La presencia y expulsión de gases estomacales es un síntoma natural del proceso de digestivo. De acuerdo con Mayo Clinic, estos se pueden dar mediante eructos o flatulencias.

En ocasiones, estos últimos pueden generar dolor o molestias intestinales si están atrapados o no se mueven con facilidad dentro del sistema eupéptico.

Aunque la aparición de estos es normal, su frecuencia no. El incremento de los gases se puede deber al consumo de alimentos que son más propensos a generar los mismos por su composición, lo que hace que sean más difíciles de digerir para el intestino.

Esto suceder porque el gas se forma en el intestino grueso (colon) cuando las bacterias fermentan los hidratos de carbono (fibra y algunos almidones y azúcares) que no se digieren en el intestino delgado. «Las bacterias también consumen algo de ese gas, pero el gas restante se libera cuando pasa por el ano»

No obstante, «algunos trastornos del sistema digestivo (como el síndrome del colon irritable o la celiaquía) también pueden causar, entre otros signos y síntomas, un aumento de la cantidad de gases o del dolor que se produce por estos», señala el portal de salud de la entidad anteriormente citada.

Otro síntoma visible es la hinchazón en la parte abdominal que según explica la nutricionista Maria Nieves García en un artículo titulado ‘Dieta e inflamación’, se puede definir como una respuesta local al daño celular, que se caracteriza por «el aumento del flujo sanguíneo, vasodilatación capilar, infiltración de leucocitos y la producción local de mediadores de inflamación por parte del huésped».

Esto significa que nuestro cuerpo responde de manera negativa ante la presencia de elementos que le son difíciles de procesar o que le afectan. Ante ello, puede tener presente algunos de los alimentos que incentivan esta sensación en su cuerpo y reducir su ingesta o prepararlos de una manera más saludable.

Algunos de los comestibles que influyen en la producción de las flatulencias son la mayoría de las legumbres, y productos con alto contenido en fibra como verduras crudas en exceso, alimentos grasos, edulcorantes artificiales y bebidas carbonatadas, de acuerdo con l dicho por Roberto Oliver, nutricionista clínico y fundador de ‘Nutritrainacademy’, para ‘Men’sHealth’.

-Cerveza

-Coliflor, col y repollo

-Cereales integrales

-Garbanzos, frijoles, lentejas

-Frutos secos

-Refrescos

La idea no es que supla estos productos de su dieta, al menos no las legumbres y los cereales que ayudan a mantener una dieta saludable, además de aportar grandes nutrientes al organismo, el objetivo es que antes de su cocción y consumo pueda tratarlos de mejor manera para que sean más beneficiosos para su cuerpo, como dejar los granos en agua antes de su preparación.

Los especialistas recomiendan dejarlas en «remojo» ya sea la noche anterior a su preparación o varios días antes con el objetivo de ablandar su piel y así liberar los azúcares oligosacáridos, los principales responsables de los gases.

«Basta poner a remojar los granos de un día para otro y cambiar dos o tres veces el agua utilizada, de forma que estos oligosacáridos desaparezcan», explica el portal de salud de ‘Seguros Sura’.

Por otro lado, los hábitos alimenticios influyen de manera significativa en el proceso digestivo, por ello es fundamental comer despacio, masticar bien los alimentos y evitar que entre aire en el estómago.

También es recomendable no beber mucho líquido durante la comida, evitar a toda costa las bebidas con gas y azúcares, así como no comer de más, ya que el exceso puede provocar indigestión.

No olvide que, si llega a presentar una molesta gastrointestinal recurrente, debe consultar de manera inmediata con su médico de cabecera, con el fin de que este le pueda brindar el tratamiento adecuado para combatir el problema.


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