Ayuno de agua: ¿cuáles son los pro y contras para la salud?

La hidratación se ha convertido en un gran negocio en los últimos años y la gran variedad de opciones es prueba de ello. En los pasillos de los supermercados puede encontrarse agua con sabores, con gas, destilada, purificada o de manantial y a menudo etiquetadas como más saludables, naturales y puras.

En los últimos tiempos ha aumentado el consumo de agua embotellada y son muchos los que beben a diario de este tipo frente a la del grifo, sin embargo, según diferentes estudios, en la mayoría de los países de la UE, el agua del grifo está controlada, es segura para beber y, por lo general, sabe bien. Los expertos explican que en muchas ocasiones la elección del agua del súper frente al agua del grifo está relacionada con ideas preconcebidas más que con experiencias reales o características del producto.

Los riesgos del agua embotellada

Un estudio, que se acaba de publicar en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences y realizado por investigadores del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia (EE.UU.), ha concluido que el agua embotellada puede contener cientos de miles de pequeños trozos de plástico no identificados hasta ahora.

Los científicos descubrieron que, en promedio, un litro contenía unos 240.000 fragmentos de plástico detectables, entre 10 y 100 veces más que las estimaciones anteriores, que se basaban principalmente en tamaños más grandes.

Los nanoplásticos son tan pequeños que, a diferencia de los microplásticos, pueden pasar a través de los intestinos y los pulmones directamente al torrente sanguíneo y desde allí viajar a órganos como el corazón y el cerebro. Pueden invadir células individuales y atravesar la placenta hasta los cuerpos de los fetos. Los científicos médicos se apresuran a estudiar los posibles efectos en una amplia variedad de sistemas biológicos.

Los investigadores de la Universidad de Columbia planean analizar el agua del grifo, que también se ha demostrado que contiene microplásticos, aunque muchos menos que el agua embotellada.

Agua envasada y agua mineral

El agua embotellada no tiene por qué ser agua mineral. Según explican expertos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en el mercado se pueden encontrar distintos tipos de aguas envasadas:

Agua mineral natural

Agua mineral natural es agua subterránea, pura en origen. Su composición mineral es constante, siempre la misma. Las aguas minerales deben presentar análisis periódicos para demostrar la constancia de su composición. El 96 % del agua envasada que se vende en España es agua mineral natural.

Agua de manantial

Las aguas de manantial son también aguas de origen subterráneo que poseen características de pureza que permiten su consumo, pero se diferencian de las anteriores porque su composición es menos estable y constante.

Aguas preparadas

Es agua que se ha tratado (para hacerla potable, por ejemplo), o aguas de abastecimiento público preparadas: son aguas del grifo envasadas que se suelen usar para suministro público en cortes de agua por averías u otras circunstancias.


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