Cindy Charaima, Franco Lonero y Larry Daza, son tres ciudadanos venezolanos que dejaron su país y partieron desde la convulsionada Caracas, cruzaron tres países y viajaron más de 50 horas en bus para llegar a Perú, según informa hoy la Agencia Andina.

«Aliviar el hambre de tus hijos es más importante que todo», sostuvo Larry Daza, de 35 años. Él es ex funcionario policial que renunció a su cargo después de 22 años de servicio para irse a Perú en busca de una mejor vida.

Una vez que llegaron a Tumbes, abordaron un autobús hacia Lima. Sin embargo, la ardua competencia en la capital los empujó en una dirección distinta y, así, llegaron a Huánuco.

«En la capital, así como se gana, se gasta, pero aquí la vida es más económica, y en un día gano lo que en Venezuela ganaría en un mes. No me equivoqué al llegar», dijo Cindy, venezolana de 25 años, oriunda de Maracay, que trabaja en la recepción de un hotel ubicado cerca de la plaza de Armas de Huánuco.

Franco Lonero, administrador formado en la Universidad Antonio José de Sucre y natural de Barquisimeto, llegó a Huánuco para vender arepas. Él trabaja una pizzería local, donde se convertirá en el próximo jefe de cocina, según recogió Andina.

En conversación con la agencia de noticias, Larry Daza comentó que «cuando me despierto cada día, me digo: Larry actúa como si fuera tu primer día en la Policía, pero usa todo lo que sabes hasta ahora y compáralo con lo que tenías cuando llegaste aquí». Acostumbrado a las peripecias de Venezuela, pintó un edificio en tiempo récord y así logró hacerse de un nombre en Huánuco.


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