El actor británico Daniel Radcliffe, quien saltó a la fama a temprana edad por su papel protagónico en  Harry Potter,   confesó a los medios ingleses que, durante el rodaje de la exitosa saga, cayó en serios problemas de alcoholismo. El intérprete explicó que su rol implicó una enorme presión por las expectativas puestas en él. «Vivía solo y creo que me creaba muchas paranoias (…) Bebía mucho y esto tuvo que ver con ser una figura tan expuesta a la vida pública», dijo. Manifestó que se escondió detrás del licor para llevar su vida diaria. Reveló que había días que terminaba totalmente borracho, levantándose al día siguiente para rodar la película sin que nadie notara su estado. «Me cansé de levantarme todos los días con la misma sensación y con una resaca horrible», señaló. Afirmó que sentía miedo de quedarse encasillado por siempre en el personaje del niño mago, reseñó The Guardian.   Radcliffe aseguró que un día decidió acabar con esa rutina. Actualmente, a sus 26 años, dice haber superado esa etapa, lleva dos años sin probar una gota de licor. Nada es lo que parece,  que se estrenará en junio de 2016,  es la nueva película que promociona Daniel Radcliffe. 


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