canibalismo
El canibalismo es una transgresión al fundamento mismo de la moral pública". Foto iStock

El canibalismo es una transgresión al fundamento mismo de la moral pública». El libro ‘Para una teología Política del Crimen Organizado’ escrito por Claudio Lomnitz, antropólogo de la Universidad de Columbia, Estados Unidos, reveló las creencias religiosas del crimen organizado y su relación con las estructuras de poder. Pues normalmente se cree que las bandas criminales que se dedican a secuestrar, matar, torturar, entre otras cosas, no practican ningún tipo de religión.

En una conversación con ‘BBC Mundo’, el antropólogo de origen mexicano relató las implicaciones políticas, sociales y religiosas de los cultos que funcionan en el seno de los cárteles al margen de las instituciones establecidas a partir de lo que él denomina como “soberanías paralelas” al Estado.

Según Lomnitz, las “soberanías alternativas’ requieren de ciertos pactos con el secretismo, pactos de silencio. “Necesitan crear su propia moral, una moral distinta de la moralidad dominante. Entonces, en las sociedades secretas, se forman prácticas religiosas altamente diferenciadas, aunque los símbolos que a veces usan, las imágenes que usan, provengan de la sociedad”, aseguró Lomnitz.

Canibalismo

Es en este contexto, el antropólogo comenta que surge el canibalismo en los grupos delictuales. “El canibalismo es una transgresión al fundamento mismo de la moral pública”, comentó. Asimismo, agregó: “No hay una abominación mayor que esa”.

Lomnitz asegura que el canibalismo está sujeto a un rito con un santero, un especialista ritual que le da protección mágica a un grupo a través de un rito que incluye el sacrificio humano.

“En ese contexto, el sacrificio humano se hacía para construir una relación de complicidad, para guardar un secreto. Luego este se empieza a usar a la hora de reclutar a nuevos miembros para el crimen organizado, típicamente soldados para que trabajen como sicarios”, reveló.

“Hay ejemplos horrorosos y escalofriantes de canibalismo entre los Zetas en que matan a un traidor y, como si fueran carniceros, mandan a cocinar su carne. No estamos hablando de ingerir un brebaje con un poco del corazón de una persona en un ritual. Estamos hablando de cocinar las piernas, las partes más carnosas, para ponerlas en tamales. Y estos tamales se sirven en un banquete, en una fiesta de fin de año, donde invitan a los comensales a que participen de la ingestión de carne humana”, afirmó Lomnitz.

Otro ejemplo sería en Michoacán, de los Caballeros Templarios, pues ellos obligan a los soldados que están siendo reclutados a comer un pedazo de una víctima, para qué sea parte de la organización criminal. “Si no lo hacen, los matan ahí mismo”, comentó.

El último ejemplo que brinda fue en Tabasco, en el Cartel Jalisco Nueva Generación o en el caso de migrantes centroamericanos secuestrados por el Cartel del Golfo. “Un hondureño que sobrevivió contó en una entrevista en 2021 que les dieron de comer carne humana mientras llegaba el dinero del rescate”, concluyó.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!