El jugo de naranja es una gran fuente de vitamina C. Los expertos recomiendan beber al menos un vaso al día, siempre y cuando sea zumo natural para evitar los azúcares y colorantes de los jugos envasados.
El National Institute of Health indica que esta vitamina es de gran importancia para el organismo, ya que actúa como antioxidante, mejora la absorción de hierro y el proceso de cicatrización de las heridas. Asimismo, esta fruta también contiene ácido fólico, indispensable para la regeneración de tejidos y la formación de glóbulos rojos.
El jugo de naranja puede proveer energía puesto que contiene un bajo índice glucémico, lo que quiere decir que eleva la cantidad de azúcar. Esto lo hace mejor que una taza de café o una bebida energizante. Por eso se recomienda tomarlo en las mañanas para tener la energía suficiente durante todo el día.
Por otro lado, se sabe que el jugo de naranja ayuda a regular algunas funciones del aparato digestivo. Actúa en la asimilación de nutrientes y la fibra en su interior facilita el movimiento intestinal para la correcta digestión y el bienestar del organismo.
Al respecto, un artículo de la Revista de Divulgación Científica y Tecnológica de la Universidad Veracruzana comenta que la fibra de la naranja también está involucrada en el crecimiento de bacterias probióticas y benéficas en el intestino.