Hace 10 días, por orden de Conatel, las operadoras de Internet nacionales bloquearon la señal de Vivoplay. No obstante, ahora es posible acceder a ella a través de más de 15 páginas web y desde la aplicación disponible para varios sistemas operativos. La medida, paradójicamente, jugó a favor de la plataforma: sus interacciones diarias se multiplicaron por 10.

Vivoplay opera como un canal de noticias desde hace tres años. En ese sentido, la cobertura que le han dado a los sucesos de las últimas dos semanas no es nada extraordinario, dice Nelson Hulett, vicepresidente de mercadeo y cofundador del portal.

“Ha cobrado relevancia porque todos los canales están volteando para otro lado. Hemos mantenido nuestra línea editorial, que no es otra que hacer un periodismo profesional e independiente. Lo que pasa es que ahora somos de los pocos que lo estamos haciendo”, agrega.

—¿Cómo estaban los números antes del bloqueo y cómo están ahora?

—Antes teníamos un promedio de entre 350.000 y 400.000 interacciones diarias, lo cual tiene sentido porque nuestra base de suscriptores es de 250.000. En el momento del bloqueo le entregamos los players –interfaz por medio de la cual el usuario accede al contenido– a las páginas que nos están acompañando, que suman más de 15, y pasamos a alrededor de 5,5 millones. El crecimiento ha sido exponencial. Es paradójico que al tratar de bajarnos el volumen lo que hicieron fue amplificarlo.

—¿Cuando bloquearon el dominio de la página en el país contaban con estos aliados?

—La plataforma está funcionando perfectamente en Venezuela y en el mundo, lo único es que los DNS (siglas en inglés que corresponden al Sistema de Nombres de Dominio) están bloqueados. Al repartir el player en los sites que nos están acompañando, el efecto es nulo. En junio de 2016 ya habíamos puesto la señal gratuita para Venezuela con la finalidad de usar el modelo de publicidad, así que no fue una decisión del momento. No habíamos organizado ni coordinado con otros medios. El viernes, cuando amanecimos con los DNS bloqueados, pensamos en varias alternativas: subir la señal a Youtube, por ejemplo. Otra que surgió fue darle la señal a los portales noticiosos del país, que además se hacen eco del esfuerzo y el trabajo periodístico que no están haciendo otros medios, para que ellos capitalizaran el tráfico. Comenzamos con 5 portales y ya pasamos los 15. Ha sido como un efecto viral.

—¿Cómo evalúa el trabajo de los canales de televisión nacional?

—El espectro radioeléctrico pertenece al Estado y se da en concesión. Eso es un alicate para controlar a los medios. Cuando tienes una planta que tiene un costo operativo de entre 12 y 35 millones de dólares anuales, es difícil como empresario, como dueño, buscar una posición en que termines perdiendo, te cierren y no puedas recuperar la inversión. El tema es que los medios radioeléctricos están controlados por la espada de Damocles que significa Conatel.

—¿Ha incidido también el cambio en los patrones de consumo de los usuarios?

–Claro, cuando tú le muestras a un muchacho de 11 o 12 años el logo de los canales tradicionales no tiene idea de lo que le estás hablando; pero reconocen el de Youtube. Ha habido un cambio de hábitos de consumo a todos los niveles. Quizás a los mayores de 65 años de edad hay que trabajarlos un poco más, por eso nosotros tenemos un departamento de soporte vía chat para ayudar en tiempo real a la gente que le cuesta entrar al mundo digital. La verdad es que con el surgimiento de Netflix, Hulu, Vivoplay, el consumo de contenidos ha cambiado. Cuando deciden sacar a CNN en Español de la parrilla de las cableras, eso no evitó que la gente que consumía el canal siga viéndolo.

—Ante este panorama, ¿qué deberían hacer los medios tradicionales?

—Creo que deberían pensar seriamente en reinventar su infraestructura para transmitir por medios digitales. Es más eficiente a nivel de costos y tienen la posibilidad de expandir sus mensajes más allá de la mancha del espectro radioeléctrico. La gente busca la manera de llegar al contenido. Quienes veían Vivoplay, siguen viéndolo. Los usuarios se apropian de los contenidos y ellos mismos los difunden, porque nuestra plataforma está diseñada para eso.

—¿Les notificaron que iban a bloquear los DNS?

—No y no sé si existe algún tipo de procedimiento abierto en contra de Vivoplay. Es importante destacar que no somos una empresa venezolana. Nos levantamos el viernes 7 con los DNS bloqueados y consulté con varias fuentes, que se pusieron en contacto con los principales proveedores de Internet en el país y ellos me confirmaron que habían recibido una orden de parte de Conatel de bloquear los DNS de Vivoplay.net. No ha habido una comunicación oficial y si las operadoras reciben una orden de ese tipo tienen que acatarla, no tienen otra opción.

—Aparte de esta medida, ¿han recibido algún tipo de amenaza?

—La verdad es que los teléfonos no han sonado para eso. Lo que siempre ha existido en estos tres años es la agresión a los periodistas en las coberturas. Pero no es nuevo, desde el año 2000 los reporteros salen a la calle con chalecos antibalas, cascos y máscaras antigás. La presión de calle sigue. Y de verdad hay que decir que los equipos que siguen reporteando tienen una mística y un sentido de la responsabilidad de informar digno de aplaudir.

La GNB también ve Vivoplay

El 6 de abril, un día antes de que los DNS de Vivoplay fueran bloqueados, en la cuenta de Twitter @GNBOficial, la Guardia Nacional Bolivariana publicó el mensaje “monitoreo y seguimiento de acciones de orden público #FANBDefensoresDeLaConstitución”.

Lo que hizo viral este tuit fue la imagen que lo acompañaba: una foto de una pantalla de televisión en la que se veía Vivoplay. El mensaje fue borrado y la compañía declinó hacer comentarios al respecto.

Además de Vivoplay, fueron censuradas por las operadoras de Internet la señal de VPI TV, que también transmite noticias en vivo, y la de Capitolio TV, que emite las sesiones de la Asamblea Nacional en Youtube. El bloqueo de estas plataformas se suma a los de CNN y NTN 24. 

LA CIFRA

5,5 millones de interacciones diarias recibe Vivoplay desde que su dominio fue bloqueado en el país. Antes de la censura tenían un promedio de 400.000


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