Thalía Olvino
Foto Cortesía

Lulyana Thalía Olvino Torres le debe la corona del Miss Venezuela al deporte. La disciplina, determinación y enfoque, que aprendió durante los 8 años que practicó nado sincronizado, la ayudaron a superar sus inseguridades y su timidez. Hoy, lista para demostrar de lo que es capaz, se prepara para la edición 68 del certamen Miss Universo que se llevará a cabo el 8 de diciembre en los Tyler Perry Studios de Atlanta, Estados Unidos.

Nacida en Valencia, estado Carabobo, Olvino comenzó en el modelaje a los 17 años de edad. No era una chica de concursos, pero en nado sincronizado aprendió que las metas, con disciplina, pueden lograrse. «Si yo no hubiera sido deportista, no habría sido Miss Venezuela. Los valores que me representan como mujer los conseguí siendo deportista», asegura la reina de belleza, quien identifica el trabajo en equipo, el saber escuchar, observar y el respeto como estandartes de su carrera como modelo.

Olvino es estudiante de Ciencias Gerenciales y Administrativas de la Universidad Tecnológica del Centro. Es TSU, pero le faltan dos años para obtener la licenciatura, mención Mercadeo. Hizo pausa en sus estudios por el Miss Venezuela, pues consideraba que era su oportunidad. «Quería llegar a las grandes ligas. Lo dudé por mi carrera y porque aún tenía inseguridades, pero de eso se ha tratado mi vida, de superarme. Pensé que era mi momento y me dije ‘hazlo'», recuerda la joven de 20 de años de edad.

Otra de las motivaciones de la valenciana para participar en el Miss Venezuela fue el cambio de la organización. «Siempre he sentido que la belleza se trata de algo más. Son las capacidades, la empatía, la inteligencia. Eso me hizo más clic y lo intenté», dice.

 

Con solo tres años de experiencia en el modelaje, Thalía Olvino fue coronada Miss Venezuela Universo 2019. A partir de ese momento, experimentó un cambio repentino en su vida. «Lo soñé muchísimo, pero no sabemos lo que representa hasta que estás aquí. Es mucho más de lo que yo imaginé», confiesa la menor de tres hermanas. Ahora vive con su madre en Caracas, se ha unido más a su familia y el apoyo de ellos ha sido incondicional.

La Miss Venezuela está consciente del peso de su corona. «Nunca había estado tan expuesta. Siempre he sido una chica reservada y de pocos amigos, pero ahora conozco tantas personas. Es una responsabilidad que nunca había sentido. Soy el ejemplo de muchas niñas y debo representar mis valores, capacidades y todo lo positivo«, comenta.

Después de dos meses de preparación, Olvino se prepara para presentar a Venezuela en el Miss Universo 2019. Como reina, su principal aporte es dar el ejemplo como joven que consiguió sus sueños. «El mejor ejemplo que puedo dar es el de superación y de que no podemos ponernos límites por lo que suceda en el entorno. Somos nosotros quienes decidimos cómo actuar ante esa situación. Si queremos lograr algo, con trabajo, disciplina y determinación, podemos», asevera la reina de belleza, quien desea demostrar en el certamen que la venezolana es una mujer con capacidades, inteligente, bella, pero sobre todo, fuerte por sus talentos y lo que tiene para aportar.

Confianza en sí misma y la certeza de que todo es posible son las fortalezas que Thalía Olvino lleva a Estados Unidos para el Miss Universo. «La luz que he estado explorando todo este tiempo va a brillar. Soy auténtica, sutil y tranquila. Llevo mi tranquilidad, serenidad y confianza«, dice la valenciana.

En cuanto a sus debilidades, ha mejorado la proyección de seguridad que muestra ante las cámaras. «Una cosa es sentirla y otra proyectarla. Hay que ponerle ese sazón caribeño y es en lo que hemos trabajado todo este tiempo», revela.

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En las últimas semanas, Olvino viajó a Miami y concedió entrevistas al canal Telemundo. Para ella, este fue un primer paso de proyección internacional que la ayudó a madurar y reforzar sus capacidades. Pudo conectarse con la comunidad hispana de Estados Unidos, una gran oportunidad porque será justamente el país en que se llevará a cabo el concurso.

Aunque su nivel de inglés está «muy bien», la representante de Venezuela se dejará llevar por cómo se sienta en ese momento: «Si las palabras me salen en inglés, las digo en inglés. Si me salen en español, será en español».

Tres maletas lleva Thalía Olvino al Mis Universo. Lo que más le emociona es el intercambio cultural y su traje típico. «Quiero conocer a las chicas, aprender de ellas y sus culturas, y llevar un mensaje bonito de mi país».

Acerca del traje típico, la reina de belleza adelantó que usará un diseño especial del venezolano Oscar Carvallo en homenaje a Carlos Cruz-Diez. «Yo quería que mi traje fuese una obra de arte y me pareció un momento perfecto para hacerle honor al maestro», reveló.

 

De las participantes del Miss Universo 2019, la venezolana ya conoció a Miss Colombia, a la que define como una mujer muy bella. Sin embargo, cree que cualquiera puede ganar porque hay candidatas muy preparadas y hermosas de todos los países. En especial, sería un honor para Olvino quedar de manos en la final con Teresa Ruglio, la caraqueña que representará a Malta en el concurso. «Sería una alegría doble. Estamos alrededor del mundo y llevamos lo mejor de nosotros», agrega emocionada.

Olvino asegura que, en esta nueva era, el Miss Venezuela se ha enriquecido. «En el comité tenemos a tres ex reinas de belleza que nos permiten crecer a través de sus experiencias propias, aprender de lo que ellas vivieron. Hay más conexión entre miss y directiva porque ellas estuvieron en nuestros zapatos», explica la miss, a quien le alegra que Osmel Sousa haya preparado a Miss Uruguay y Miss Argentina, candidatas que aún no conoce.

También se siente agradecida por lo que le han brindado los concursos de belleza. A pesar de las críticas, Thalía Olvino asegura que estos certámenes permiten crecer y crear líderes. «Es una plataforma para que la mujer pueda ser libre, dar lo mejor de sí y demostrar sus talentos y capacidades», comenta.

Como Miss Venezuela, la valenciana trabajó con la Fundación Amigos del Niño con Cáncer y se convirtió en embajadora de Buena Voluntad, una organización que ayuda a jóvenes con diversidad física e intelectual para incluirlos en el ámbito laboral.

Una vez finalizado su reinado, le gustaría continuar con las labores sociales y promover la educación. «Siento que es una de las formas para salir adelante. Es nuestra responsabilidad educarnos, prepararnos y devolverle al país todo lo que nos ha dado», concluye Miss Venezuela Universo, quien además de terminar sus estudios, desea incursionar en la televisión o locución y, a largo plazo, tener su propia empresa de diseño de modas.


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