Alcohol y erotismo
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¿Gimnasia? ¿Yoga? ¿Meditación? ¿Literatura? No. Muchos matan el tiempo libre en la cuarentena más larga del mundo con alcohol y erotismo. Esto es lo que surge de dos estadísticas conocidas en Buenos Aires, la capital argentina cuyos habitantes están encerrados desde hace más de 100 días, debido a la pandemia de covid-19 que ya produjo alrededor de 70.000 casos y 1.400 muertes en el país.

El consumo de vino viene en caída desde hace años, en especial entre los jóvenes, quienes prefieren la cerveza. Pero la cuarentena impuesta en esa ciudad y sus enormes suburbios desde el 20 de marzo produjo el milagro.

Los datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) indican que, después de una caída de 6,7% en marzo, las ventas de vino aumentaron 1,1% en abril y 1,9% en mayo. Estos porcentajes, respecto a los mismos períodos de 2019, son pequeños, pero ocurren en una ciudad con bares y restaurantes cerrados. Indican, entonces, un consumo ciento por ciento hogareño.

Por otro lado, una encuesta del Instituto Gino Germani, asociado al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) confirma la tendencia y brinda algunas pistas sobre los motivos.

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El triple de bebedores

El sondeo, realizado vía internet, abarcó a 5.000 hombres y mujeres mayores de 18 años que llevaban entre 45 y 50 días de cuarentena, y revela que se triplicó la cantidad de personas que, ahora, beben todos los días. 44,85% de los encuestados dice que aumentó su consumo de alcohol, 33,89% que bebe lo mismo que antes y 21,26%, que ahora toma menos.

Los investigadores Ana Camarotti y Daniel Jones, que dirigieron el estudio, partieron de los comentarios de las redes sociales para indagar un poco más en la conducta social. Los participantes de la encuesta que toman vino todos los días pasaron de 5% antes de la cuarentena a 15% en mayo (la cifra es aún mayor entre los 35 a 44 años de edad).

Pero del estudio del Instituto Gino Germani también surge un dato positivo: la cantidad de personas que dicen que no toman alcohol subió de 8,5% a 15,95%. Y también disminuyó, por el cierre de bares y restaurantes, la cifra de quienes bebían todos los fines de semana (de 10 a 5%).

A la hora de responder por qué recurrieron al vino, la cerveza u otras bebidas alcohólicas con mayor frecuencia, 42% lo relacionó con tener más tiempo libre; 33% con factores emocionales; 29% con la falta de rutina o desorganización del tiempo y 20%, directamente, con el aburrimiento.

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Alcohol: un clásico de la evasión

Según la psicología, el alcohol es un método de evasión clásico. Sin embargo, sería contraproducente. Según la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (Sedronar), el consumo de alcohol profundiza varios sentimientos que produce el aislamiento social, como angustia, tristeza o ansiedad.

El erotismo también pegó fuerte ante el aburrimiento o la preocupación constante. En febrero, Netflix comenzó a divulgar un top ten de las películas y series más vistas en la plataforma, que en la Argentina tiene unos cuatro millones de usuarios y ofrece alrededor de 4.400 títulos. El ranking es bastante discutido porque toma en cuenta los filmes y series que son vistos al menos 120 segundos en un día y región determinadas.

Sin embargo, FlixPatrol permite establecer lo más visto de Netflix con abundancia de datos estadísticos. Según FlixPatrol, en mayo, la serie de Netflix más vista fue White Lines, una historia de drogas y sexo ambientada en Ibiza, y realizada por Álex Pina, autor de La casa de papel. En junio, 365 DNI, una película de porno blando, pasó a ocupar el primer lugar entre los filmes de Netflix. Recién a fin de mes fue destronada por Wonder Woman, pero se mantiene entre las tres más vistas.

Una mezcla contraproducente

La mezcla de sexo y vino podría ser, de nuevo, contraproducente. La Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas Sedronar advierte: “El alcohol puede producir problemas de impotencia sexual y afectar los cuidados en las relaciones sexuales”.

Pero, en cuarentena, el erotismo no sería un aperitivo sino el acompañamiento de prácticas virtuales o de autosatisfacción. En abril, uno de los infectólogos que asesora al gobierno, José Barletta, convirtió en trending topic de Twitter el hashtag #sexovirtual, porque en una conferencia de prensa aconsejó practicar el sexting.

La cuestión llegó a los medios de España y de otros países de Europa. En un reportaje de la Deutsche Welle (DW), Elizabeth Arian, de Espacio Placer, una tienda de juguetes sexuales de Buenos Aires, dice que aumentaron las ventas de este tipo de productos, también online, porque casi todos los comercios allí están cerrados.

De alguna manera, estos consumidores hacen caso a una de las recomendaciones del Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York: “You are your safest sex partner (Tú eres tu compañero sexual más seguro)”.

Habrá que esperar un tiempo para saber si la extensa cuarentena aumentó el alcoholismo o la adicción a la pornografía o disminuyó la tasa de natalidad. En cambio, existe la certeza de que el alcohol y el erotismo fueron algunas de las vías de escape preferidas ante la incertidumbre.The Conversation

Fernando Arturo Muñoz Pace, Profesor de Periodismo, Universidad de Palermo

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.


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