Berlín/París/Bruselas, las principales metrópolis mundiales harán frente a la creciente amenaza terrorista con un gran despliegue de fuerzas de seguridad y estrictos controles para garantizar la seguridad en las celebraciones de Año Nuevo.Sin embargo, en diferentes ciudades europeas se reconocía hoy que no existen indicios concretos de posibles amenazas islamistas. En Francia, las medidas de seguridad implantadas desde los atentados ocurridos en enero no hicieron más que fortalecerse con los sucesos siguientes.El país se encuentra en estado de excepción desde los atentados ocurridos en París el día 13 de noviembre. Unos 60.000 policías y soldados velarán por la seguridad de la noche de fin de año. El espectáculo de fuegos artificiales ha sido cancelado, mientras el uso de petardos y cohetes particulares siempre estuvo prohibido.Las áreas cercanas a los Campos Elíseos y la Torre Eiffel permanecen siempre cerradas y controladas. Este año, con la ausencia de espectáculo, todo debería transcurrir de un modo tranquilo y sobrio.Bruselas, por su parte, decidió anular el lanzamiento de fuegos artificiales y las festividades de Nochevieja por razones de seguridad, ante la amenaza de posibles atentados, según anunció este miércoles el burgomaestre (alcalde) Yvan Mayeur a la televisión local.En Berlín, el recinto público pensado para celebrar la llegada del Año Nuevo se encuentra bajo enormes medidas de seguridad. Se espera que cientos de miles de personas celebren la noche en los dos kilómetros que separan la puerta de Brandeburgo de la Columna de la Victoria. Sin embargo, en Berlín tampoco hay indicios de que vaya a haber ataques, reconoció un portavoz de la policía.Sin embargo, reina un ambiente de amenaza extraño, con más policías que en el 2014, en especial alrededor del recinto festivo. Allí habrá 900 efectivos, 150 más que el año pasado.La entrada con mochilas grandes estará prohibida por primera vez, confirmaron los organizadores en respuesta a los ataques de París, reconoció una portavoz. Además, todas las mochilas serán controladas. El conocido parque colindante Tiergarten permanecerá vallado por primera vez. Antes de que comience la fiesta, la policía rastreará el parque con perros para localizar explosivos y después velará para que nadie se suba a la valla.En Italia habrá más efectivos que de costumbre para velar por la seguridad de la noche, informó un portavoz de la policía. Todos los que acudan a la gran ceremonia de fin de año, el concierto en el Circo Massimo, evento al que todos los años acuden miles de personas, serán registradas con detectores de metales.Por su parte, la entrada a la madrileña Puerta del Sol, donde todos los años miles de personas saludan al nuevo año, estará regulada por primera vez.


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