan al menos dos horas diarias a las actividades educativas. Si por otro lado, el infante aún no está en edad escolar, entonces estas actividades escolares pueden reemplazarse por manualidades para que pueda desarrollar la creatividad y el intelecto.
Recordemos que la cuarentena es una oportunidad única para compartir en familia, para fortalecer el vínculo de padres e hijos, y además, se presenta como el momento indicado para enseñar a los niños a regular sus emociones en este difícil período que vivimos. Debemos ver la cuarentena como un chance que nos regala la vida para crecer y aprender.
