Con más de 800.000 venezolanos en territorio peruano, el Gobierno implementó este sábado, de manera oficial, el requisito de visa humanitaria para que los migrantes ingresen al país. Los efectos de la entrada masiva los últimos tres años han sido materia de discusión en diferentes instancias gubernamentales.

El ministro de Economía y Finanzas de Perú, Carlos Oliva, explicó que este movimiento humano ha tenido dos tipos de impactos: positivo por el lado del producto bruto interno (PBI) y demanda interna; y negativo por el lado de la formalización de los trabajadores y la provisión de los servicios básicos.

«Uno debería ver la foto completa, más allá de que a alguno le pueda afectar estos impactos. Definitivamente hay un impacto positivo por el lado de la demanda interna. Que vengan 800.000 venezolanos ayuda. Hay un impacto positivo sobre el PBI. Sucede lo mismo en Chile”, indicó.

Señaló que el efecto que existe en el mercado laboral es quizás el más notorio. La mayor competencia que genera tener a aproximadamente 500.000 nuevos trabajadores, y la gran mayoría en Lima, no permite, por ejemplo, que los sueldos crezcan. 

“Cuando aumenta la oferta de trabajo, naturalmente los sueldos no suben. Si uno ve el PBI del año pasado, ve que subió mucho más que los sueldos”, indicó.

Oliva afirmó que el impacto que tendrá en la tasa de informalidad en el país evidenciará los problemas estructurales que se tienen hoy para contrarrestar este problema.

“Si ya tenemos problemas para aumentar la formalización sin migración, por eso estamos en 30% hace varios años, con migración se hace más evidente el problema estructural”, concluyó.

Adaptación

Las cifras de la Superintendencia Nacional de Migraciones peruano revelaron que en 2016 había en Perú 8.160 venezolanos. En 2017, la cifra se elevó a 109.800, mientras que para 2018 el número superaba los 660.700.

En el presente año, la cantidad de venezolanos en Perú se ubica en más de 800.000. Según el ministro Oliva, su país ha entrado en un proceso de adaptación a la migración. 

La provisión de servicios básicos como salud o educación son los primeros que muestran problemas, ya que hay, según el funcionario, al menos  300.000 niños que exigen atención médica y que deben asistir a los colegios. Sin embargo, el país deberá esperar un tiempo para acomodarse a esta nueva demanda.

Cabe destacar que en declaraciones de agosto de 2018 a El Comercio, el titular había explicado que el trabajo tanto del Ministerio de Salud como el del de Educación debía concentrarse en mejorar la capacidad de prestación de servicio: “(Para) que podamos enfrentar esta migración que tiene razones muy válidas en su país”.

Ante este panorama, el titular de Economía y Finanzas se mostró a favor de la nueva exigencia de ingreso a Perú, ya que ayudará al proceso de absorción de esta masa de gente.


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