Modesto y pequeño. Así es el montaje de El Cascanueces que El Ballet de La Mar presenta este fin de semana en el Centro Cultural Chacao.
Desde hace dos meses el Ballet de La Mar, fundado en 2007, ensaya para el espectáculo que presenta por segunda vez. En esa oportunidad les tomó tres meses preparar el concepto coreográfico, basado en el de la maestra Nina Novak. “A partir de lo que ella creó desarrollé mi propia versión”, dice Cristina Fungariño, directora artística del ballet.
Los roles protagónicos los comparten Antonella Cerquone, Samara Moratinos, Emiliana Fernández, Nicole Nuzzo, Bryan Barrios, Kevin Sandoval y Jesús Duven, todos del Ballet de La Mar, que tiene sede en Caracas y Porlamar. La producción también cuenta con invitados especiales, como el director de escena Miguel Issa, en el papel de Drosselmeyer.
En esta oportunidad las hermosas melodías del compositor ruso Piotr Ilich Tchaikovski serán reproducidas con pista. Por razones presupuestarias, la producción no pudo incluir orquesta en vivo para acompañar el ballet. “Nuestra Venezuela está golpeada y el impacto para invertir en un espectáculo de este calibre es fuerte. Si no contáramos con el apoyo de patrocinantes, esto no sería posible”, asegura Fungariño.
El montaje de El Cascanueces del Ballet de La Mar solo se presentará en Caracas este sábado y el domingo. Se realizarán dos funciones por día, a las 11:00 am y a las 4:00 pm.
“Quisiéramos hacer muchas más presentaciones, pero las fechas en el centro cultural estaban copadas y no podíamos. En el futuro quisiéramos triplicar nuestras presentaciones”, comenta.
Para el próximo año desean incorporar una orquesta al espectáculo. También quieren convertir este clásico en una tradición del Ballet de La Mar.
Fungariño, que trabajó por muchos años con el Ballet del Teatro Teresa Carreño, asegura que esta producción no se puede comparar con la que se realiza en la Sala Ríos Reyna, puesto que este montaje está orientado a los distintos niveles de los bailarines que participan.
“Preparamos una coreografía que se amolde a ellos y que implique una exigencia que los haga elevarse, pero que dentro del lenguaje que pueden dominar”, explica.
El montaje del El Cascanueces en el Teresa Carreño utiliza una escenografía tradicional, mientras que el Ballet de La Mar quiso incorporar elementos tecnológicos utilizando la animación en 3D para simular los escenarios.
“Quisimos mezclar la tecnología en pro de la danza, que no es algo muy conocido en el país. Nos parece que es una forma de aportar un elemento innovador”, dice.
Fungariño considera que en Venezuela todavía hay muchos bailarines talentosos. Cree que en el aspecto en el que hace falta crecimiento es en el docente.
“Tenemos que crecer un poquito más como maestros para lograr un impacto mayor”, asegura.
Pese a que los espacios culturales y las artes viven momentos difíciles debido a la crisis económica, social y política en el país, la directora artística considera que aún hay profesionales dispuestos a continuar trabajando.
“Todavía hay escuelas de ballet vigentes y otras que han cerrado, lastimosamente. Pero es como todo, el que quiere persevera hasta donde puede llegar. Estamos haciendo enormes esfuerzos, colaborando unos con otros y continuamos adelante”, expresa.
El Cascanueces
Centro Cultural Chacao, El Rosal
Sábado y domingo, 11:00 am y 4:00 pm
Entradas: $ 10 y $ 20