Un video explicando el dress code de la invitación, con énfasis en ‘prestar atención al estilo’ y en marcado spanglish, lo decía claro: «Queremos que nos acompañes a nuestro Spring parade y estas son algunas propuestas de outfits para que cumplas con el código de vestimenta».
El color era imperativo. Naranja, rosados, verdes, amarillos, turquesas, blancosss. Se prescindiría de lo seguro, lo favorito. No habría cabida para el negro.
Así pues, en una Caracas que en su calendario marca oficialmente la llegada de las temperaturas suaves y agradables, de las lloviznas y el olorcito a tierra mojada que alimenta la vegetación del Ávila, pero que se está viendo opacada por voraces incendios y humaredas cegadoras arrastrando cenizas, este miércoles 10 de abril se llenó de tonos vibrantes. Al menos en una de sus zonas.
Así fue cómo Galería Avanti decoró sus instalaciones, ubicadas en Las Mercedes, de cientos flores multicolores para darle la bienvenida a la Primavera.
La frase «Una bocanada de aire fresco» identificaría el evento que abrió sus puertas de par en par, entre dulces aromas y mucha tropicalización, a clientes VIP, personalidades del mundo del espectáculo, influencers, diplomáticos, medios de comunicación. Se les había prometido un universo de moda y estilo, en medio de siete grandes firmas internacionales, entre ellas 2 venezolanas, con las últimas tendencias de la temporada para este 2024.
Recibir, ubicar, conversar
En las afueras, par de suntuosas jirafas –justo en la entrada–, decoradas entre claveles, margaritas, rosas y gerberas, y un carro de época nuevísimo que parecía sacado de un episodio de Pimp my ride, reality show de MTV, daban la bienvenida al encuentro. Una pequeña bolsa, una flor y un delicado «Vive la Primavera en Avanti» en palabras del personal de protocolo, guiaban a los asistentes, de a poco, al interior del recinto.
Los primeros en observar los espacios para ubicarse y encontrar los mejores ángulos para sus fotos y videos fueron los miembros de la prensa. La cita era a las 4:00 pm y unos 15 minutos después de esa hora, ya había un pequeño grupo en la puerta trasera para ingresar. Los medios tendrían su propia entrada y no era la principal.
Vacía la estancia en principio, la decoración –además de las flores– era bastante minimalista. Quedaba claro que la naturaleza y el color serían los protagonistas, pero aún más el desfile, las prendas y los modelos que las llevarían.
En forma de letra u, un centenar de sillas fueron ubicadas como soldaditos de plomo, una al lado de otra, en toda la planta baja de la tienda. Como por categorías, se cumplía una segmentación: influencers del lado izquierdo, personalidades del medio y clientes de alto perfil del derecho, y prensa justo en frente.
Se pensó, en algún momento, que la jornada se llevaría a cabo en la gran terraza de la galería, como es costumbre. No obstante, la visión de Alexander Materán, jefe de producto textil de Avanti, era usar estratégicamente las escaleras para garantizar una puesta en escena inolvidable.
Corrían los minutos y hacían su entrada caras bellas, todas reconocidas, como la cantante y modelo Romina Palmisano, la Miss Venezuela Internacional 2017 Mariem Velazco, Barbie De Abreu y Alejandra Sandoval, la esposa de Jorge Reyes. También un grupo variopinto y numeroso de jóvenes influenciadoras como Emely Barile y la generación de TikTok venezolana eran ubicadas en los espacios destinados para cada una.
Mesoneros iban y venían como si se fuese a acabar el mundo. Entraban con bandejas repletas de milhojas de salmón, barritas de zanahoria, apio y pepino, colas de cangrejo y enroladitos de vegetales. Se les escuchaba susurrar amablemente «A la orden» mientras se paseaban entre chicas pegadas a las pantallas de sus teléfonos o entre damas sacándose infinitas fotos mientras se hacía la hora del esperado momento.
A las 6:00 en punto, luego de que vestidos, vuelos, lentes de sol (aunque se estaba bajo techo), mucho fucsia y naranja, y también mucha conversa, encuentros e inapagables sonrisas, llegó el momento de Vive la Primavera 2024 en Avanti.
Avanti, el desfile y una gran sorpresa
La exmiss, actriz y empresaria Alexandra Braun fue la maestra de ceremonia. Haciendo una introducción sobre la primavera, su importancia y la fusión de las reconocidas marcas que serían parte del desfile, destacó que dos de ellas, Lust y Essens, tenían sello criollo. Esta última, de hecho, es nueva en el piso de moda de la tienda.
