El escritor Juan Carlos Chirinos se ganó a sí mismo la apuesta de crear cinco mujeres verosímiles que le ayudan a mostrar en su nueva novela, «Los cielos de curumo», una Venezuela diferente que «no es la que es» sino la que necesita «para convertirla en ciudad literaria».

«Yo quería hablar de lo que siempre hablo, el mal en las ciudades y quería hablar de Caracas, y del amor. Y me impuse el reto de escribir con voz de mujer, pero no con la intención de escribir como si fuera una mujer, porque no lo soy, sino de crear cinco mujeres que fueran verosímiles, siguiendo el ejemplo de Jean Genet en ‘Las criadas'», explica en una entrevista.

Chirinos empezó esta novela en el año 2000 y en estos casi veinte años ha corregido, ajustado, limpiado y perfeccionado un texto que, en principio, iba a ser una novela «sobre el amor contemporáneo».

Y ahí se habría quedado, pero «después de lo ocurrido en Venezuela en estos años» se vio «obligado» a darle una vertiente política.

También hay un canciller, un presidente corrupto y «arrastrados y violentos esbirros cubanos», entre otras pistas, «pequeñas venganzas», dice Chirinos, que «el buen lector o el más conocedor de la realidad venezolana pillará y el que no, no se sentirá excluido».

A pesar de la metamorfosis y del proceso de reducción, «lo que nunca cambió fue la forma de embudo, o cónica, en la que desemboca la historia, la fiesta en la que convergen todos los personajes».

Chirinos ha plagado la novela de términos coloquiales venezolanos que enriquecen el relato; como la propia palabra ‘curumo’, explica, «una voz del Caribe que se usa mucho más allá que buitre o zamuro».


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!