Roberto Benigni Pinocho
Foto EFE

Pinocho es la historia sobre el amor ciego de un padre por un hijo, solo comparable a la de San José y Jesús, o al menos así lo cree Roberto Benigni, quien interpretará al anciano carpintero en la historia.

El cineasta Matteo Garrone firma esta última relectura del clásico, producción italo-francesa, que a buen seguro destacará en las carteleras italianas desde el 19 de diciembre. 

«Empecé a diseñar la historia de Pinocho cuando tenía seis años y por lo tanto es un cuento que me acompaña desde entonces. Como director, para mí era difícil resistir a la tentación de hacerle una película», explicó.

La historia estará protagonizada por Federico Ielapi, que se sometió cada día a tres horas de maquillaje para convertirse en madera. La historia se centra en Pinocho, pero también se trata del carpintero, Geppetto (Roberto Benigni).

Pinocho cuenta con un sinfín de versiones, pero el cineasta apuntó que entre sus influencias están la serie televisiva dirigida en 1972 por Luigi Comencini por su sentido de la pobreza. Pero sobre todo tiene influencias de los dibujos del primer ilustrador de la historieta, Enrico Mazzanti.

Sobre Geppetto, su idea era mostrarle viejo y afectado por la pobreza y por ello acudió ante Benigni. «Fue como ver a mi abuelo», afirmó.

Para el actor este cuento es algo muy importante y familiar, sin olvidar que en 2002 dirigió su propia versión en la que él interpretaba a Pinocho. Pero ahora, despeinado y con barba de algunos días, da vida a Geppetto, cerrando un ciclo interpretativo.

«Pinocho es universal, pertenece a todos, es nuestra historia, es como el sol», insistió Benigni.

Con este Pinocho, Garrone vuelve a despuntar en la fantasía tras la aplaudida Il racconto dei racconti (2015).


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