Reiterando que Venezuela siempre encuentra la manera de seguir dando de qué hablar, parafraseó lo que el CEO de la marca, Yaser Dagga, recalca a través de su misión: brindar innovación y un abanico de posibilidades para los venezolanos pues «están motivados a seguir adelante cada día y hacer cosas que no se hayan hecho antes, ser mejores», señaló la también esposa del actor Adrián Delgado.
Luego de su breve discurso, las luces bajaron, comenzó a golpear el beat de la música, una gran pantalla en el segundo piso se llenó de flores e inició el espectáculo.
¿La sorpresa? Entre alzadas de cejas, más de impresión que de otra cosa, la supermodelo Sasha Popovich, ícono de las pasarelas y cara de la moda de los 90 en Venezuela, fue la encargada de abrir lo que sería una corte de 46 piezas; todas muy representativas con su ADN. El montaje casi estuvo en consonancia con lo que se ve en las semanas de la moda del mundo. Casi.
Así fue como Lust, Essens, Calvin Klein, Tommy Hilfiger, Silvian Heach, John Richmond, Diesel y Dsquared2, en ese orden, pasaron del día a la noche a través de tonos, texturas y detalles.
El trabajo de Bookings Modeling Agency se notó: solo consideraron a modelos, no a exmisses, presentadores de televisión y/o actores. Este arquetipo, por primera vez en mucho tiempo, se vio reflejado a la perfección en el encuentro, elevando así el nivel de juego al que tanto había apostado Galería Avanti con el show.
Tanto caballeros, como damas y niños, llevaron las prendas con soltura, dinamismo. Ellas con sus estilizadas piernas y largas pisadas que recordaban a una Gisele Bündchen, jovencita, desfilando para Dior en los 2000. Con expresiones estoicas, pelos recogidos en perfectos buns de bailarina y casi sin maquillaje, muy elegantes, hicieron su tarea: vender las piezas.
Ellos, por su parte, guapísimos y muy diferentes entre sí, aportaban la masculinidad que tanto se busca al momento de desfilar. El estilo preppy de Hilfiger, con sus piezas del clásico americano, particularmente de la Costa Este, y Diesel, con sus innovadores jeans convertidos en una alternativa al establishment de la moda de lujo, fueron las marcas que más se enfocaron en sus gustos.
La marca local Lust, especialmente para Avanti, se confecciona en España. Y está pensada en la mujer venezolana que debe cumplir múltiples responsabilidades a diario pero con mucho estilo y elegancia. Algo que se hizo notar, así como Essens, cuyo lema es «transformar las prendas básicas en arte». Sus prendas, aunque pocas, ofrecieron una mirada hacia la versatilidad y, con una sola pieza, era fácil entrever cómo usarlas en innumerables looks y un basto universo de posibilidades.
John Richmond y Silvian Heach, mostraron su filosofía: tener espacio para ropa asequible también puede ser sinónimo de sofisticación. Entre círculos de vibrantes colores, satinados, brillos y descombinaciones que desafiaban la misma combinación de pantones regulares, otorgaron la elegancia y el punto de inflexión entre la informalidad y el estilo. Todo dependiendo del estado de ánimo.
Calvin Klein, con piezas básicas pero 10 % funcionales, y Dsquared2, siempre marcando la vanguardia entre su iconografía canadiense y la sastrería italiana refinada de sus detalles, atraparon el interés de quienes se inclinan por la fusión perfecta entre la moda deportiva y glamorosa, tanto para damas como para caballeros.
La despedida
El show duró, a lo sumo, 10 minutos. Lo esperado, ni más ni menos si se piensa en los desfiles internacionales de Alta Costura. La espera de dos horas, sin embargo, dejó a muchos de los asistentes con un sabor agridulce. Querían más: prendas, vistosidad, desfile.
La despedida fue corta y precisa. Como un corte de escena en una película, el público se levantó de sus sillas y comenzaron las conversaciones, críticas, opiniones, reseñas (de expertos y no tanto) que formaron parte de la experiencia presentada por Avanti aquella tarde que, a medida pasaba el tiempo, iba llenándose de más y más humo.
Entre tés naturales de frutos rojos y negro con parquita, se refrescó el ambiente dándole fin a una jornada que, en general, fue bien recibida por quienes formaron parte de ella.
¿Habrá otra temporada en el calendario? «Eso esperamos», dijeron algunos de los miembro del staff de Galería Avanti.
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