El presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, aseguró que febrero será el mes determinante para sacar a Nicolás Maduro, quien a su vez advirtió un adelanto de elecciones que renueven este año el Parlamento.

«Cerramos enero con fuerza, un enero que nunca vamos a olvidar en este país, así como nos enfrentamos a un febrero que tiene que ser determinante», expresó Guaidó, al encabezar una multitudinaria marcha.

Desde la tarima frente a la sede del Unión Europea (UE) en el este de Caracas, Guaidó aseguró que el 12 de febrero se hará una movilización en el Día de la Juventud, entre otras acciones que prepara.

Guaidó convocó esta marcha para respaldar el ultimátum que dieron a Maduro Francia, España, Alemania, Reino Unido, Portugal y Holanda para que acepte «elecciones libres» o de lo contrario reconocerán al opositor.

«Fuera dictador», «Maduro usurpador», rezaban pancartas opositoras. «Váyanse al carajo, yanquis de mierda», decía una oficialista.

Esta manifestación se realiza el mismo día en que los oficialistas festejan 20 años de la llamada “Revolución Bolivariana” del fallecido Hugo Chávez.

Centenares de venezolanos con banderas y gorras tricolor se encaminan desde diversos puntos de la capital hacia el centro de concentración en el este de la ciudad.

“Nos anima a salir el luchar por la libertad de Venezuela”, dice Mila Aviña, mientras camina por una autopista al este. “Sueño con que tengamos unas elecciones libres, que se vaya Nicolás Maduro y que podamos salir de esta pesadilla en la que vivimos todos los venezolanos”, añade la comerciante de 48 años, quien lleva una bandera venezolana sobre la espalda.

Guaidó había pedido anteriormente a la Unión Europea (UE) »más sanciones» contra el régimen del presidente Nicolás Maduro. «Estamos en una dictadura y debe haber presión», agregó.

«Necesitamos más sanciones por parte de la Unión Europea, como lo decidió Estados Unidos», declaró el presidente del Parlamento venezolano.

También mencionó que la actual situación de Venezuela resulta peligrosa para muchos. »Todos vivimos amenazados de encarcelamiento o incluso de asesinato. Pero esto no nos impide asumir nuestras responsabilidades», mencionó.

Respaldo a Maduro

Partidarios de Maduro se concentraban en la céntrica Avenida de Bolívar para celebrar el 20 aniversario de la llegada de Chávez a la presidencia, y respaldar a Maduro, sometido a una fuerte presión internacional, encabezada por Estados Unidos, para que entregue el poder.

Cientos de integrantes de una milicia civil -parte de la Fuerza Armada- empleados públicos y beneficiarios de los programas sociales del gobierno socialista comenzaban a ocupar la avenida.

El acto fue convocado por Maduro, pero no se tenía confirmada su asistencia. Esta fue su primera aparición en plaza pública desde el 4 de agosto, cuando denunció un intento de asesinato al estallar dos drones cargados de explosivos cerca de una tarima donde encabezaba una parada militar en la Avenida Bolívar.

«No somos mendigos»

Guaidó, de 35 años, se juramentó luego de que el Congreso declarara a Maduro »usurpador» tras asumir el 10 de enero un segundo mandato que considera ilegítimo -al igual que parte de la comunidad internacional- por resultar de comicios «fraudulentos».

En su discurso, aseguró que en los próximos días inciciará el acopio de la ayuda humanitaria en los vecinos Colombia y Brasil y en una isla del Caribe, y exigió a los militares dejarla entrar al país.

«No hemos sido ni seremos un país de mendigos. Hay unos que se sienten mendigos del imperialismo y vende a su patria por 20 millones de dólares», respondió Maduro, al referirse al monto que ofreció Washington a Guaidó en alimentos y medicinas.

Maduro rechaza la ayuda asegurando que da vía a una intervención militar, y dice tener apoyo popular porque, pese a las dificultades económicas, la revolución del fallecido líder socialista Hugo Chávez (1999-2013) vela por los pobres con programa sociales.

El 20° aniversario de la revolución se cumple en plena debacle económica, de la que el gobierno culpa a las sanciones estadounidenses.

Los venezolanos sufren por la hiperinflación y escasez de comida y medicinas. La petrolera PDVSA está en default y su producción en caída libre, estrangulada ahora por sanciones de Estados Unidos, que no descarta medinas adicionales.

Buscando una salida a la crisis, la UE creará un Grupo de Contacto de países europeos y latinoamericanos de «90 días», mientras que México y Uruguay convocaron a una conferencia con «países neutrales» el 7 de febrero en Montevideo.

Maduro llamó de nuevo al diálogo, pero Guaidó aseguró que «seguirán en las calles hasta que cese la usurpación».

Las manifestaciones se desarrollaron con calma. Disturbios dejaron la semana pasada unos 40 muertos y 850 detenidos, según la ONU, y en 2014 y 2017 dos oleadas de protestas se saldaron con al menos 200 fallecidos.


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