Para los que piensan que el sexo oral es sumergir la cabeza entre las piernas y moverse como loca o loco, aquí hay un mensaje. El buen sexo oral arranca de casi nada y puede llegar a todo, pero hay un requisito ineludible: tiene que ser progresivo. Nuestra sensibilidad íntima es fácilmente aturdible y las partes más sensibles del cuerpo pueden quedar algo dormidas si las apabullamos.

Baja o haz que bajen con estrategia. No se trata de chupar, lamer o mordisquear. Se trata de masajear, de tantear, de abordar lentamenteAlgunas personas piensan que chuparla es una expresión aún más íntima que la penetración. Y probablemente estén en lo cierto. No hay nada más comprometido que meterse al otro en la boca: requiere devoción y deseo real.

Todo un arte

Aunque el sexo es todo eso que ya sabemos, fuego e instinto, existe algo de pensamiento abstracto y racional que nos puede venir de diez. Si se ofrecen múltiples talleres de fellatio y cunnilingus, es porque hay algunos secretitos que podemos aprender. Las que los hicimos podemos revelarte algunos ejercicios que se aplican a chicas y chicos.

Para nosotras

  • El humming. El humming toma su nombre de la onomatopeya inglesa «hummmm», que sirve para hacer vibrar los labios mientras emitimos aire controlado. Lo que el aire puede producir es sutil, suave, ideal para los momentos en que la acción empieza o para las pausas restauradoras.
  • El serpenteo. Se logra pronunciando eles exageradas (pero ¡silenciosas!) que hacen que la lengua salga en forma de latigazo de la boca hacia…, bueno, ya sabes hacia dónde..
  • El ABC. El viejo truco de dibujar las tres primeras letras del abecedario sigue siendo una garantía de cobertura total del área femenina.
  • El heladero. Usar la lengua en su estado fofo siempre es una buena idea. Nuestro cuerpo se tensa ante la excitación, por lo que es natural afinarla y ponerla en guardia, pero si sabemos tomar helado, todos podemos lograr esto.
  • El bordeo. Consiste en recorrer los pliegues de la piel más íntima con la lengua (ahora sí) tiesa, un poquito punzante, definitivamente decidida.
  • El reloj. Se aplica bordeando el clítoris de manera circular. Esta técnica nunca falla, lo que suele fallar es su aplicación. La clave para sacarle máximo provecho, en ambos casos, es sostenerlo un tiempito interesante. Tres míseras vueltitas dan una sensación de improvisación que preferiremos evitar. Ge-ne-ro-si-dad, es la palabra clave.
  • La succión. Es llamativo lo poco que utilizamos la succión, pero, OK, reconozcamos que no es fácil. Succionar los poquitos centímetros que representa el clítoris es un arte desafiante, sin embargo, vale la pena intentar. La técnica del pececito es muy eficaz: consiste en cerrar la boca como trompita de selfie y jugar a sacar y entrar el aire de forma entrecortada. Con la boca así, también puedes dar muchos besitos silenciosos seguidos, sosteniendo un ritmo y con cierta intención de sopapa, ¡como hacen los pescados!
  • El fuckface. Esta técnica es un poquito fuerte, pero no por nada es toda una categoría porno. Consiste en tener sexo con la boca o la cara del otro. Las chicas lo hacemos montándonos en su rostro. Sí, sentándonos en sus caras, pidiendo que abran la boca y saquen la lengua y cabalgando de lo lindo. Pero esta técnica también vale para ellos: en su caso, el juego pasa por convertir nuestra boca en una vagina. En ambos casos, de ser posible, hay que mantenerle al otro la mirada como expresión de total consentimiento y devoción. Los fuckfaces no tienen por qué ser despectivos, pueden ser una expresión de amor si ambos encuentran un lenguaje.

Para ellos

  • De rodillas. Puede resultar un tanto incómodo, pero es también terriblemente erótico, más aún si él está vestido..
  • El caminito. No vayas directo al punto, recorre con tu lengua el trayecto desde su ombligo hasta la base de su pene.
  • No le tengas miedo a la baba. Tal vez no sea sexy sentirse como un bulldog, pero la fellatio requiere mucha saliva. De hecho, es un secreto de las trabajadoras sexuales ayudarse con caramelos extraácidos. Muchos sex shops venden mouth watering para estimular las glándulas salivales.
  • No te obsesiones con ir profundo. Aunque es cierto que muchos hombres aman esa sensación de estar «llenándote la boca», puedes dar buen sexo oral sin necesidad de desafiarte. Usa técnicas más enfocadas a chupar a lo largo con lengüetazos y no tanto a masajear con la boca entera.
  • Usa un rico lubricante. Te facilitan masajearle los testículos más suavemente. Atento: el requisito es que sean a base de agua, los que son a base de silicona no se comen. Sostén la mirada. Tan importante como disfrutar de dar sexo oral, es demostrarlo. Si te gusta, una buena mirada fija lo va a dejar clarísimo.
  • Y recuerda siempre: el arte de chuparla requiere dedicación, autodominio y, por sobre todas las cosas, ganas e inspiración. Sin fantasía y deseo, no habrá técnica que valga.

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La protección durante el sexo oral

En Argentina, nuestra cultura de protección ante el sexo oral es nula. El mercado apenas ofrece dos o tres condones saboreados y ninguna (¡ninguna!) placa de látex de las que se usan sobre la vagina para proteger a quien le da sexo oral a una mujer. Ni hablar de que tampoco existen campañas de prevención y concientización.

En nuestros golpes de lucidez, la mayoría nos tranquilizamos pensando que el índice de contagio a través del sexo oral es menor que en otras prácticas, pero, si bien esto puede ser verdad en ciertos casos, no lo es en todos. De hecho, el crecimiento de enfermedades como la clamidia, que puede no presentar síntomas y aún así ser súper peligrosa, se ha triplicado en nuestro país durante los últimos años.

Tenemos que ser capaces de cuidarnos o, como mínimo, chequearnos anualmente para asumir nuestra libertad de manera responsable con nosotras y con nuestros amantes.

Experta consultada: Silvina Valente Ginecóloga y obstetra. [email protected].

Por: Denise Tempone


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