Anemia niños
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La anemia es la falta de suficientes glóbulos rojos sanos en el cuerpo para que transporten un nivel específico y adecuado de oxígeno a los diferentes tejidos del cuerpo.

En los niños, la anemia puede llegar a ser muy frecuente, ya que muchos de ellos tienen deficiencias en su alimentación, específicamente en el hierro. La ingesta de hierro se traduce como diferentes tipos de carne principalmente, debido a este factor, son los niños con familias de escasos recursos una de las poblaciones más vulnerables.

Este es un tema que quieren alertar desde la Asociación Colombiana de Hematología y Oncología Pediátrica, (Achop).

La anemia también es considerada como un trastorno de la sangre debido a los niveles bajos de la hemoglobina, que es la molécula que se encuentra dentro de los glóbulos rojos y que se encarga de transportar el oxígeno que llega al resto del cuerpo. “Esto es de suma importancia ya que al faltarle al niño esta molécula se empieza a sentir muy cansado, fatigado o sin ánimo”, afirma la doctora Linda Milena Araujo, hematóloga oncóloga de Achop.

Es importante recalcar que el hierro no se produce por sí solo en el cuerpo, sino que al obtenerse de los alimentos que se ingieren. En el caso de las carnes, son muy fáciles de absorber, aumentando de manera más rápida la hemoglobina. Mientras que el hierro que se encuentra en las verduras se absorbe en menor cantidad y rapidez.

Además, la anemia también se puede presentar por un tema hereditario, ya que esta se puede llegar a transmitir desde la madre.

Por otra parte, la anemia asociada al cáncer muchas veces es un tema que genera confusión y angustia en los padres. Se cree que el hecho de tener anemia es igual a cáncer y esto no es así.

Los síntomas

Para hablar de cáncer, en el caso de la leucemia, no solo se involucran los glóbulos rojos, sino también otras células que no logran madurar y no tienen ninguna funcionalidad en el cuerpo. Esto genera dolores articulares intensos, fiebres continuas de más de dos semanas, formación de moretones que indican que las plaquetas no están haciendo su función adecuada, lo cual significa que hay un problema en la médula ósea.

Al faltarle hemoglobina, molécula que se encuentra en los glóbulos rojos, el niño se empieza a sentir muy cansado, fatigado o sin ánimo.

Si se presenta alguno de estos síntomas es necesario ir a un chequeo médico, para detectar qué está pasando.

Si los padres o cuidadores se percatan de que el menor se siente cansado, se le ve pálido, tiende a dormirse muy fácil o no termina sus actividades por el cansancio, debería consultar con un médico.

Además, si a los anteriores síntomas se suman sensación de fatiga, siente que su corazón late mucho más rápido, tiene dificultad para respirar o al realizar alguna actividad física así sea mínima se cansa, estos también son signos de alarma por los que debe consultar.

¿Cuáles son los tipos de anemia en niños?

Cabe mencionar que existen varios tipos de anemia, entre los que se destacan, por ejemplo, la anemia falciforme. En este tipo de anemia, si bien existe un tratamiento que puede ayudar, la condición no tiene cura, por ello, el diagnóstico y seguimiento son claves para la calidad de vida de los niños.

Para realizar su diagnóstico se requieren análisis de laboratorio o estudios de diagnóstico por imágenes. “Aquí el tratamiento dependerá del estado de gravedad del paciente. Incluye medicamentos, transfusiones de sangre y, con menos frecuencia, trasplante de médula ósea”, explica la doctora Araujo de Achop.

Además de la anemia por deficiencia de hierro en la sangre, que es la causa más común, existe también la anemia megaloblástica. Esta ocurre cuando los glóbulos rojos son demasiado grandes por falta de ácido fólico o vitamina B-12.

Por otra parte, existe la anemia hemolítica, la cual se presenta cuando se destruyen los glóbulos rojos. Las causas de este tipo son diversas pero se debe principalmente a infecciones graves o ciertos medicamentos.

Adicionalmente, se puede presentar la anemia de Cooley, que es hereditaria, o la anemia aplásica, que consiste en la incapacidad de la médula ósea para producir células sanguíneas. De ahí la importancia de consultar con un especialista ante la presencia de síntomas.

Asimismo, determinados tipos de cáncer, incluyendo el linfoma y la leucemia, pueden provocar anemia.

Prevención

Para poder prevenir en muchos casos la anemia es necesario educar a los niños, sus padres y cuidadores en cuanto a los alimentos, y tener una dieta saludable.

Se debe incorporar un buen consumo de carnes y vitamina C, que se puede encontrar en frutas como la guayaba, naranja, limón, fresa. También se pueden consumir en jugos pero sin lácteos ya que este componente contrarresta el hierro que se está consumiendo. Además se deben evitar productos dañinos como gaseosas, alimentos ultraprocesados, el café, entre otros


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