El cáncer de páncreas se trata de uno de los cánceres más difíciles de diagnosticar. Por esta razón los síntomas aparecen cuando la enfermedad está muy avanzada, alertó Mauricio León Rivera, director de la Liga Contra el Cáncer, director médico del Centro Detector del Cáncer y Cirujano Oncólogo de la Clínica Ricardo Palma, en Perú.
El páncreas es una glándula situada en el abdomen, entre el estómago y la columna vertebral, cercana a otros órganos como el intestino o el hígado. El órgano es el encargado de fabricar insulina y otras hormonas que llegan al flujo sanguíneo y circulan por todo el organismo con el objetivo de emplear la energía procedente de los alimentos.
El experto explicó que la tomografía abdominal o algunas veces, una buena ecografía abdominal suelen ser las pruebas más frecuentes para el diagnóstico de cáncer de páncreas. Sin embargo, detectar un tumor pequeño es un verdadero reto, ya que, al situarse detrás del estómago, es un órgano muy profundo y difícil de visualizar. Si, por ejemplo, el tumor se localiza en la cola del páncreas, es imposible detectarlo por ecografía.
Síntomas:
Mauricio León Rivera, director de la Liga Contra el Cáncer, advierte cuáles algunos de los signos y síntomas relacionados al cáncer de páncreas:
- Pérdida de peso sin razón aparente
- Falta de apetito
- Fatiga mayor a lo habitual
- Dolor persistente en la parte superior del abdomen que irradia hacia la espalda
- Tinte amarillento en la piel y/o mucosas.
Tratamiento
Aproximadamente solo 5% de los pacientes con este cáncer pueden curarse con un tratamiento que generalmente es multidisciplinario. El tratamiento se basa en cirugía, quimioterapia, radioterapia, a veces localizada usando el “cyberknife” y/o inmunoterapia. Eso demuestra la agresividad de este tipo de neoplasia. Aunque no está clara la causa de esta enfermedad, se sabe de algunos factores de riesgo. Entre ellos está el tabaquismo, obesidad, antecedentes de pancreatitis crónica y hasta la diabetes.
El director de la Liga Contra el Cáncer mencionó que es importante conocer el estadio de la enfermedad y determinar si se puede operar o no. “La cirugía siempre debe ser hecha por cirujanos oncólogos especialistas en el área abdominal, al ser un procedimiento de gran complejidad. Si lamentablemente la enfermedad se disemina a otros órganos, lo que ocurre en más de la mitad de los pacientes, ya no es posible curarse. En ese caso, la terapia paliativa la mejor arma, mejora la calidad de vida al controlar algunos de los síntomas», remarcó.