Kevin Johansen y Liniers ofrecieron un show de más de dos horas en Caracas | Isaac González Mendoza (con el Samsung Galaxy S24 Ultra)

Anoche niños, jóvenes y adultos mayores se subieron al escenario del Centro Cultural de Arte Moderno para cerrar el concierto en Caracas de Kevin Johansen y Liniers, que ofrecieron más de 20 canciones y muchísimos dibujos en un show repleto de humor, desenfado y mucho arte.

Como si estuviesen en un bar o una librería, ambos cantaron y dibujaron mientras se lanzaban bromas entre temas o contaban historias. El show de los argentinos, producido por Ventura Producciones, con todo y su soltura, deja entrever comentarios críticos hacia temas políticos, sociales o culturales.

Foto Isaac González Mendoza (con el Samsung Galaxy S24 Ultra)

Por ejemplo, «S. O. S. tan fashion», para la que Johansen sacó una guitarra que tiene estampada la cara de Hello Kitty, habla de las modas, los estereotipos o de la gente que impone lo que es correcto e incorrecto. Pero para evitar que el concierto se vuelva demasiado intelectual, Liniers le dice al público, sarcástico, «esta es la parte de pensar en el show». La gente ríe.

«Creo que la gente que dice qué está out y qué está in tiene mal gusto. Esto se llama ‘S. O. S. tan fashion», dice Johansen antes de comenzar. En las proyecciones, Liniers muestra el dibujo de una Hello Kitty rodeada de estigmas.

Foto Isaac González Mendoza (con el Samsung Galaxy S24 Ultra)

Otra canción crítica es «Mc Guevara’s O Che Donald’s», en la que el compositor ironiza con que la imagen del Che Guevara, ícono del comunismo, haya terminado convertida en una marca para franelas usadas por millones de personas, es decir, un producto más. El dibujo de Liniers muestra a un sujeto cualquiera con la misma barba del Che, vestido con una prenda con la cara del líder revolucionario y la frase en medio «Hasta la victoria siempre», pero con el detalle de que la S ha sido convertida por el historietista en el símbolo monetario del dólar estadounidense. El público le aplaude entre risas.

También aprovechó Johansen para rendir homenaje a artistas que admira, como Serge Gainsbourg, a quien define como un Charly García francés. De este compositor y poeta versionó «La Chanson de Prevert», en la que, dijo el argentino, se reflexiona sobre que los amores de la vida son como las hojas de los árboles: nunca se van del todo.

Foto Isaac González Mendoza (con el Samsung Galaxy S24 Ultra)

Claro, Liniers no se toma demasiado en serio la explicación de su compañero, así que en sus dibujos copia la letra de Gainsbourg literalmente como las está escuchando, por lo que en la proyección se leen palabras sin sentido. «Pasé la letra y eso que decía de las hojas no lo entendí», bromeó el historietista.

En un momento del concierto ambos se intercambian de lugar, entonces Liniers toma un instrumento y Johansen se pone a dibujar. Liniers afirma que apenas puede memorizar como máximo dos canciones, por lo que si se aprende una nueva olvida la otra. Así que, para interpretar varias, inventa un popurrí que incluye versiones sarcásticas de «Barbie Girl» de Aqua, «Take on me» de A-ha y «Libre soy» de Carmen Sarahí, tema oficial del filme Frozen.

Foto Isaac González Mendoza (con el Samsung Galaxy S24 Ultra)

El historietista, que pide al público que no le aplauda porque lo distraen, interpreta una aceptable versión de «Let it be» de The Beatles elogiada por la audiencia. Johansen, para emular la particularidad de la música de su compañero, dibuja un hombre «raro»: con lentes de nerd, músculos y nubes alrededor.

Como sorpresa, al concierto asistió el cantautor venezolano José Delgado, que tocó con Johansen «Coffee and tea», tema que ambos realizaron en el año 2017. Delgado explicó que la canción surgió porque en un momento en que estaba pasando por tormentas personales vio, entre dormido y despierto, un «ángel» durante un vuelo que le decía «coffe and tea», «coffe and tea». «Toda esta historia me ayuda porque no sé qué dibujar», le responde al venezolano Liniers, que plasmó un ángel, dos personas cantando y abajo la frase «confío en ti» para jugar con las dos palabras en inglés del tema.

Foto Isaac González Mendoza (con el Samsung Galaxy S24 Ultra)

El historietista consideró que el show de anoche estuvo lindo, por lo que aprovechó para recordar que la primera vez que él y Johansen presentaron el concepto dibujo–música fue precisamente en Caracas y en el mismo escenario, antes conocido como Centro Cultural BOD.

«Fue aquí en este escenario, el teatro más raro de América Latina, el teatro abstrábico (sic). Ustedes no conocen a la gente de este lado, después se los presentamos», dijo el ilustrador refiriéndose a la particularidad de que la sala de conciertos del Centro Cultural de Arte Moderno está dividida en dos secciones.

Liniers, José Delgado y Kevin Johansen | Foto Isaac González Mendoza (con el Samsung Galaxy S24 Ultra)

El show terminó con ambos artistas pidiendo al público que se subiera al escenario. Como una forma de hacer catarsis, la gente cantó al lado de Johansen, bailando y grabándolo, «Guacamole» y «Cumbiera intelectual». Paseándose por el círculo que se hizo a su alrededor, el argentino sacó a bailar mujeres jóvenes, adultas mayores y hasta a un muchacho que dio una vuelta apenado.

Como un mensaje claro sobre el final del show, Johansen cantó «Fin de fiesta» mientras Liniers regalaba algunos de sus dibujos, unos firmados, otros lanzados como aviones, aunque uno de ellos lo lanzó con tanta fuerza que se quedó atrapado en el techo de la sala de conciertos. «Ahora este teatro vale un poco más», bromeó el ilustrador, que dice que sus dibujos pueden valer 40 centavos o 40 bolívares.


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