La joven actriz venezolana Andreina Carvo, se marchó en el año 2014 tras la búsqueda de su “sueño americano” como actriz a Estados Unidos. Confiesa que justo emigró cuando la producción de telenovelas en nuestro país empezó su declive, a pesar de que se considera afortunada pues es una de las pocas actrices de su generación que estuvo en cuatro teleseries seguidas del canal Venevisión: Harina de otro costal (2010), La Viuda Joven (2011), Mi ex me tienes ganas (2012) y Corazón Esmeralda (2013-2014).

Como muchos otros artistas, la recordada “Pichi”, la detective de Mi ex me tiene ganas (rol por el cual ganó en 2013 el galardón de El Universo del Espectáculo como Actriz Revelación), empezó su carrera en el exterior participando en los Micro Teatros de Miami en piezas como “Preguntas” de Román Chalbaud (en 2014) y “El Vuelo” de Oswaldo Strongoly (en 2015), pero el año pasado decidió darle un giro a su brújula y se mudó a Nueva York, donde su pasión por el teatro empezó a darle frutos.        

Si bien en Venezuela no figuró mucho en títulos de la cartelera comercial, desde que era una adolescente estuvo ligada a las tablas, al pasar más de ocho años como parte de la Escuela “Luz Columba” de Nelson Ortega, primero como estudiante y en los últimos años como profesora del taller juvenil de dicha escuela de teatro, con la que hizo más de 11 montajes, llegando a protagonizar clásicos como La Cantante Calva.        

Toda su entrega y dedicación al teatro hizo que hace unas semanas se alzara con el Premio ATI como Actriz Revelación en la Gran Manzana, dejando en alto el gentilicio de Venezuela, pues lo recibió gracias al papel de un “ángel” que escribió la también venezolana Indira Páez para la comedia “Ni tan divas ni tan muertas”, con la cual se presentó en junio de 2016 en el Festival de Teatro Hispano de Nueva York, donde era un ángel encargado en el cielo de la reconciliación de unas antagónicas madre e hija cuando se reencuentran en el paraíso celestial. 

       

-¿Cómo es la dinámica de este premio que recibió?

-Los Premios ATI se entregan con el advenimiento de la primavera en Nueva York, y distinguen a lo más destacado tanto de artistas hispanos locales como visitantes que se hayan presentado en esta ciudad con montajes de teatro independiente. Yo estaba recién llegada a la ciudad pues me vine a perfeccionar mi inglés, algo que era casi imposible lograr estando en Miami, y recibí la invitación del director Alfonso Rey para realizar esta comedia junto a dos actrices españolas, pero cuando vi que era un texto de una reconocida dramaturga venezolana, no dudé en aceptar. Parte del jurado vio el montaje, que se presentó en un festival en el Comisionado Dominicano de Cultura, y el pasado lunes 27 de marzo asistí sin expectativas a la ceremonia y salí con mi primer galardón internacional, el cual tiene doble mérito para Venezuela por haberlo ganado bajo la pluma de Indira Páez.    

-¿No le pareció más difícil empezar desde cero en una ciudad tan competitiva como Nueva York?

-Para nada, muchos conocidos me dijeron que si estaba “loca” pero era mi sueño pues considero que tenía que dar este paso para pulir mi inglés y poder lograr mi sueño de destacarme en esta ciudad que considero “le meca” del teatro mundial, y más adelante en el cine. Mis amigos y familiares sí me decían que me veían más en Miami haciendo telenovelas para Telemundo o Univisión, pero el mundo de la televisión ha cambiado mucho, y yo quería insertarme en otra dinámica, en otro sistema desconocido por mí para probarme como artista, por muy lejano o imposible que parezca. Soy una actriz formada en las tablas y por eso deseo probarme y curtirme en Nueva York, creo que es mi trinchera ideal en estos momentos.

-¿Y no extrañas las telenovelas, volverías a participar en alguna?

-No lo descarto a futuro, de hecho no puedo quejarme pues antes de radicarme en Estados Unidos, allá en Venezuela participé en teleseries de los escritores más destacados y cada uno con estilos distintos, como Mónica Montañés quien retrata la cotidianidad, estuve en dos de Martin Hahn quien ha revitalizado el género con sus historias de suspenso y Vivel Nouel, quien es la creadora de clásicos como “Paraíso” y “Pasionaria”. Pero en esto momento no me veo en un estudio de TV, quiero seguir probándome y desarrollándome en las tablas. 

-¿Hollywood te quita el sueño?

-Me quita el sueño en estos momentos es actuar en inglés, probarme en otro idioma y otros formatos. Quiero hacerla en gran primero en el teatro independiente que se hace por acá, luego el de las grandes compañías y si mi evolución es hacia el cine bienvenido sea, así sea cine independiente también, pues desde pequeños escenarios se pueden hacer grandes trabajos y si mi trabajo sirve para dejar el nombre de Venezuela en alto en los momentos tan difíciles que viene el país, ¡eso sí me quita el sueño!  


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