Foto: Jesús Navas

La fuente de soda Trolly, ícono en Caracas desde 1953, es ejemplo de resistencia. Sigue estando en el tope de los lugares favoritos de Oscar D’León al terminar un concierto en su ciudad, de Édgar Ramírez cuando visita Venezuela, de Maite Delgado o Viviana Gibelli cuando desean compartir junto a sus familiares o de las mises la noche de la elección del Miss Venezuela.

Es un viaje al pasado, sí, pero con visión de futuro. Eso se refleja tanto en sus espacios como en el despliegue de opciones gastronómicas que ofrecen en el menú. Su comida, hasta la fecha, puede que sea sinónimo de sencillez. Su sello y calidad, sin embargo, calaron en la memoria gustativa caraqueña hace más de 7 décadas. Hoy, como si se tratase de una fórmula mágica, continúa haciéndolo.

Su actual CEO, María Dolores Ruíz, hija del único dueño, dice: «Nuestro éxito se basa en la constancia; con ella todo se alcanza».

De vagón ambulante a restaurante

Foto Jesús Navas

Trolly vio luz en 1953 como un vagón ambulante en Los Chaguaramos, el cual tenía por dueños a reconocidos diplomáticos que resultaron admiradores de la tenacidad y el profesionalismo de un jovencito llamado Antonio Ruiz Estrada, quien trabajaba para ellos en el lugar. «Mi papá llegó de 17 años a Venezuela desde Canarias, Tenerife. A los 20 se hace dueño de El Ciempiés; con este nombre fue bautizado Trolly en sus inicios y es así como comienza la peregrinación de su vagón por Caracas», recordó María Dolores Ruíz.

Para 1954, el pequeño tráiler llegó a Chacaíto, a la Torre Fondo Común. «En 1955 se trasladó a lo que hoy es el Centro Lido. De allí partió a lo que, actualmente, es la Torre Banesco en Las Mercedes», compartió la segunda generación a cargo de Trolly.

Finalmente, ese mismo año el negocio se trasladó a la Torre Torreón, en la avenida Veracruz de Las Mercedes. Allí permaneció hasta 1972, pero con un local anexo construido debido a la gran demanda de comensales. Y es el 25 de febrero de ese año cuando le venden a Estrada un terreno donde desarrolló un centro comercial que le dio vida a lo que hoy día es el restaurante. «Estábamos antes en el local 1, donde ahora hay una tienda Apple, pero cambiamos al más grande y cómodo en 1979. Desde ahí somos la fuente de soda que conocemos».

“Con toda honestidad, mi papá fue de los primeros emprendedores de aquella época dorada en Caracas. Los verdaderos startups comenzaron con gente como él”

Bienvenidos a los 60

Actual CEO de Trolly, María Dolores Ruíz | Foto Jesús Navas

Es un lugar que se conserva intacto pese a las modificaciones que ha venido presentando con el pasar de los años. Al atravesar sus puertas, se entiende el por qué fue una fuente de soda pionera de las bebidas envasadas, helados, malteadas y comida fácilmente comerciable en restaurantes fast food.

Los asientos se inspiran en diseños de los años 50 y 60. Los muebles son amplios y cómodos. «Siguen siendo los mismos que hace 70 años y no los cambiaríamos por nada», afirma su dueña. La decoración es vintage. Entre rocolas, teléfonos públicos y letreros capitaneados por caricaturas y series de la época, se abre espacio a la imaginación a través de los colores –fucsia y aguamarina– y el diseño. Mi bella genio saluda desde una de las mesas mientras la Pantera Rosa prohíbe el paso a la zona de personal autorizado; en el ínterin, Elvis y Popeye dan la bienvenida al baño de caballeros. Por su parte, Vilma y Betty Boop al de las damas.

En Trolly todo está pensado para traer el pasado al presente y para que el futuro no se olvide de él. «Queremos que la gente tenga un encuentro con nuestro espíritu retro, pero también damos una experiencia atemporal y multitarget que nos distingue del resto», señaló María Dolores con un jingle de fondo hecho especialmente para el local cuyos ritmos se asemejan al shoo-bop sha wadda wadda yippity boom de la película Vaselina, estelarizada por John Travolta y Olivia Newton John.

Platos insignes en Trolly

«No hay nada que nos haga más felices que la simplicidad y por eso la explotamos a más no poder entre nuestras opciones», subrayó María Dolores. «Lo gourmet es cool y la tendencia al esnobismo puede que más, pero nosotros queremos rescatar la sencillez del menú con todas sus letras. Nos hace feliz lo sencillo y lo auténtico», aseguró. «Desde el principio fuimos distintos, comenzando con las tostadas», señaló la hija de Antonio Ruíz Estrada. «Así llamamos a nuestras arepas y con ellas empiezan las combinaciones que nos hicieron famosos».

María Dolores Ruíz aún recuerda que su papá compraba las arepas congeladas. «Esa era la fórmula usada por quienes le vendieron el vagón. Sin embargo, no la empleó por mucho porque, en poco tiempo, formó su propia identidad a través sus inventos».

Del ensayo y error nacieron las conocidas catirrusia y quesera. La primera, con relleno de queso amarillo y full de tocineta. La segunda, con tres tipos de queso: amarillo, guayanés y americano o Kraft, también con tocineta. «Todas nuestras tostadas tienen un sello de bacon que las hace únicas», compartió Ruíz. «Ojo, también se pueden combinar con aguacate, pollo, carne, más quesos y pernil. Son muy versátiles», añadió.

