ordenar casa
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Con la pandemia, la mayoría de las personas multiplicó el tiempo que pasa en sus hogares, una estadía que dificulta ordenar la casa y que se mantenga así. Con la cuarentena creció el desorden y el tiempo que se dedica a la limpieza. Muchas veces sucede que las personas tienen la sensación de que «viven ordenando» y que al poco tiempo la casa vuelve al caos que se intenta evitar.

Ya es sabido que un ambiente limpio y ordenado otorga paz mental y tranquilidad mientras que el desorden contribuye al estrés. Es por eso que un nuevo método promete resolver el problema con consejos muy sencillos y en muy poco tiempo al ordenar la casa.

Se trata del «método de los dos minutos», que cada vez gana más adeptos porque permite realizar tareas simples y cotidianas y eliminarlas de la limpieza general casi sin darte cuenta. Es, fundamentalmente, un cambio de hábitos.

Cinco consejos para mantener el orden

Aunque algunas puedan parecer una obviedad, generar estas costumbres puede ser la clave para terminar con las jornadas eternas e infructuosas de limpieza.

¿En qué consiste? Es muy simple: establece que si una actividad tarda menos de dos minutos en completarse, no debe posponerse para más tarde, sino que debe realizarse de inmediato. A continuación, algunos ejemplos:

1. Cuando uses un plato o vaso, lávalo inmediatamente y evitarás que los trastes sucios se acumulen en el lavavajillas.

2. Lleva al cuarto de lavandería la ropa del gimnasio después de usarla, igual la ropa del colegio de los niños y el delantal de la cocina para que no se amontonen. Cuando se reúna un volumen considerable, ya tendrás las piezas ordenadas para lavar.

3. Cuelga la ropa usada apenas te la quites, en lugar de dejarla en la silla o sobre la cama. Evitarás generar una pila de ropa y, además, impedirás que se arrugue.

4. Despeja el recibidor para que evites que se acumulen cartas sin abrir, sobres y otros papeles que uno acostumbra a “traer” de la calle.

5. Mantén despejada la mesa del comedor e impide que reposen montañas de papeles que, antes o después, se terminan desechando.


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