El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, solicitará a la reina de Inglaterra, Isabel II una prórroga nada menos que de 999 años en el alquiler de la mansión Winfield House, que funciona actualmente como la residencia del embajador estadounidense en Londres. Se trata de una lujosa propiedad con 35 habitaciones enclavada en Regent’s Park, un enorme espacio verde perteneciente a la corona británica.

Winfield House, que también pertenece a la familia real británica, cuenta con el segundo jardín privado más grande del país (casi 5 hectáreas) después del que tiene el Palacio de Buckingham, y es una pieza clave de la diplomacia de Estados Unidos en el Reino Unido, ya que allí se recibe a dignatarios de todo el mundo y ha sido también lugar de hospedaje de la propia monarca inglesa en algún momento.

La inmensa casona, de estilo neogeorgiano, fue el hogar de la millonaria socialite Bárbara Hutton mientras estuvo casada con Cary Grant y pasó a ser la residencia del embajador norteamericano en el año 1955. El contrato para este usufructo vence en el año 2053, pero Trump está presionando a la corona para que el mismo se extienda por muchos años más. Exactamente, por 999 años, según lo que informa el medio británico The Times.

Un vocero de la embajada estadounidense le dijo al mencionado medio: «Esperamos continuar con la larga tradición de Winfield House como residencia oficial del embajador. Pero como cualquier contrato de arrendamiento, es confidencial y por lo tanto no hacemos comentarios sobre esta especulación».

Aunque esta propiedad no está a la venta en el mercado inmobiliario, se especula con que su precio podría alcanzar millones de libras. Para tener un parámetro, una mansión cercana en el barrio de Kensington de 45 habitaciones fue vendida a Cheung Chung-Kiu, un multimillonario de Hong Kong por un valor de 210 millones de libras -US$281.000.000- a principios de 2020.

La historia de la mansión

Winfield House, la enorme casa del embajador estadounidense, cargo ocupado en este momento por Woody Johnson fue construida por Barbara Hutton en la década del ’30. Allí vivió junto al actor Cary Grant entre 1942 y 1945.

El nombre de la mansión fue un homenaje hecho por Hutton a su abuelo Frank Winfield Woolwort, un magnate dueño de la entonces famosa cadena de tiendas que llevaban su apellido. A partir de 1955, la casa pasó a ser la residencia del embajador.

La mansión, a través de los años, fue visitada por muchas caras famosas y poderosas, además de presidentes, como el propio Donald Trump y su familia, la familia real británica, los presidentes estadounidenses George Bush y Barack Obama, el expresidente ruso Mijail Gorbachov y el primer ministro inglés Winston Churchill, entre muchos otros.

El lugar donde se edificó Winfield House también cuenta con una interesante historia real. El rey Enrique VIII utilizó el mismo terreno para sus jornadas de caza, mientras que la reina Isabel I utilizó una edificación anterior en ese lugar para acoger dignatarios extranjeros.

De acuerdo a lo que consigna el sitio Vanitatis, en 1825 se construyó en ese lugar la Villa Hertford para Francis Seymour-Conway, el tercer marqués de Hertford. Luego vivieron en ella el financista estadounidense Otto Kahn y Lord Rothermere, el barón de la prensa británica. Luego, este lugar fue derribado por Hutton para construir la actual residencia del embajador estadounidense.


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