La princesa Amalia de Holanda cumplió sus 17 años en agosto último, y la vida privada de la heredera al trono despierta un gran interés alrededor del mundo. Algunos pensaron que quizás un príncipe belga de su misma edad, con quien la familia real holandesa tiene muy buena relación, podría ser el «novio secreto» de la hija mayor de la reina Máximay el rey Guillermo. Sin embargo, no solo no hay indicios de un romance, sino que además tiene prohibido casarse con él.
Se trata de el príncipe Gabriel de Bélgica, quien tiene tan solo dos meses de diferencia de edad con la heredera de la corona de Holanda. Es hijo del rey Felipe y la reina consorte Mathilde y es el segundo en la línea de sucesión después de su hermana mayor, Isabel.
Sucede que, según un decreto belga, ningún miembro de la familia real de ese país puede casarse con un miembro de la Casa real de Orange-Nassau. Esta misma ley aplica para las hermanas de Amalia, Alexia y Ariane, que tampoco podrían pasar por el altar con un príncipe de la realeza de Bélgica.
El motivo de esta prohibición data de 1830, el año en que Bélgica declaró su independencia del reino de los Países Bajos. La ley prohibió las bodas para demostrar que la corona holandesa ya no poseía ningún poder sobre los belgas.
En caso de que sucediera un posible romance, los reyes tendrían que evaluar la posibilidad de dejar sin efecto aquella condición, para aprobar el primer matrimonio que volvería a unir ambas casas reales.