Merengada de Oreo, una de las más pedidas en el menú de Trolly

Estas combinaciones fueron responsables de abrir un nuevo abanico de opciones a las papilas gustativas de los comensales. Las merengadas también son emblemáticas. La Nancy Ramos es de fresas naturales con helado de fresa. La Trino Mora es de mantecado con mango. La Trolly es de helado de mantecado con lechosa y un toque de canela, y la Pantera Rosa es la versión femenina de la merengada de Oreo, con mucho chantilly y sirope de fresa.

Si se trata de hamburguesas, la de pollo crispy ha cautivado el corazón de los clientes. Por su parte, la Trolly Burger y su doble carne es infaltable entre alguno de los comensales. Además, tienen un chupe de pollo «de rechupete», dice María.

Con este menú, la juventud de una época se reunió en forma de patotas a vivir la experiencia. «Aún recuerdo que venían de diferentes clubes de la ciudad a congregarse. Trolly era ese punto de encuentro. Con eso en mente, queremos volver a serlo», manifestó su CEO.

¿Momentos difíciles?

Para Trolly, han existido dos momentos cruciales: el año 2000 y 2022.

Gerencialmente, es bien sabido que las marcas evolucionan cada 20 años. Los mercados son cambiantes y se vuelven más competitivos. Por esta razón, se vuelve un deber el ir a la par de la transformación y el progreso. «Desde Trolly nos basamos en la neurogastronomía; estudiamos gerencia de alimentos y bebidas, pasando por protocolo y etiqueta e inclusive introdujimos psicólogos clínicos para nuestros colaboradores y trabajadores. Fue en el año 2000 que perpetuamos esto de cara a los nuevos tiempos».

Llegó entonces la hecatombe financiera y luego la pandemia. «Durante el covid, hicimos hasta un Manual de Normas y Procedimientos que no teníamos; nos tomamos el tiempo de estandarizar nuestras recetas, hicimos muchas cosas mientras todo el mundo decía que estábamos paralizados. Eso nos hizo igual de resilientes que los demás venezolanos».

Salieron airosos de aquellas épocas, pero con la premisa de que era necesario pedir un permiso público para una retirada limpia. Para un resurgimiento.

Foto Jesús Navas

«Así fue como el 1 de julio de 2022 tomamos la decisión de hacer una pausa. Cerramos puertas, pero no definitivamente. Entendimos que necesitábamos mejorar, sobre todo a nivel gerencial. Reestructuramos nuestro organigrama de A a Z y nos planteamos un regreso igual de completo. De esta manera, reabrimos el 15 de diciembre de la mejor manera que podíamos, y como nuestro público y la ciudad se lo merecen», declaró.

Mejoras

«Estamos afinando procesos pues se vienen cosas muy bonitas… Pero lo hacemos sin bulla. Con orden y tiempo se encuentra el secreto para hacerlo todo, y bien», aseveró.

Sin embargo, describió que la inclusión de una terraza con toldo al lado del local, llamaría la atención que tanto buscaban para este 2023. «Es un punto diferente para los trolly lovers que nos exigen estar a la altura de lo que está pasando en la movida caraqueña. Somos un negocio pequeño, pero con un gran corazón y mucha imaginación». Hasta la fecha, han explorado también en el ámbito musical, apoyando a talento emergente venezolano como las bandas Panorama, Acrilic Band, Morango y hasta primeras actrices como Elaiza Gil, presentándose en funciones privé.

Evalúan la posibilidad de incluir una máquina de refill y otras de helados self service, estilo sluprpees. «Eso viene, te lo aseguro», prometió María Dolores.

“No somos una cadena grande, pero somos únicos y queremos dar lo mejor”

Nueva terraza ubicada en el exterior del restaurante

¿Leyenda urbana o Mandela effect?

¿El Trolly fue alguna vez atendido en patines como en las películas? «Sí y no. Pasa que fuimos parte de un proyecto cinematográfico especial durante un tiempo. Se hizo todo el espectáculo de meseros y meseras en patines atendiendo al público en sus carros, pero fue por corto tiempo. Sin embargo, quedó en la memoria del colectivo», recalcó.

La historia se remonta al local 1, que tenía una arquitectura muy especial, geométrica, que sobresalía mucho visualmente; con ello, un productor de cine (cuyo nombre María Dolores aún intenta descifrar) hizo ese plan y fue un exitazo. «Lástima que en aquel tiempo no existían las redes sociales como hoy día porque fueron, literalmente, momentos Kodak», aseguró.

Con tanta historia detrás, algo que queda claro es que Trolly es un tributo de amor, constancia y trabajo, como lo indicó María. «También somos una filosofía; somos cultura y estilo de vida. Además, tenemos un sistema de valores denominado CREO, donde nuestros servicios tienen que ser cordiales, respetuosos, empáticos y oportunos», apuntó. «Creemos en las energías y en ser la mejor versión de nosotros mismos. Ese es el cambio que necesita el mundo, respectando siempre a los demás y honrándonos a nosotros mismos», concluyó.

Equipo Trolly

14 personas le dan vida al negocio y se guían bajo las normas del amor y la mística de sus primeros dueños: los padres de María Dolores.

Redes Sociales

@eltrolly | Están en todas las redes sociales. Hasta en Twitch.

Horarios

De domingos a jueves desde las 8:00 am hasta la 1:00 am. Viernes y sábado desde las 8:00 am hasta que el cuerpo aguante.

Se sirven desayunos, almuerzos y cenas. Planean incluir el Menú ejecutivo, además de los populares brunch sábados y domingos.

Precios

Entre 17 y 20 dólares p/p. Incluye un plato principal y merengada o postre.

Dirección

Calle La Guairita. Centro comercial El Trolly. Las Mercedes. Caracas.

El restaurante sigue siendo una fuente de soda de los 50 en Caracas

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