Cepillarse los dientes
Foto Archivo

Una mala higiene dental puede generarle una variedad de enfermedades que afecten su calidad de vida, de acuerdo con expertos. Desde la Pontificia Universidad Javeriana, la doctora Francina Escobar Arregocés, docente e investigadora del centro de investigaciones Odontológicas (CIO), con el grupo sistémico periodontal han venido analizando e investigando cada vez más la relación de la gingivitis y periodontitis con el infarto del miocardio, hipertensión, diabetes y la apnea, entre otras enfermedades sistémicas crónicas que podrían volverse graves con los años.

Al respecto, la evidencia ha mostrado que los pacientes diabéticos con infección en las encías tienen peor control de la glucosa. También se logró determinar que la presencia conjunta de diabetes y periodontitis aumenta el riesgo de infarto agudo del miocardio.

Los estudios también aclaran que los pacientes hipertensos controlados, cuando tienen infección periodontal, no logran controlar la inflamación sistémica. Asimismo, en pacientes con periodontitis y con apnea obstructiva del sueño se aumenta el riesgo de hipertensión y de cardiomiopatía hipertensiva.

Adicionalmente y derivado de la pandemia, una importante investigación realizada en Catar –con participación de las universidades Complutense de Madrid España y McGill de Montreal Canadá– mostró que pacientes con antecedentes de periodontitis y con covid-19 presentaron 4,5 veces más riesgo de necesitar ventilación mecánica y hasta casi 9 veces más riesgo de mortalidad.

Todo lo anterior obliga hoy más que nunca a mantener una salud óptima de las encías. Primero para mantener los dientes en la boca y, segundo, para cuidar la salud sistémica y la vida especialmente en personas con enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes, hipertensión, enfermedad cardiovascular, apnea, entre otras patologías de alto impacto en la mortalidad.

Esto, además, si se tiene en cuenta que según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las periodontopatías graves afectan a casi el 14 por ciento de los adultos, lo que corresponde a más de mil millones de casos en todo el mundo. Según las estimaciones publicadas en el estudio sobre la carga mundial de morbilidad 2019 (Global Burden of Disease Study, 2019), estas enfermedades afectan a cerca de 3.500 millones de personas en todo el mundo.

Lo cierto es que existe evidencia de que cepillarse los dientes todos los días puede alargar la vida. Hace poco, un grupo de investigadores estudió cerebros de personas fallecidas con alzhéimer.

Encontraron ADN de Porhyromonas gingivalis y enzimas llamadas gingipaínas, que degradan proteínas humanas. Según relata un artículo de la BBCMundo, la cantidad de estas enzimas estaba correlacionada con la gravedad de la enfermedad.

Los investigadores suministraron altas cantidades de esta bacteria a ratones y se dieron cuenta que el patógeno logró colonizar el cerebro. Los animales desarrollaron síntomas relacionados con el alzhéimer, pero aquellos que recibieron un tratamiento contra las gingipaínas, con un inhibidor desarrollado por los autores del estudio, lograron mejorarse.

La principal conclusión del estudio fue que el cuerpo humano tiene una relación de beneficio mutuo con la microbiota humana, incluida la microbiota oral. Una higiene inadecuada o una dieta poco sana pueden llegar a causar complicaciones sistémicas a largo plazo.


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