Moda orejas mascotas
Foto Archivo

La moda de practicar una operación estética a las mascotas para redondear sus orejas y que se asemejen a las del ratón estrella de Disney, Mickey Mouse, causa polémica estos días en China. En el país muchos consideran que se trata de maltrato animal y reclaman su prohibición.

Por un precio de 300 yuanes (42 dólares, 38 euros) una clínica veterinaria de la ciudad de Chongqing, por ejemplo, ofrece una compra grupal de operaciones de “orejas de Mickey”.

La oferta ilustra una tendencia que levantó las iras de los defensores de los animales y de expertos en este ámbito. Los grupos exigen que se veten este tipo de intervenciones por el daño físico y secuelas psicológicas que causan a los animales, sobre todo perros y gatos.

La operación, por el momento legal en China, consta de dos fases: la primera dura media hora, se realiza bajo anestesia y consiste en recortar quirúrgicamente las orejas del animal para redondearlas. Mientras, la segunda consiste en ir “estilizando” su forma para que el apéndice auditivo se mantenga erguido.

El responsable del centro veterinario Loving Care International de Pekín, Liu Yudong, explicó al rotativo que la segunda fase dura entre 20 y 60 días y que requiere de “ajustes frecuentes” para asegurarse de que las orejas permanecen rectas.

Cuestión moral

A pesar de haberse convertido en una moda, Liu precisó que el procedimiento raras veces se practica en las clínicas veterinarias de las ciudades más grandes, aunque sí en criaderos.

“Es una cuestión moral”, remató el veterinario, quien aseguró que tanto él como sus colegas se oponen tajantemente a este tipo de cirugía porque la obligación primordial en su profesión es trabajar por el bienestar animal.

Varios facultativos alertaron también sobre el impacto de esta práctica sobre la salud física y mental de las mascotas, desde los riesgos de la anestesia a la posibilidad de que los animales desarrollen comportamiento autolesivo debido al dolor, advirtió por su parte Chen Young, del hospital veterinario Lianhe de la ciudad suroriental de Shenzhen.

A las críticas de los expertos se han unido las de numerosos internautas chinos que han criticado con dureza la moda de las “orejas de Mickey Mouse”.

“Si a los dueños les parece tan adorable, que se corten ellos sus propias orejas”, espetaba un usuario, mientras otro consideraba que la práctica es “abuso animal, no amor” y un tercero se preguntaba si quienes mutilan las colas y orejas de los animales están enfermos.

 

 

 


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