CARACAS.- La salida de Venezuela de la Organización de los Estados Americanos (OEA ) ahondó ayer la grieta entre el gobierno de Nicolás Maduro y los países de la región, y también puertas adentro del país, donde la Asamblea Legislativa ya advirtió que, según la Constitución, la medida debe ser sometida a una consulta popular.

«Hoy es un día de victoria para Venezuela porque amanecimos más libres e independientes, nos hemos salido de un espacio que ha sido instrumentalizado por los centros de poder estadounidense para someter a los pueblos», afirmó durante una rueda de prensa en Caracas la canciller Delcy Rodríguez.

Agregó que Venezuela se retiraba de la OEA frente a la presunta «intervención y tutelaje» que se pretende aplicar contra su país.

El anuncio de lo que llamó «histórica» salida, la primera vez que un país abandona el organismo multilateral en 69 años de historia, ocurrió poco después de que la OEA, con el voto de 19 países, convocó a una reunión de cancilleres, en fecha aún no precisada, para evaluar la grave crisis venezolana, que ya dejó una treintena de muertos.

La creciente tensión por los choques entre las fuerzas del gobierno y de la oposición que se movilizan en varias ciudades casi cotidianamente se reflejó ayer también en el desacuerdo sobre la retirada de la OEA.

La Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional, bajo control de la mayoría opositora, presentó ayer un proyecto para rechazar la salida, que será debatido y votado la próxima semana en la cámara.

Según anunció el jefe del foro legislativo, Luis Florido, el anuncio de retirar el país de la OEA es «absolutamente nulo» e inconstitucional.

«Para que Venezuela salga de la OEA se debe modificar un artículo de la Constitución, mediante consulta popular. Así que el anuncio que hizo la canciller es absolutamente nulo. Un gobierno que rompe el orden constitucional no puede salirse de ningún órgano multilateral. No puede Nicolás Maduro, que rompió el orden constitucional, salirse de la OEA», aseveró.

El jefe de la Comisión de Política Exterior se basó en el artículo 23 de la Constitución, que señala que los tratados, pactos y convenciones relativos a derechos humanos, suscriptos y ratificados por Venezuela tienen jerarquía constitucional y prevalecen en el orden interno.

Agregó que es la Asamblea, como órgano legislativo y parte del Estado, la que tendría que aprobar la salida de Venezuela de la OEA.

El proceso de retiro, que tarda 24 meses, se iniciará cuando Caracas presente una carta de denuncia contra la OEA al secretario general, Luis Almagro.

El jefe del organismo regional insistió en la aplicación de la Carta Democrática -para casos de ruptura del orden constitucional-, al acusar al gobierno de Maduro de convertirse en una «dictadura».

Desde que estallaron las protestas el 1° de abril, tras el fallo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) que intentó reemplazar las funciones del Poder Legislativo, Almagro se hizo eco de los reclamos de la oposición: elecciones, liberación de «presos políticos», respeto a la autonomía parlamentaria y cese de la «represión» de las manifestaciones.

Tras conocerse ayer el anuncio de la salida de la OEA, arreció la presión internacional. El presidente norteamericano, Donald Trump, dijo que Venezuela es un «lío» y que está «muy triste» por la situación en ese país. El Departamento de Estado norteamericano agregó que la OEA podría tener una influencia «constructiva» en el país y que le gustaría que Venezuela permaneciera en el organismo.

Cuba, que fue expulsada en 1962 y sigue fuera de la OEA pese a haber sido readmitida en 2009, apoyó la decisión de su aliado político, que insiste en que la oposición usa las protestas como una coartada para darle un golpe de Estado a Maduro. «Las agresiones contra Venezuela y la despreciable conducta de la OEA en su contra confirman que dondequiera que haya un gobierno que no convenga a los intereses de los círculos de poder imperial y a sus aliados, será atacado», dijo la cancillería cubana en un comunicado.

Para el 1° de mayo, fecha habitual de masivas concentraciones chavistas, la oposición convocó a una «gran marcha», justo cuando se cumplirá un mes de movilizaciones.

Más del 70% de los venezolanos, según encuestas privadas, reprueban la gestión del mandatario, agobiados por la escasez de alimentos y medicinas y por una inflación que según el FMI llegará al 720,5% este año, la más alta del mundo.

Maduro, cuyo mandato concluye en enero de 2019, realizó llamados al diálogo y dice querer elecciones, pero se refiere a las regionales, que en 2016 fueron postergadas y aún no tienen fecha, descartando un adelanto de las presidenciales de diciembre de 2018.

La Asamblea pide presidenciales anticipadas

La Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, de mayoría opositora, aprobó ayer, en una sesión extraordinaria de parlamentarismo de calle, un manifiesto que establece las condiciones para restituir la democracia que destaca la convocatoria a elecciones presidenciales antes de 2018.

«Este manifiesto por la libertad y la democracia es un mensaje no sólo para Venezuela, sino para el mundo», afirmó Julio Borges, jefe de la AN, ante centenares de venezolanos.

Borges leyó el documento, compuesto por seis puntos, entre los que destaca que el presidente «es el responsable de la ruptura del orden constitucional y del secuestro del referéndum en 2016», por lo que se deben convocar las presidenciales anticipadas y no esperar hasta diciembre de 2018.


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