“Todo me da vueltas”. “No oigo bien por este oído”. “Siento que me voy a caer”. Estas son frases comunes entre quienes han padecido laberintitis. Se le llama así a la inflamación del laberinto, la estructura del oído interno que ayuda a regular el equilibrio. Esta serie de pequeños canales contiene fluidos y “sensores” que se comunican continuamente con el cerebro para mantener el balance: cuando esa estructura se irrita y se hincha, además de sensación de mareo, también puede provocar pérdida temporal de audición de un solo lado, náuseas y tinnitus o zumbido. En algunos casos puede haber dolor de oído, visión borrosa y dolor de cabeza.

Se consideran factores de riesgo los cuadros virales recientes que hayan afectado las vías respiratorias o el oído, así como las alergias y la fatiga, el consumo de alcohol en cantidades elevadas, el hábito de fumar y el estrés. La ingesta de algunos fármacos, como la aspirina, también puede influir. Este problema puede diagnosticarse en función de los síntomas, del examen físico y la historia médica. El especialista no sólo debe evaluar los oídos; también puede revisar los ojos para descartar otros problemas en el sistema vestibular. Según sea necesario, puede indicar estudios diagnósticos.

Por lo general, las molestias más intensas suelen aliviarse al cabo de una semana y desaparecer en las siguientes. Para disminuir los síntomas, el médico puede indicar un tratamiento con corticoesteroides destinado a desinflamar el oído interno. De acuerdo con la causa posible, puede recetar antihistamínicos en caso de que se asocie con alergias o antibióticos si está relacionado con una infección bacteriana, así como otros fármacos que ayuden a atenuar molestias como las náuseas o la sensación de mareo. También puede recomendar cierto grado de reposo y evitar los cambios bruscos de postura.

¿Qué hacer? Ante los episodios intensos de vértigo, sentarse y permanecer tranquilo un rato es la mejor opción para que los mareos cedan poco a poco. Si son muy recurrentes, es aconsejable hacerse acompañar por alguien que actúe como soporte para evitar caídas. La luz brillante de pantallas y televisores también puede ser un gatillo, por lo cual conviene moderar su uso en estos casos. Por motivos de seguridad, mientras dure una crisis de laberintitis está contraindicado manejar, hacer ejercicios que requieran estabilidad como correr, montar bicicleta o escalar y operar maquinaria pesada. Esto reduce el riesgo de sufrir caídas o de causar un accidente.

Es importante acudir rápidamente al médico si los síntomas se acompañan de abundantes vómitos, dificultad para hablar o moverse, sensación de debilidad, fiebre o desmayos, para descartar otros problemas.

Fuentes consultadas: Medscape: https://emedicine.medscape.com / NHS: www.nhs.uk/ WebMD: www.webmd.com / Healthline: www.healthline.com/


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