Paul Alexander, un hombre que por las secuelas de la poliomielitis debió vivir por siete décadas dentro de una especie de cilindro conocido como «pulmón de hierro», falleció a los 78 años. Así lo informó su familia.

El hombre que residía en Dallas, Texas, en el sur de Estados Unidos, contrajo polio a los seis años y quedó paralizado del cuello para abajo. Por ello debió vivir dentro de un respirador mecánico, que mantenía todo su cuerpo encapsulado, con un orificio solo para la salida de su cabeza.

Pese a su confinamiento, fue una persona destacada en sus estudios. Se graduó en Derecho, trabajó en el campo jurídico y escribió un libro. «Fue un honor ser parte de la vida de alguien tan admirado como él», escribió en la madrugada del miércoles su hermano Philip Alexander, en Facebook, al anunciar el deceso de Paul. «Conmovió e inspiró a millones de personas y eso no es una exageración», agregó.

El anuncio

De acuerdo con un obituario en línea, Paul Alexander falleció el 11 de marzo pero las noticias sobre su muerte comenzaron a difundirse este miércoles.

Christopher Ulmer, un activista que apoya a personas con discapacidad y que dirige una recaudación de fondos para Alexander, también confirmó su muerte en una actualización de GoFundMe publicada el martes. «Su historia viajó muy lejos, influyendo positivamente en personas de todo el mundo. Paul fue un modelo increíble que seguirá siendo recordado», dijo Ulmer.

Una publicación de fines de febrero en la cuenta oficial de TikTok de Alexander decía que lo habían llevado de urgencia a la sala de emergencias después de contraer covid-19.

Pulmones de hierro

Los pulmones de hierro son cámaras selladas equipadas con bombas. Al aumentar y disminuir la presión dentro de la cámara, los pulmones del paciente se expanden y contraen, haciéndole respirar. Inventadas en la década de 1920, su uso desapareció después de la invención de la vacuna contra la polio por Jonas Salk, que estuvo ampliamente disponible a partir de 1955 y ayudó a contener esta devastadora enfermedad que causaba parálisis.

Alexander ostentaba el récord mundial Guinness oficial por el tiempo que pasó dentro de un «pulmón». Según reportes, Martha Lillard, de 75 años, de Oklahoma, es ahora la última persona sobreviviente en un pulmón de hierro.


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