Cuando hablamos de Imbolc nos referimos a un festival de luz que se celebra el 1º de febrero. Está celebración también es conocida como Oimelc, y es uno de los sabbats mayores de la rueda del año desde la antigüedad, en el paganismo y la Wicca. Marca el tiempo medio entre Yule (el solsticio de invierno) y Ostara (el equinoccio de primavera), anunciando el final del invierno, dando inicio al deshielo y al comienzo de la primavera.

Imbolc deriva del irlandés antiguo i bolg que significa «en el vientre» (de la Madre).  Oimelc significa «leche de ovejas», debido a que también es la época del nacimiento de las crías, la hierba comienza a crecer, y el brillante rayo del sol que nació en el solsticio de invierno crece y expande su luz y promesa de vida.

Es Imbolc un festival del hogar y una celebración del alargamiento de los días. Son los primeros signos de la primavera, del fuego sagrado que arde en el hogar, que protege e ilumina y que desde lo profundo de la tierra la va calentando, derritiendo el hielo y abriendo paso a la primavera y a los tiempos de mayor brillo.

En la fiesta de Imbolc se celebra el despertar de la Tierra y el poder del Sol para germinar semillas y así mantener la rueda de la vida girando. Es la Luz que no ha hecho más que aumentar desde el solsticio de invierno, que viene de la mano de la poderosa diosa celta Brigit, que trae el fuego sagrado y el calor a la tierra, llenándola de fertilidad.

Brigit es hija de Dagda «el bueno», el dios más antiguo del panteón celta de los Tuatha de Danann, y es considerada una de las diosas celtas más importantes. Su nombre viene de la palabra celta BRIG que nos habla de poder y autoridad. Significa «la más grande», «la más venerada». También fue llamada la flecha ardiente porque fue asociada con el arte de la fundición de metales, el cual usa la alquimia del fuego para transformar metales en objetos valiosos.

Ella es la diosa del fuego sagrado, del fuego de la inspiración, regalo que muchos desean ardientemente experimentar. Los celtas de antaño suplicaron a la Diosa Brigit por esta chispa divina. También Brigit fue vista en las tierras de Escocia como un cisne hermoso y blanco, tan evasivo como la inspiración misma.

En Imbolc se representa la llegada de la diosa Brigit encendiendo su fuego sagrado con velas y fogatas, se hacen vigilias y se preparan rituales para recibirla. La leche del primer ordeño se vierte en el suelo para estimular las nuevas vidas, y el regreso del calor y el poder creciente del Sol.

Imbolc es una fiesta de purificación, de renovación y preparación para los tiempos por venir, desde la antigüedad se limpiaban las casas, se preparaban los productos de lácteos, por eso se asocia con el color blanco, se coloca el manto verde de Brigit fuera de la casa, para que la diosa dejara en él sus bendiciones y dones de curación, y se hacía una cruz de Brigit para colocarla en la puerta del hogar y así protegerlo. Su forma recuerda mucho a una rueda solar y nos recuerda el significado de la vida, el poder de los elementos y la conexión con los dioses y la naturaleza.

Conéctate con esta energía y así como la luz del día va creciendo progresivamente, tu energía se pondrá en armonía con el ciclo natural de la naturaleza y con ella la renovación del ciclo de la vida.

Feliz Imbolc.


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