El MoMA ofrecerá más espacio a los visitantes

Dos cuadros de Pablo Picasso junto a una escultura de Constantin Brancusi, una fotografía de Germaine Krull y un ajedrez de Man Ray para mostrar el París de los años veinte son un ejemplo del mestizaje artístico del renovado MoMA que abrirá volcado a la calle y con 30% más de espacio para exposiciones.

Será el lunes 21 cuando sus puertas en las avenidas 53 y 54 permitan entrar al gran público, que percibirá inmediatamente la renovación arquitectónica y artística del icónico Museo de Arte Moderno de Nueva York ante el amplio y luminoso vestíbulo de bienvenida.

Más de 3.700 metros cuadrados de nuevas galerías se han añadido al museo en una ampliación que comenzó en el pasado mes de junio y que incluye un estudio para programar arte en vivo y un Laboratorio de Creatividad con fines educativos para acercar el arte a los visitantes.

«Cuando entras en una de las galerías del museo te das cuenta de que hay obras de artistas de muchos períodos, de muchos países, todos trabajando en muy diferentes campos que se están mezclando unos con otros», dijo a Efe Ann Temkin, comisaria jefe de Pintura y Escultura en el MoMA, para explicar la nueva aproximación interdisciplinaria.

Temkin cuenta que «en lugar de hacer las cosas como se solían hacer, clasificando los trabajos por país, por movimiento o por medio y en cajas separadas», con la nueva ampliación se pretende «generar conversaciones, una especie de ping-pong entre todos estos tipos de obras diferentes, de artistas diferentes de tiempos y espacios diferentes».

«Para nosotros es más excitante que contar una sola historia», concluye.

Revela que en la sala «París 1920» el visitante se asoma al arte de la capital francesa de aquella década, tanto a través de lienzos, como de esculturas, fotografías y trabajos de diseño.

Una sala para Matisse

Otro ejemplo de la nueva política, apunta a Efe la curadora, está en la sala dedicada a Henri Matisse, donde junto a cuadros y esculturas del autor galo se presentan dos lienzos de su amigo André Deran, con quien trabajó en 1905 y 1906, así como una obra de la artista estadounidense Alma Thomas, que estuvo activa en Washington en los años sesenta y se vio inspirada por el artista.

«Queremos mostrar cómo la herencia que dejó Matisse fue más allá de su propio tiempo», agrega la curadora del MoMA.

El director del museo, Glenn Lowry, mostró a la prensa su «excitación» por el nuevo MoMA, que abrió sus puertas por primera vez en 1939 y que ha sido ampliado sucesivamente en 1964, 1980, 2004 y ahora en 2019.

Lowry declaró que con la nueva ampliación se podrá exponer hasta 1 millar de obras más, y destacó, junto a la socia fundadora del estudio de arquitectura encargado de la ampliación, Elizabeth Diller, que se había conseguido mantener el espíritu de su creación.

«El museo se inauguró sobre el terreno, con el objetivo de ser parte del paisaje urbano de la ciudad, en el que la gente fluyera con normalidad como en un restaurante o en el trabajo», dijo y destacó que el estudio de arquitectos Diller Sofidio + Renfro había conseguido esto.

«Pedimos al equipo que se asegurara de mantener la conexión entre el museo y el centro de Manhattan, que es tan vibrante y explosivo, y que la energía de la calle entrara en el museo y lo animara», comentó el director antes de concluir: «Y lo hicieron de muchas maneras».

Sobre todo, a través de las grandes cristaleras que desde el hall y las nuevas escaleras y salas se abren a la calle 53, donde luce una renovada fachada en la que resalta un gran alero que parece levitar como «un ala de mariposa» a pesar de sus toneladas de peso.

Diller destacó también que se había puesto el acento en la interacción entre la ciudad y el museo para «democratizarlo».

Así, explica, la planta baja, donde hay varias salas de exposición, que se pueden ver también desde el exterior, «son gratis y visibles desde todas partes».

Asimismo, con la ampliación, las salas superiores permiten un amplio recorrido circular, pero también cuentan con más accesos que permiten al público tener mayores opciones «de entrar a la colección por diferentes puntos».

Lowry también cuenta que cada sala contará con una breve explicación en dos párrafos dirigida a todos los públicos, para que el que quiera profundizar, lo haga a través de la web o la información que provee el museo.

«Hemos hecho un esfuerzo, no para bajar el nivel intelectual de los textos, sino para hablar como si lo hiciéramos a un grupo de amigos que está interesado pero no sabe mucho de arte», agregó el director del remozado MoMA, cuyas exposiciones se renovarán a partir de ahora, progresivamente, cada seis meses para mostrar una visión totalmente diferente cada dos años.


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