El nacimiento de un empredimiento muchas veces tiene que ver con historias personales. Es el caso de las Cabraqueñas. Ninoska Pérez debió buscar alternativas para suplir los antojos de su hijo que es intolerante a la lactosa y junto con su prima Sary Monsalve comenzaron a hacer experimentos con el queso de cabra.
El éxito entre sus familiares y amigos las animó a aspirar mucho más allá. Pérez es industriólogo y Monsalve odontólogo pero con conocimientos en panadería. A partir de las pruebas hechas en casa, comenzaron a producir a pequeña escala.
Lo primero que dieron a conocer fueron los tequeños de queso de cabra, que llaman cabraqueños. Son los tradicionales pasapalos, con una fina masa que cubre una buena porción de queso de cabra. Los venden congelados y se fríen directo.
A esta receta tradicional han adicionado otras combinaciones, como el cabraqueño capresa, que lleva tomate seco y albahaca; el de pesto de albahaca; para los que les gustan los contrastes, el de guayaba y queso y para los que les gusta lo nuevo, de plátano y avena.
Pero las Cabraqueñas no detienen su capacidad creativa y también ofrecen mandocas de queso de cabra y pasteles de ricota de cabra que pueden combinarse con tomate seco y albahaca, ají dulce con papelón o nueces, sal marina y romero.
“Ya el queso de cabra es para nosotros un elemento diferenciador. Trabajamos con los quesos que nos provee @lagranjaejecutiva. Siempre estamos en constante búsqueda para satisfacer las necesidades de nuestros consumidores. Constantemente estamos buscando nuevos productos. Nuestros cabraqueños son completamente artesanales y los hacemos con mucha atención a los detalles”, expresa Pérez.
Trabajan por pedidos, pues producen los martes y los jueves y entregan los miércoles y los viernes. También tienen la modalidad de “arma tu caja”, pues ofrecen precios por unidad para que los clientes escojan las cantidades de lo que prefieren.
Instagram @lascabraqueñas. Whatsapp 0414 161 34 91.